Partidos Políticos

Los socios de Iglesias renuncian al referéndum para investir a Sánchez

La consulta que propone Podemos en Cataluña ha sido hasta ahora el principal escollo para el entendimiento entre ambas fuerzas

Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía, ha hablado hoy sobre un pacto con el PSOE.
Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía, ha hablado hoy sobre un pacto con el PSOE.larazon

Podemos ha dado un paso para allanar el camino a un posible acuerdo para facilitar la investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, al rebajar en su discurso el protagonismo de su exigencia de un referéndum en Cataluña y dar prioridad a su "agenda social".

Hace dos semanas, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, viajó a Lisboa con un objetivo indubitado: importar a España la fórmula del «pacto a la portuguesa» contra la fuerza más votada que instauró en el país vecino su colega, el socialista António Costa. Entonces, la idea parecía una utopía por lo alejado y enconado de las posiciones de la formación de Pablo Iglesias, imprescindible para llevarla a cabo. El plan de Sánchez tenía todavía menos visos de prosperar cuando los representantes de Podemos irrumpieron en el Congreso de los Diputados siguiendo una «performance» más propia de un «reality show» que de la política nacional. Sin embargo, lo que hasta ahora parecía un entendimiento imposible se está disipando hacia la certidumbre de una investidura de Pedro Sánchez con los apoyos de la formación morada. Una hipótesis a la que el líder socialista nunca renunció.

En un primer momento, los de Iglesias ubicaron la división de sus confluencias en grupos parlamentarios diferenciados como condición sine qua non para trazar cualquier alianza con los socialistas, y la negativa del PSOE a favorecer una distribución que chocaba con el reglamento del Congreso hizo que Podemos se cayera de las negociaciones de la Mesa. «Queríamos acuerdo con Podemos, pero ha sido imposible porque han priorizado sus exigencias orgánicas y tensiones internas para tener cuatro grupos, algo que era imposible», lamentaron, entonces, fuentes socialistas. Esta falta de entendimiento vino acompañada de una dura crítica de los podemitas hacia Sánchez, a quien acusaron de haberse vendido a los intereses de la derecha –Ciudadanos y PP– en unas conversaciones para hacer presidente a Patxi López, que dejaban a la izquierda con menor representación en la Mesa del Congreso.

Así las cosas, la renuncia el martes de Podemos a presentar grupo propio para sus confluencias salvó el primer «match ball» hacia la investidura de Sánchez. El PSOE, por su parte, se mostró partidario de que sí se dividieran en dos, uno nacional y otro para sus socios autonómicos, en el Senado, aunque la mayoría del PP en la Mesa de la Cámara Alta lo impidió. Sin embargo, existe un escollo no menor, que éste tendrá que sortear si quiere ser el próximo inquilino de La Moncloa: el referéndum de autodeterminación. Los barones socialistas obligaron al secretario general a asumir por escrito que el partido no negociaría con quienes alientan «la autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan la fractura» y este compromiso deja fuera a Podemos en su defensa del derecho a decidir. Sin embargo, parece que también en este sentido se clarifica el panorama para el líder socialista, pues las principales facciones de la formación morada –incluida la de vertiente catalana– están aflojando la cuerda.

Para Compromís, si el PSOE se compromete a reformar el Reglamento del Congreso, mejorar la financiación de la Comunidad Valenciana y derogar varias leyes del Gobierno de Rajoy, tendrían su apoyo sin necesidad de reclamar la convocatoria de la consulta. También la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha demandado en los últimos días un «plan alternativo» a los socialistas si quieren que Podemos renuncie al referéndum. Colau estaría dispuesta a dejarlo de lado y priorizar una agenda social que recupere los derechos y libertades perdidos por los españoles. Además, la alcaldesa se encuentra actualmente inmersa en negociaciones con Miquel Iceta (PSC) y ERC para pactar un modelo de ciudad a diez años para Barcelona, negociaciones que Sánchez querría extrapolar también al ámbito nacional. Más vehemente se mostró la portavoz de En Marea, la alianza que concurrió con Podemos a las elecciones generales en Galicia. «Vamos a tender la mano siempre al PSOE porque sus bases le reclaman un proyecto de izquierdas alternativo al PP», afirmó Alexandra Fernández, tras reunirse ayer con Felipe VI.