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¿Por qué no se pusieron bolardos?

El Ayuntamiento de Barcelona desoyó la recomendación de Interior de diciembre de 2016 y optó por «una presencia policial continua» en la zona de Las Ramblas

¿Por qué no se pusieron bolardos?
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Uno de los interrogantes que surge tras el atentado del jueves en Las Ramblas es por qué no había medidas de protección física en una zona de tan fácil acceso y concurrida en una ciudad como Barcelona.

Uno de los interrogantes que surge tras el atentado del jueves en Las Ramblas es por qué no había medidas de protección física en una zona de tan fácil acceso y concurrida en una ciudad como Barcelona. A raíz del atropello masivo en una feria navideña de Berlín en 2016 y en Niza en julio de ese año, el Ministerio del Interior y la Dirección General de la Policía recomendaron las pasadas navidades instalar elementos de protección que impidieran ataques similares.

El Ayuntamiento de la Ciudad Condal valoró entonces estos consejos en el marco de la Junta de Seguridad Local, que se reúne tres veces al año y en la cual están presentes Guardia Urbana, Bomberos, Mossos d’Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil. Desde el Consistorio apuntan que, en el caso concreto de La Rambla, la Junta decidió que, en lugar de colocar bolardos, habría «una presencia policial continua» en este punto de la ciudad.

Fuentes de la seguridad municipal han asegurado que colocar masivamente bolardos no es tan sencillo. «No se pueden poner bolardos en todos los sitios y hay que tener en cuenta aspectos como que se pueda permitir acceso a los servicios de emergencia y de limpieza».

Ante las críticas recibidas, la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, ha dicho que «se revisaron los protocolos» y se tomaron medidas como el aumento de la presencia policial en puntos estratégicos de la ciudad y la activación de dispositivos especiales en grandes eventos, como la colocación de pilones o la prohibición de circular a vehículos pesados. Así, Barcelona, por primera vez, instaló bloques de hormigón durante la celebración de los actos de Fin de Año en la avenida María Cristina y prohibió la circulación de camiones durante esa tarde y noche como medida de seguridad.

En el documento policial, con fecha de 20 de diciembre de 2016, se instaba a la protección mediante «grandes maceteros o bolardos» de los espacios públicos donde se registrase una gran multitud para dificultar la entrada de vehículos y sólo permitir el «acceso controlado de los debidamente autorizados». Sin embargo, en la Rambla nunca se ha instalado estos sistemas disuasorios para impedir actos terroristas como los registrados en Estocolmo, Berlín o Niza, pese a estar en un nivel cuatro de alerta terrorista.

El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, apuntó ayer que «las medidas de seguridad antiterrorista las determinan los responsables de Interior», y el ayuntamiento colabora y aplica estas instrucciones, también si se trata de colocar bolardos. «Para dejar las cosas claras. Jamás el Ayuntamiento de Barcelona se ha negado a poner bolardos. Siempre que se le ha requerido, lo ha hecho», aseguró en Twitter.

Por contra, varias ciudades de Cataluña instalaron ayer bolardos de hormigón como medida preventiva. Calafell, Reus y Calella son tres de las localidades turísticas que han optado por este sistema recomendado por Interior, según «La Vanguardia».

Unas medidas de seguridad que poco a poco se han implantado en ciudades como Madrid, donde la instalación de elementos como maceteros y bolardos se aplicó por primera vez durante las pasadas navidades. Ayer mismo, el ayuntamiento de la capital colocaba maceteros y bolardos en calles céntricas, una medida de seguridad que ya se ha tomado en otras ocasiones para acoger eventos multitudinarios. Fuentes municipales confirmaron la colocación de estos elementos en diversas calles que, por motivos de seguridad, no se quiso concretar, aunque algunas están en las vías comerciales más concurridas, como la céntrica Preciados.

Ciudades como Soria y Zamora también han recurrido a colocar bolardos y maceteros en las principales vías peatonales. En Palma han usado barreras de hormigón para prevenir posibles atentados; una medida ya activada en actos multitudinarios, informa Efe.