Política

Cataluña

«Pentimiento», por Francisco Camps

La Constitución «es la obra colectiva más perfecta y madura de toda nuestra historia» y «está más viva y actual» que muchos de los debates políticos que la suscitan

«Pentimiento», por Francisco Camps
«Pentimiento», por Francisco Campslarazon

La Constitución «es la obra colectiva más perfecta y madura de toda nuestra historia» y «está más viva y actual» que muchos de los debates políticos que la suscitan.

Este término proviene del vocablo de origen italiano «pentimenti», y en el arte se aplica a la modificación que realiza un artista sobre algo ya pintado.

Con el paso del tiempo algunos cuadros se van volviendo más transparentes y permiten ver aquellos trazos que antes estaban ocultos, lo que sirve para distinguir un cuadro original de una copia, pues, se considera que es más probable que la evidencia de un «cambio de idea» suceda en una pintura original y no en una copia o falsificación.

Traigo a colación este término porque describe de una manera bastante adecuada la obra, que realizada por muchas manos representando a todo el pueblo en aquellas Cortes Generales, discutieron, elaboraron, enmendaron, aprobaron y elevaron a referéndum nuestra Constitución.

La Constitución es la obra colectiva más perfecta y madura de toda nuestra historia. Se puede ver en ella los trazos, las líneas, los difuminados y los colores de cada una de las percepciones y las sensibilidades de todos nosotros buscando de manera equilibrada, coherente, comprensible y admirada, la obra que define la España en la que todos mejor nos podemos reflejar.

Hay tradición, hay cultura y también hay viveza y ansia de modernidad. Y estos conceptos continúan siendo válidos y actuales. Es una obra tan bien hecha que sigue inspirando el presente y el futuro de nuestra nación. Es una obra original.

Cualquier intento de variar color, trazo, paisaje, tamaño, estructura, sólo puede desvirtuar la percepción y lo sublime de lo conseguido. Por eso yo me declaro públicamente contrario a cualquier reforma de la Constitución, que no sea una mera cuestión técnico-jurídica o la actualización de aquellas cuestiones que lo necesiten, la sucesión a la Corona y la elección directa del Diputado.

A la Constitución española se llegó consiguiendo en el Parlamento elegido democráticamente el mayor consenso político y social que se ha dado nunca en nuestra historia, partiendo del principio de la reconciliación nacional, no confundir con olvido, y con el beneplácito de la Comunidad Internacional que vio en nuestra transición un leal esfuerzo por convertir a España en una democracia sin adjetivo.

Nuestra Constitución modernizó la Administración, creó las Comunidades Autónomas desde sus propios Estatutos y consiguió que hayamos alcanzado el mayor nivel de descentralización política y administrativa no solo de nuestra historia, sino también a la altura de los países más descentralizados del mundo.

La Constitución ha impulsado el desarrollo de todas las libertades individuales y colectivas que puedan darse en cualquier nación avanzada, y además, nos abrió las puertas de la Unión Europea, de la OTAN y de todos los organismos que defienden los derechos, las libertades y la paz en todo el mundo.

Con nuestra Constitución nos hemos defendido de la involución a regímenes totalitarios, de corte fascista, comunista o populista, paramos el golpe de Estado de 1981, mantuvimos la fortaleza desde la ley para luchar y acabar con el terrorismo de ETA, hemos superado crisis económicas, sociales, políticas e institucionales y últimamente hemos podido frenar el proceso de secesión en Cataluña.

Y además nuestra Constitución es la garantía para seguir defendiendo las libertades individuales y colectivas conquistadas, para continuar con el proceso de fortaleza de las instituciones europeas, para seguir manteniendo la unidad de España, para defender y mejorar nuestro proyecto de bienestar y prosperidad para todos, y además, para defendernos de las nuevas amenazas que puedan ir surgiendo, desde el exterior, el terrorismo yihadista y desde el interior, los movimientos populistas.

Del año 1977 al año 2016 la diferencia porcentual de votos del bloque centro/centro - derecha es de 3 puntos más, sumando el 46% de los votos. El bloque nacionalista obtuvo en el 2016 el mismo porcentaje de votos que en el año 1977, un 6%, y es en el bloque de la izquierda en donde el PSOE pierde 11 puntos porcentuales a favor de la extrema -izquierda. Este trasvase del socialismo a los populistas (Podemos, IU y Compromís) es fruto de la ruptura que se produjo en el año 2004 del Partido Socialista de lealtad en las grandes cuestiones con el Partido Popular.

El acuerdo con el Gobierno del presidente Rajoy y el Partido Popular para aplicar el artículo 155 y frenar así la secesión y la destrucción de la autonomía catalana y sus instituciones, debería servir de punto de inflexión para que el Partido Socialista vuelva a sus orígenes y retome el liderazgo de esa parte de la sociedad española que necesita volver a tener una interlocución fuerte y vibrante en el desarrollo cotidiano de la vida en Democracia en nuestro país.

Es la secesión planteada por los partidos nacionalistas catalanes la que ha vuelto a poner sobre la mesa el debate del modelo territorial. Esta parece ser la cuestión que puede suscitar las primeras propuestas en la Comisión creada al efecto en el Congreso. Por un lado, se abordará si Autonomía o federalismo; por otro, la hipotética asimetría de algunos territorios con privilegios diferenciadores; y por otro, el modelo de financiación.

La Autonomía es nuestra genuina manera de descentralizar el funcionamiento del Estado, la mejor fórmula para defender las cuestiones de identidad de cada territorio en España y la mejor organización para la prestación de los servicios públicos cuya garantía depende de la aplicación de sistemas de eficiencia en su prestación (sanidad, educación, dependencia) para que estas conquistas sociales sigan perviviendo en el futuro inmediato, al servicio de los ciudadanos en igualdad de condiciones.

Para conseguir mirar al futuro con la confianza necesaria es fundamental dos grandes interlocutores con capacidad de representar a la inmensa mayoría de los españoles. No es un deseo imposible porque durante estos cuarenta años, siempre ha habido dos grandes partidos políticos liderando la nación, alternándose como toda democracia seria y avanzada en el gobierno de la nación y en la inmensa mayoría de gobiernos autonómicos y locales. Ambos partidos, el PP y el PSOE, deben tener la vocación, cuando no la obligación, de liderar de manera abrumadora los dos grandes bloques electorales democráticos, porque un país moderno requiere de estabilidad política, de alternancia, de gobernabilidad y de grandes interlocutores que permitan afrontar cualquier cuestión por grave que esta sea.

Dos grandes partidos son la base que permite, desde la leal defensa de los principios constituyentes, afrontar con tranquilidad cualquier reto por grave que sea éste. El multipartidismo deja a la democracia al albur de los populismos, de los totalitarismos y de las excentricidades.

La Constitución está más viva y actual que muchos de los debates políticos que en torno a la misma se suscitan. Reformemos nuestros discursos, nuestros argumentos, nuestras políticas y dejemos en paz la gran obra colectiva que hace 40 años emprendimos los españoles. Yo por edad no pude votarla, pero también por edad he visto con satisfacción y legítimo orgullo como España se ha convertido en una de las naciones más fuertes, más democráticas y más inclusivas del mundo.

*Ex presidente de la Generalitat Valenciana