Crisis en el PSOE

PSOE y PSC, al borde de la ruptura por el veto inamovible a Rajoy

Barones críticos advierten de que incumplir la disciplina de voto obligaría a «revisar» la relación

Los presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Andalucía, Susana Díaz y Asturias y presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, esperan para ser saludados por el Rey
Los presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Andalucía, Susana Díaz y Asturias y presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, esperan para ser saludados por el Reylarazon

Barones críticos advierten de que incumplir la disciplina de voto obligaría a «revisar» la relación.

Las primarias del PSC han irrumpido en el debate de la gober-nabilidad. En un primer momento, la elección del primer secretario catalán obligó al PSOE a cambiar su calendario interno y retrasar la celebración del Comité Federal –todavía sin fecha fija, aunque todo apunta a que se celebrará el domingo 23–. Superado este escollo, la situación lejos de fluir se ha enconado todavía más, pues los sucesivos pronunciamientos de los candidatos, Miquel Iceta y Nuria Parlon, en contra de favorecer la investidura de Mariano Rajoy han agitado el debate sobre la posición que debe asumir el partido de cara a la formación de Gobierno. Las posiciones están tan enfrentadas que desde hace días la amenaza de ruptura entre el PSOE y el PSC (como partido autónomo que es), que siempre ha sido recurrente, ha comenzado a cobrar más fuerza si cabe.

Todo comenzó el lunes 3 de octubre. Después del turbulento Comité Federal que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez, la Ejecutiva del PSC se reunió y decidió mantener su veto inequívoco a un ejecutivo del PP. La vehemencia en la defensa de esta postura llevó a los candidatos a señalar que incluso romperían la disciplina de voto y desobedecerían el mandato del máximo órgano entre congresos si éste decidía la abstención. Las declaraciones sostenidas por ambos contendientes a la Primera Secretaría se encuadran en una dialéctica de campaña, lo que mantiene la esperanza dentro de la gestora de que, una vez superado el proceso de primarias, las posiciones se relajen. Sin embargo, Parlon, que ha tenido que buscar su espacio discursivo propio, ha ido más allá y ha defendido abiertamente la necesidad de «revisar» el vínculo que les une con Ferraz.

Es precisamente ese vínculo el que también piden replantearse algunos barones críticos en caso de que el PSC opte finalmente por romper la disciplina de voto socialista. Según fuentes consultadas por LA RAZÓN, llegado el momento y de materializarse, «el incumplimiento tendría consecuencias», como la ruptura de los acuerdos con el PSOE que les dejarían sin derecho a voto en el Comité Federal e incluso podrían desencadenar su salida del Congreso Federal socialista. El artículo 53.1 de los estatutos del partido es claro en este sentido y señala que «cabrá la expulsión provisional del partido (...) en el caso de actuación en contra de los acuerdos expresamente adoptados por los órganos de dirección del partido», como es el caso del Comité Federal. A pesar de este precepto, las fuentes consultadas prefieren mantener una posición de prudencia y se limitan a puntualizar que se trata únicamente de una «mera hipótesis», por lo que primero «tendría que darse el caso de que se decida incumplir la disciplina de voto». Un escenario que podría evitarse si, tal como adelantó este diario, sólo se abstuvieran –de forma presencial o ausentándose– los 11 diputados imprescindibles para facilitar la investidura de Rajoy. En todo caso, la prudencia manda, sobre todo, porque los socialistas catalanes se encuentran inmersos en un proceso de primarias y no hay «voluntad de enredar» mientras esto sucede, reconocen.

Desde la gestora, sin embargo, se siguen haciendo llamamientos para que se cumpla con el mandato del Comité Federal. Ayer su portavoz, Mario Jiménez, apuntó en una entrevista en «Los Desayunos de TVE» que no le cabe duda de que esto sucederá, «porque quien no acepte esto, no estaría aceptando la propia democracia». En su opinión, el PSOE tiene «unas normas muy claras que se van a cumplir escrupulosamente».