Política

El desafío independentista

Por qué siguen en prisión Junqueras, Forn y «los Jordis»

Junqueras, Forn y «los Jordis»
Junqueras, Forn y «los Jordis»larazon

► Oriol Junqueras

El juez duda de su compromiso de acatar la ley

Al ex vicepresidente de la Generalitat no le ha servido de nada acatar el artículo 155 y comprometerse ante el juez a renunciar a la vía unilateral. Llarena sostiene en su resolución que sus aportaciones al «procés» –como las de «los Jordis»– «están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margan de corrección» (recuerda que estuvo presente en los hechos violentos registrados frente a la Consejería de Economía). Ese peligro, dice el juez, no desaparece con el mero compromiso de acatar la legalidad y emprender una nueva «estratregia», sino que «exige constatar que la posibilidad de nuevos ataques haya efectivamente desaparecido» o confirmar en lo sucesivo «que el cambio de voluntad es verdadero y real». Para el instructor, que Junqueras sea candidato tampoco justifica una «rebaja» de la medida cautelar de prisión porque, subraya, el riesgo de que él, Forn y «los Jordis» vuelvan a delinquir «va expresamente unido a las responsabilidades públicas a las que aspiran».

► Joaquim Forn

Responsable de la inacción de los Mossos

Sólo ha estado poco más de tres meses al frente de la Conselleria de Interior del Gobierno de Puigdemont (fue elegido para el cargo en julio del pasado año), pero el juez Llarena le atribuye la responsabilidad directa de la inacción de los Mossos d´Esquadra, especialmente durante los incidentes registrados en la Consejería de Economía el pasado 20 de septiembre durante los registros judiciales. El magistrado sostiene que esos «hechos violentos» se vieron «propiciados porque las fuerzas encargadas del orden público» –que estaban, recuerda, bajo su responsabilidad– «favorecieran o no desplegaran ninguna actuación que pudiera ponerles término». Como en el caso de los otros tres investigados que siguen en prisión, Llarena le atribuye «una posición de dominio» sobre «la idoneidad y el momento en el que era conveniente desplegar cada uno de los comportamientos del procés», incluyendo «las movilizaciones que pusieron en riesgo –o materializaron incluso– la violenta explosión social que contemplamos».

► Jordi Sánchez

«Moduló» los «actos de violencia»

A los presidentes de la ANC de Òmnium Cultural les hace responsables de las movilizaciones sociales que convocaron a sabiendas de que, aunque la mayor parte de manifestantes eran pacíficos, «se iban a

infiltrar necesariamente numerosos comportamientos agresivos». De hecho, añade, «ellos mismos participaron en la convocatoria del asedio» a la comisión judicial en la Consejería de Economía el pasado 20 de septiembre y «dirigieron a las masas durante las 19 horas que duró el cerco, modulando los actos de violencia que se desplegaron y facilitando finalmente la salida de la comisión judicial gracias a un pleno dominio de lo acontecido». Ese control de la situación, dice, se constata «en otras muchas» movilizaciones sociales independentistas. Además, como Junqueras y el propio Cuixart formaba parte del Comité Estratégico soberanista, en el que cumplía «una función definitoria de cómo y cuándo llevar a término cada una de las actuaciones del proceso y, consecuentemente, de la violencia y los tumultos.

► Jordi Cuixart

«Impulsó y capitaneó» los incidentes

El magistrado del Supremo echa por tierra los argumentos de Cuixart de que en ningún momento intentó entorpecer los registros judiciales en la Consejería de Economía y le recuerda que sobre él «se ciernen indicios» por la posible comisión de un delito de rebelión. «Por más que resulte evidente que el civismo acompañó a las decenas de miles de ciudadanos que se movilizaron ante los numerosos llamamientos públicos que recibieron –dice el juez– se constató la infiltración de numerosos comportamientos violentos y agresivos, que reflejaban el violento germen que arriesgaba expandirse y que, desde el momento en que algunos fueron impulsados y capitaneados» por el mismo Cuixart, «muestran los indicios de responsabilidad que se niegan» en el escrito en el que el presidente de Òmnium pide su libertad.

Como sucede con Sánchez y Junqueras, Llarena sostiene que su destacada aportación al «procés» y su pertenencia al Comité Estratégico le obligan a

«un mayor grado de rigor y cautela» al decidir sobre su libertad.