Cerco a la corrupción

Podemos suspende a la presidenta del Parlamento balear por «enchufismo»

Alegan indicios de que ha usado su cargo público para «avanzar en intereses personales»

La presidenta del Parlamento balear, Xelo Huertas
La presidenta del Parlamento balear, Xelo Huertaslarazon

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha anunciado hoy la suspensión cautelar de militancia de la presidenta del parlamento balear, Xelo Huertas, ante el indicio de que ha usado su cargo público para "avanzar en intereses personales"

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, anunció ayer la suspensión cautelar de militancia de la presidenta del Parlamento balear, Xelo Huertas, ante el indicio de que ha usado su cargo público para «avanzar en intereses personales».

La dirección estatal acordó abrir un expediente disciplinario y suspender también cautelarmente de militancia a otra diputada autonómica de Baleares, Montserrat Seijas, y a un miembro del Consejo Ciudadano de esta comunidad, Daniel Bachiller, por actuar en contra del código ético y los estatutos del partido, según fuentes de Podemos en las islas.

Huertas y Seijas habrían utilizado su cargo público para beneficiar al dirigente morado Bachiller, en concreto, a través de la firma de un convenio –en vigor desde hace diez años– entre el Gobierno balear y el laboratorio científico que éste dirige. Dicho acuerdo no se iba a renovar y Xelo Huertas manifestó su intención de no votar a favor de los presupuestos autonómicos para 2017 por ese motivo, decisión en la que fue apoyada por Montserrat Seijas, según consta en el expediente disciplinario que les ha abierto Podemos. Tanto las quejas de Bachiller, en las que se lamentaba que con la no renovación del convenio el Govern «lo expulsaba de Baleares», el apoyo de Huertas y el posterior respaldo de Seijas habrían tenido lugar en un chat del Consejo Ciudadano de Podemos.

Los tres disponen de quince días para responder «ante estos hechos», según explicó el presidente de la Comisión de Garantías Estatal, Pablo Fernández. Las alegaciones las estudiará el Comité de Garantías, que adoptará una decisión al respecto.

En rueda de prensa, la responsable del área legal de Podemos en Baleares, Aina Díaz, explicó que tras la suspensión «cautelar» Huertas «no podrá hacer intervenciones en ningún ámbito en nombre de Podemos», aunque podrá seguir en su cargo de presidenta del Parlament. Señaló que, si el expediente «se resuelve de manera negativa», la sanción sería de expulsión porque «así se ha abierto el expediente y entonces sí dejaría de ser de Podemos».

Al mismo tiempo que tenía lugar la rueda de prensa del secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, se informó a la presidenta del Govern balear, la socialista Francina Armengol, y al resto de componentes de los Acuerdos por el Cambio.

Fuentes del PSOE, que gobierna en esta comunidad con el apoyo de la formación morada y la coalición Més, señalaron a este periódico que lo ocurrido es «un tema interno de Podemos» y que «no cambia nada». Para los socialistas, Podemos es «un socio externo del Govern» y los acuerdos a que se ha llegado hasta ahora «siguen adelante. «No hay nada que el PSOE pudiera hacer», apuntaron fuentes de la Presidencia balear.

Según Pablo Echenique, «más allá del plano disciplinario», en el plano político Podemos sigue manteniendo sus «buenas relaciones» con el Gobierno de Armengol. «Eso hace doblemente importante esta decisión», apostilló.

Por su parte, la presidenta de la Cámara legislativa balear, Xelo Huertas, explicó que tras su suspensión como militante de Podemos abandonará el cargo si se lo pide su partido, pero no el escaño de diputada. «Una cosa es dejar la presidencia y otra dejar el Parlament», aseguró en una comparecencia improvisada a las puertas de su despacho en Palma. Huertas, que se declaró «molesta y sorprendida» por haberse enterado por los medios de comunicación de su expulsión cautelar, negó cualquier irregularidad y atribuyó las acusaciones a «los celos, la envidia y la testosterona» de compañeros de la dirección balear de Podemos por la «visibilidad» que ella tiene como presidenta del Parlament, informa Efe. «El partido no me ha comunicado absolutamente nada. Pensaba que éramos un poco caóticos, pero no tanto», afirmó.

Xelo Huertas, quien diera el salto en 2012 del PSOE a Podemos, ostenta desde 2015 el puesto de presidenta de la Cámara, el segundo cargo de mayor relevancia institucional en Baleares. Ayer dijo que si tuviera que dimitir del puesto le quitarían «un peso de encima». «Éste no era el sitio ideal para mí», señaló.

Pidió al Rey suprimir un cóctel para ahorrar

Mes y medio después de ser elegida presidenta del Parlamento balear, en el tradicional despacho del Rey en el palacio de Marivent, Xelo Huertas pidió a Felipe VI que suprimiera el cóctel previsto días después, «ya que estamos en el siglo XXI, en crisis y se podría donar a un comedor social». El Monarca le respondió que «hay otras formas de ayudar» y que la cena con las autoridades «sirve para conectar con la sociedad balear».

Comportamientos bajo sospecha

- La casa de Espinar

El portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, decidió vender una vivienda protegida que había comprado en Alcobendas tan sólo meses después de firmar la escritura, en marzo de 2010. Esa operación le supuso un beneficio neto de unos 20.000 euros. Alegó que no podía pagar la hipoteca.

- La beca de Errejón

La Universidad de Málaga inhabilitó al número dos de Podemos, Íñigo Errejón, para desarrollar nuevos proyectos de investigación en este centro educativo, debido al fraude que cometió al cobrar una beca de 1.800 euros al mes sin ir a trabajar. Al mismo tiempo cobraba del partido como asesor.

- La asesoría de Monedero

Juan Carlos Monedero facturó 425.000 euros en dos meses de 2013 por asesorar a diversos países latinoamericanos en la futura creación de una moneda única y común. El dinero ingresado fue destinado íntegramente, según Monedero, a sostener el programa «La Tuerka».

- El asistente de Echenique

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, reconoció haber tenido un asistente trabajando en su casa al que pagaba en negro, sin contrato ni Seguridad Social, durante más de un año. Admitió no haber hecho «las cosas bien», pero culpó de ello al «sistema».