El desafío independentista

Puigdemont, desde Bruselas, ya no habla de «presos políticos» sino de «rehenes»

Afirma en su perfil de twitter que «hay un conflicto a resolver entre Cataluña y España» y ha añade: «nosotros hemos apostado siempre por la vía pacífica y el diálogo».

Puigdemont, desde Bruselas, ya no habla de «presos políticos» sino de «rehenes»
Puigdemont, desde Bruselas, ya no habla de «presos políticos» sino de «rehenes»larazon

Afirma en su perfil de twitter que «hay un conflicto a resolver entre Cataluña y España» y ha añade: «nosotros hemos apostado siempre por la vía pacífica y el diálogo».

Desde su cómodo exilio en la capital belga, el ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, expresó su consternación por la decisión del Tribunal Supremo de mantener en prisión a su mano derecha en la Generalitat, si vicepresidente Junqueras. Llegó incluso ha hablar de que el líder de ERC, «los Jordis» y el ex conseller Forn «ya no son presos políticos, son rehenes». Otro de sus mensajes en Twitter fue: « Las urnas han hablado tres veces inequívocamente. Pese a esto, Junqueras está retenido en Estremera. Y los Jordis. Y Quim». Sin embargo, poco antes de que se conociera el veredicto de los jueces del Supremo, el PDeCAT ponía en circulación una nota interna en la que se hacía referencia, sin citarla de manera expresa, a la propuesta de Gabriel Rufián de que Junqueras es el «plan B» del independentismo. «Reiteramos que sólo existe un plan: restituir al presidente Puigdemont y al Govern legítimo», decía el documento poco antes de afirmar que «cualquier otro plan es dar por bueno el golpe de Estado de Rajoy y no respetar los resultados de las elecciones».

La prisión de Junqueras provocó una cadena de reacciones. Fiel a su estilo bronco y desconectado de la realidad, el portavoz adjunto de Esquerra en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, dijo que «algún día» los magistrados del supremo tendrán que comparecer «ante un tribunal internacional de derechos humanos». Para Colau la decisión es una «locura» y el PNV cree que dificulta la convivencia en Cataluña.