Déficit autonómico

Pacto para dar 4.000 millones a las CC AA

Gobierno y PSOE flexibilizan sus exigencias y fijan un déficit del 0,6% en 2017. Cataluña, Valencia y Baleares, en contra

La vicepresidenta Sáenz de Santamaría conversa con el vicepresidente económico de la Generalitat, Oriol Junqueras, en presencia del ministro Montoro
La vicepresidenta Sáenz de Santamaría conversa con el vicepresidente económico de la Generalitat, Oriol Junqueras, en presencia del ministro Montorolarazon

Gobierno y PSOE flexibilizan sus exigencias y fijan un déficit del 0,6% en 2017. Cataluña, Valencia y Baleares, en contra

Hasta 4.000 millones de euros adicionales para gastar en 2017. Esto es lo que han conseguido las comunidades autónomas después de un intenso tira y afloja con el Ministerio de Hacienda. Finalmente, Cristóbal Montoro ha accedido a elevar el tope de déficit en el que podrán incurrir las regiones el año que viene, según informó ayer en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Las autonomías podrán desviarse hasta en un 0,6% de su Producto Interior Bruto (PIB), frente al 0,3% que tenían fijado hasta ahora. En 2017 el déficit debería ser del 0,3%, para pasar al 0% en 2019.

Aunque ninguna de las dos partes ha conseguido su objetivo al 100%, el nuevo «talante» negociador con el que ha comenzado esta legislatura ha permitido alcanzar un consenso mayoritario. Para las comunidades se trata de un balón de oxígeno que les permitirá relajar el ajuste del año próximo, además de poder confeccionar sus presupuestos para 2017 con cifras reales, en lugar de proyecciones. Para el Gobierno, la nueva senda de déficit autonómico le permite ir a Bruselas a defender un recorte del déficit frente al registrado este año, que ascenderá al 0,7%.

En un principio las comunidades demandaban un 0,7%, pero finalmente han renunciado a una décima (unos 1.000 millones de euros) para salvar un acuerdo que les es igualmente ventajoso, conscientes de que el Ejecutivo no iba a aceptar paralizar la senda de consolidación fiscal. Los consejeros de los gobiernos socialistas pretendían que las dos décimas de flexibilización que había autorizado la UE recayeran íntegramente en las comunidades, cuyos presupuestos son los que más han acusado la época de crisis. De hecho, la idea del Gobierno era flexibilizar el déficit, pero no en tanta medida como lo ha hecho, sino más bien en torno al 0,5%. De cara a 2017, España debe rebajar el déficit del 4,6% al 3,1% para cumplir con sus compromisos con la Unión Europea. Esto supone unos 15.000 millones de euros de ajustes, y aunque buena parte llegará por la vía de la mejora económica, otra parte debe hacerse recortando gastos.

Sin embargo, la necesidad de mantener un diálogo fluido con la oposición, con una mayoría de comunidades gobernadas por el PSOE, le ha llevado a abrir la mano pensando en futuros acuerdos y permitir 1.000 millones de déficit adicional. Sin ir más lejos, el techo de gasto, que se cerrará esta semana, o sacar adelante los Presupuestos en unas semanas, aparecen en la agenda inmediata del Gobierno como prioridades para las que necesita consenso con el resto de partidos. No obstante, desde el PSOE señalaron que el acuerdo sobre el déficit no anticipa ningún pacto o acercamiento sobre el proyecto de las cuentas estatales ni sobre el límite de gasto de la administración. De hecho, siguieron calificando de «remota» la posibilidad de apoyar al Gobierno en estos asuntos.

Eso sí, fuentes socialistas confirmaron que este acuerdo está vinculado con un paquete de medidas más amplio, en el que se incluye una subida del salario mínimo interprofesional, entre otros temas. No obstante, como nunca llueve a gusto de todos, el nuevo déficit no contenta a todas las regiones. Las más críticas fueron Cataluña, la Comunidad Valenciana y Baleares. Estas tres regiones fueron las únicas que votaron en contra, exigiendo un déficit por encima del 1%, muy superior a las demandas del resto. No obstante, casi todas coincidieron en pedir una mejora del sistema de financiación que aumente el dinero que reciben.

Una vez cerrado el pacto con las comunidades autónomas, Montoro comparecerá el 14 de diciembre en la Comisión de Hacienda del Congreso para explicar el techo de gasto de 2017 y los objetivos de déficit y deuda que aprobará hoy el Consejo de Ministros. Además, el ministro de Hacienda rendirá cuentas sobre la reforma del Impuesto sobre Sociedades, que será la base para aumentar la recaudación en 2017, y de las alzas y retoques a los Impuestos Especiales del alcohol y del tabaco, así como a las bebidas azucaradas.

Desde el Gobierno garantizan que este techo de gasto de 118.000 millones de euros, similar a lo ejecutado este año pero inferior en 5.000 millones al que se aprobó inicialmente, permitirá no tener que recortar ninguna partida social y al mismo tiempo, gracias al aumento de ingresos tributarios, cumplir con el déficit. Sin embargo, aún está por ver que PSOE o Ciudadanos vayan a dar su visto bueno a mediados de mes en el Congreso, para lo que será necesario seguir negociando. En este sentido, Montoro apeló ayer al «espíritu de coincidencia» que ha permitido pactar el déficit. «En esta legislatura es obligado coincidir, pese a las diferencias. Es una oportunidad», dijo el ministro.