Cataluña

Puigdemont acusa al Gobierno de «hacer política» con la seguridad

Asegura que el referéndum es imparable y que ya tiene más de 6.000 urnas preparadas

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.larazon

Asegura que el referéndum es imparable y que ya tiene más de 6.000 urnas preparadas.

El Gobierno y la Casa Real muestran su total apoyo a Cataluña estos días, después de los brutales atentados, con la masiva presencia en Barcelona de autoridades como, por ejemplo, el Rey; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y diversos ministros, como el de Justicia, Rafael Català, o el de Educación y Cultura y a su vez portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo. Su Majestad Felipe VI y el Gobierno al completo asistirán hoy a la manifestación contra el terrorismo.

Y mientras, la actitud del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, parece ser diferente. En una entrevista concedida al diario británico «Financial Times», pidió al Gobierno «no hacer política» con la seguridad tras los atentados. Unas declaraciones que coinciden con el hecho de que, pese a su rapidez y eficacia en liquidar a la cúpula terrorista, se supo que los Mossos d’Esquadra no investigaron al imán de Ripoll a pesar de las alertas que llegaron de Bélgica.

Puigdemont insistió en que el Gobierno puso trabas a contrataciones de nuevos agentes –fue la Generalitat quien aplicó los recortes salariales al cuerpo– y, de nuevo, pidió que la Policía autonómica pueda acceder a los datos de la Europol.

Sobre la eterna polémica de la relación entre los diferentes cuerpos de seguridad, Puigdemont aseguró que son «excelentes». Esta semana, un portavoz del Sindicato Unificado de la Policía Nacional (SUP) explicó a este diario, entre otras quejas, que «nos hubiera gustado participar más en la investigación de los atentados». El mismo Puigdemont reconoció que «la Policía Autonómica, a pesar de que no tiene todas las herramientas que necesita y está mal financiada, ha manejado la crisis de forma excepcionalmente buena».

Fuera de elogios a los Mossos, anunció que sigue adelante con su idea de celebrar el referéndum el 1–O, ya que, a su juicio, «el retorno a la normalidad es una derrota para los terroristas». «No quiero ir a la cárcel, pero no hay nada que puedan hacerme que me vaya a obligar a detener esta consulta», sentenció.

En la misma entrevista, Puigdemont también se refirió al asunto de las urnas. Ocurre después de que este verano el concurso quedase vacío, quizá por el temor a las inhabilitaciones. El presidente catalán aseguró que la Generalitat cuenta ya con «más de 6.000 urnas» para intentar celebrar el referéndum, por lo que se vanaglorió de que no ve «cómo el Estado puede pararlo». El problema es que el objetivo del Ejecutivo catalán era llegar hasta las 8.000 urnas.

Sólo una semana después de que los atentados yihadistas causaran 15 víctimas mortales y más de 120 heridos en Barcelona y Cambrils, Puigdemont insistió en que sigue adelante con sus planes para celebrar el referéndum independentista. «Nosotros demostramos cada día que estamos preparados para actuar como un estado independiente... no solo en momentos excepcionales». «Una relación entre iguales –en referencia a España– lo mejorará todo, dijo.