Podemos rectifica su oferta y renuncia al control de los jueces

Iglesias llama a Sánchez «prepotente» y le recomienda «bajar el tono»

Pablo Iglesias dijo ayer en los pasillos del Congreso que «la prepotencia y la arrogancia es una mala política cuando de lo que se trata es de que nos pongamos de acuerdo» y en primer lugar es necesario apresurarse a aclarar que no se trataba de un arrepentimiento personal o de un propósito de enmienda, sino de una nueva carga de profundidad dirigida a Pedro Sánchez, a quien recomendó «bajar el tono» si quiere contar con los votos de Podemos en su votación de investidura. El secretario general del partido morado fue preguntado sobre las críticas vertidas por el líder socialista al hecho de que Podemos siga negándose a sentarse a negociar y envíe mensajes al PSOE a golpe de rueda de prensa. «Yo creo que la gente que ha votado al PSOE y a Podemos no quiere vernos tratándonos mal, sino dialogando y haciendo un gobierno que mira hacia la izquierda. Me voy a dejar la piel en eso y no voy a entrar en ninguna descalificación», dijo.

Iglesias volvió a solicitar a Sánchez un encuentro personal, que describió como «una cuestión de cortesía». El líder de Podemos pretende presentarle personalmente el documento programático de su partido para que se decida a pactar con la formación morada y deje de lado a Ciudadanos. «Si vamos a organizar un gobierno, creo que hay que tener los oídos y los ojos abiertos. Nosotros los vamos a tener», explicó Iglesias. El líder de Podemos volvió a mostrar su confianza en que finalmente se llegará a un acuerdo y su disposición a trabajar mano a mano con Pedro Sánchez para constituir el «gobierno del cambio». «Creo que deberíamos estar reuniéndonos a diario y trabajando a diario. Por mi parte, toda la disponibilidad para trabajar todos los días, las horas que hagan falta, con el señor Pedro Sánchez», dijo sin aflojar ni un milímetro su veto a que tan siquiera empiecen las negociaciones con el PSOE mientras se estén manteniendo al mismo tiempo mesas de diálogo con C’s.

Por otra parte, durante el día de ayer Podemos dio marcha atrás en una de las más esperpénticas propuestas que contiene el documento de 98 páginas con el que quiere marcarle los tiempos a Pedro Sánchez y al Gobierno de coalición que quiere formar con ellos. En la versión corregida de su propuesta ya no se especifica entre las funciones de la Secretaría de Estado contra la Corrupción coordinar a «policías, fiscales, jueces y órganos fiscalizadores de la Administración» que tengan a su cargo la investigación de los casos de corrupción. El nuevo texto especifica que este órgano, que estará bajo la supervisión directa de Pablo Iglesias como vicepresidente, deberá dedicarse a la «especialización y coordinación de aquellos agentes de la Administración implicados en su descubrimiento e investigación», con lo que queda eliminado el paréntesis en el que se hacía referencia a «policías, fiscales, jueces y órganos fiscalizadores de la Administración», informa Ep.

Lo que sí mantiene es que “la elección deberá producirse por consenso (...) con personas (...) comprometidas con el programa del Gobierno del cambio».

La nueva Secretaría de Estado de Lucha Contra la Corrupción y el Crimen Organizado que propone Podemos no ha sido bien recibida por el resto de formaciones políticas, que han visto en esta nueva estructura un intento de querer controlar determinados órganos del Estado. El portavoz del PSOE en el Senado, Oscar López, llegó a denunciar incluso que Podemos está proponiendo una «involución democrática» al pretender que el Gobierno tenga el «control» del CNI, la Policía, los jueces, los fiscales y la televisión pública, que son su «obsesión».