Pactos

PP y Cs celebran el año del acuerdo de investidura sin foto ni acto conjunto

Los dos partidos están decididos a seguir sosteniendo la Legislatura pese a la falta de confianza

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sellan el pacto hace un año
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sellan el pacto hace un añolarazon

Los intereses compartidos explican que tanto en el cuartel general del PP como en el de Ciudadanos (Cs) mande la estrategia de seguir remando juntos para hacer posible la estabilidad política y la estabilidad de la Legislatura. Los del PP creen que cuanto más resistan, mejor irá la economía y más posibilidades tienen de intentan mejorar sus resultados electorales. En la formación naranja están convencidos de que romper con la imagen de partido que sostiene la Legislatura les penalizaría electoralmente en un momento en el que todavía tienen mucho margen para seguir comiéndole terreno al PP. “Somos socios por interés mutuo”, aseguran en el PP.

Esta semana se cumple un año de la firma del pacto de investidura. El 19 fue el aniversario del primer acuerdo que concluyó en la firma del pacto el 28 de agosto del pasado año. Las dos partes aseguran oficialmente que el acuerdo va bien, pero no está previsto que haya ningún acto conjunto ni tampoco una fotografía que sirva para certificar ese balance positivo o para reivindicar una alianza que permitió poner fin a la excepcional etapa de inestabilidad que se inauguró con las elecciones generales de 2015.

En el nuevo curso la relación seguirá marcada por la tensión en el apartado de la corrupción, mientras que la colaboración se mantendrá en el capítulo económico y fiscal. Cs pretende seguir colgándose medallas y el objetivo del PP es continuar demostrando que es capaz de tejer alianzas para sostener la legislatura. «En las cuestiones importantes hemos trabajado juntos. Y así seguiremos haciéndolo. Tenemos la intención de cumplir con el acuerdo que firmamos con ellos», dicen en el PP. Mientras que en la formación naranja presumen de lo que han conseguido «ir sacando» de la minoría de los populares y se ratifican en su programa en materia de regeneración democrática, a pesar de que sus principales puntos, como la limitación de mandatos o la supresión de los aforamientos, están estancados después de un primer intento de negociación con el PP.

Por debajo de las declaraciones a nivel nacional los dos partidos mantienen su disputa electoral y esto afecta a la relación política y también a la relación personal. Y si en Madrid trabajan conjuntamente, pero sin dejar a un lado los recelos, a nivel territorial puede asegurarse que los dos partidos pelean como lo que son, adversarios electorales, y la relación es en bastante casos mucho más tensa entre ellos que con el PSOE.

«Coqueteos y veleidades»

Pero pese a esta realidad, el PP cuenta con Cs para aprobar los Presupuestos de 2018 y también para afrontar el principal problema al que se enfrenta el Gobierno en el nuevo curso, el desafío independentista. Y por lo demás Rajoy irá sorteando «día a día» los demás obstáculos derivados de no tener una mayoría de gobierno, siempre que Cs no cambie de bando en las «cuestiones esenciales». Es decir, que no se alíe con la izquierda para tumbar las principales reformas de la pasada legislatura o los ejes de su política económica. Rajoy confía en que esto no suceda, y en que al margen de «coqueteos y veleidades», según uno de sus colaboradores, el partido de Rivera no rompa con el PP en esos ejes de los que depende la continuidad de la legislatura, es decir, en materia fiscal o de estabilidad presupuestaria, por ejemplo.

Después de un año de pacto, Cs se felicita de su «mejoría» en las encuestas electorales, y creen que tienen mucho más terreno para crecer a costa del desgaste de Rajoy por los casos de corrupción que han afectado a su partido. Mientras que el PP dice estar tranquilo aunque no haya conseguido marcar distancias con la formación naranja. Aseguran que el test serán las autonómicas y municipales y que para entonces habrá cambiado la fotografía y que el voto útil, ante el acercamiento del PSOE y Podemos, jugará a su favor. Cs intentará mantener viva la «presa» de la investigación de la presunta financiación irregular del PP hasta que lleguen esos comicios, y por eso cuestionan «las prisas» de la izquierda por apretar a Rajoy y «gastar bazas que hay que saber dosificar». Y en la dirección nacional del PP esperan que «la oposición sobre casos de corrupción ya judicializados y del pasado no les pase nuevas facturas». Una música que ya se escuchaba antes de las últimas elecciones generales.

En cualquier caso, el pacto «sigue vivo» y las dos partes aseguran, al año de su firma, que van a continuar trabajando para ejecutar su contenido.