Delito fiscal

Pujol Jr. admitió que se destruyeron documentos de cuentas en Andorra

Aseguró al juez que el dinero lo repartía «a mi manera» entre sus hermanos y madre

Pujol Ferrusola, el día de su declaración en la Audiencia
Pujol Ferrusola, el día de su declaración en la Audiencialarazon

Aseguró al juez que el dinero lo repartía «a mi manera» entre sus hermanos y madre

¿Ordenó usted que se destruyeran documentos de su cuenta en el banco de Andorra donde la tenía abierta y que previamente no estuvieran en el sistema informático? Le preguntó más de una vez el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata a Jordi Pujol Ferrusola en su comparecencia el pasado día 11. Ante esta más que comprometida cuestión, el primogénito del ex presidente de la Generalitat, intentó salirse por la tangente, aunque al final llegó a reconocer tal extremo, aunque lo justificó en que lo único que pretendía era que el banco cumpliese con la normativa que tenía sobre esa materia. En un primer momento aseguró en su declaración judicial, a la que tuvo acceso LA RAZÓN, que nunca pidió que no figurase nada en el sistema informático, sino que «fueron ellos», en referencia al banco, los se lo ofrecieron «y lo hicieron, y en ningún momento me dijeron si podía ser más o menos secreto. Nunca lo cuestioné. No era una petición mía». Y, en cuanto a la destrucción de documentos, aseguró que dese el banco «siempre» le habían dicho que los documentos que estaban en vigor más de 20 años, ellos los destruían. «Por eso, yo les digo, ¿oiga, por qué no aplican lo que me están diciendo?», y entonces, añadió, es cuando «ellos me dicen, no, eso se aplica después del último movimiento». En ese momento, aseguró, es cuando «entro en contradicción con ellos y por eso les pido que destruyan la documentación».

Ante esta respuesta, la pregunta del juez fue inmediata: «¿Es cierto entonces que lo hizo?», a lo que el Pujol Ferrusola no tuvo más que admitirlo: «Tiene usted razón», dijo al instructor de la causa que investiga la fortuna de la familia del ex presidente catalán. El magistrado insistía en conocer los motivos de pedir la destrucción de esos documentos, a lo que Pujol Jr insistió en lo mismo una vez más. «Ellos mismos habían dicho que esos documentos sólo tendrían validez un período de tiempo determinado... No había ninguna otra finalidad».

Por otro lado, insistió en que todo el dinero de las cuentas de Andorra procedía del «legado» de los 140 millones de pesetas que les dejó su abuelo Florenci al fallecer, en 1980, y que, tras varias personas que llevaron la gestión de ese dinero, a partir de 1990 es cuando se tiene que hacer cargo.

A partir de ahí, comenzó a gestionar el patrimonio en busca de la mayor rentabilidad posible. «Siempre estaba constantemente moviendo el dinero», llegó a manifestar. Esa gestión durante unos años, hasta que consideró que todos sus hermanos eran ya «autosuficientes» y que tanto la situación relativa a su padre como en España era de «calma», en 1992. En el año 2004 es cuando hace el último «reparto de dinero» entre sus hermanos y madre. Sobre la forma en que lo repartía, declaró que no había un sistema fijo, sino que unas veces era por transferencias y otras, en efectivo; y que posteriormente anotaba en un «estadillo». El reparto, definió con forma muy gráfica, era de «forma aleatoria, a mi manera», sin que existiesen motivos concretos para transferir o dar en efectivo cantidades distintas a unos u otros.

La Fiscalía, por su parte, reprochó al investigado –que como su padre no aportó documentación alguna– su falta de colaboración con la Justicia, al negarse a facilitar la identidad del gestor de sus cuentas en Andorra. Ésta fue, precisamente, una de las tres únicas preguntas que efectuaron los dos fiscales a Pujol Ferrusola.