Elecciones 24-M

Rajoy confirma que los cambios los hará antes del verano

Carlos Floriano y Javier Arenas junto a María Dolores de Cospedal durante la reunión que han mantenido con los presidentes provinciales e insulares y secretarios autonómicos del PP.
Carlos Floriano y Javier Arenas junto a María Dolores de Cospedal durante la reunión que han mantenido con los presidentes provinciales e insulares y secretarios autonómicos del PP.larazon

El PP tiene intención de hablar con las fuerzas políticas que "no tienen como objetivo desalojar"a los populares para alcanzar pactos que garanticen la gobernabilidad y que den "estabilidad institucional"y ha prometido que tendrá la misma estrategia en todos los ayuntamientos y comunidades.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó ayer que los cambios en su Gabinete y en el partido, consecuencia de la reflexión que ha abierto tras los resultados de las autonómicas y municipales del 24 de mayo, se producirán antes del verano. «Ya he dicho mucho», puntualizó ante las expectativas generadas con esta declaración realizada al término de su intervención en las jornadas «Trabajo autónomo y economía social, motores de empleo». Este periódico informó ayer de que esos cambios estarán materializados antes de final de junio, ya que el presidente quiere ponerlos en marcha una vez se constituyan las nuevas corporaciones locales el próximo día 13. En la medida en que la secretaria general y candidata del PP a la Junta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha trasladado que no quiere abandonar su puesto al frente del partido, pese a las críticas internas, las miradas se dirigen ahora hacia las vicesecretarías y otros segundos niveles. También dan por hecho el ascenso de Pablo Casado, el que ha sido el portavoz del PP en la campaña electoral. Ayer a Rajoy se le preguntó expresamente si los cambios que se esperan se producirán antes del verano. «Sí, sí». ¿Se refiere a los cambios en el Gobierno y en el PP?, se le volvió a interrogar. «Ya he dicho mucho», replicó. El presidente del Gobierno ha abierto un análisis sobre las mejoras que puede introducir dentro de su partido para rebajar el desgaste de sus siglas por la gestión de la crisis económica y de los casos de corrupción que les han afectado. A cinco meses de las elecciones generales, Rajoy necesita revisar el funcionamiento de la cúpula del partido y todo indica que también hará algún ajuste en su Gabinete, aunque sólo sea por la salida del ministro de Educación, José Ignacio Wert, como embajador en la OCDE. Luis de Guindos está pendiente de su designación como presidente del Eurogrupo. Ayer, en Génova los vicesecretarios Carlos Floriano y Javier Arenas presidieron una reunión de secretarios generales regionales y presidentes provinciales del partido para analizar los resultados electorales y los pactos postelectorales.

A la reunión celebrada en Génova también asistió al final la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien llamó al partido a que se mantenga «unido, a «no hacerse daño» entre ellos mismos, a hacer «los cambios necesarios» y a atender a lo que piden sus votantes, porque aún se pueden ganar las generales, informa Ep.

La dirección acordó con los mandos territoriales que el PP mantendrá en todos los ayuntamientos y comunidades autónomas una estrategia de negociación con aquellas fuerzas «que no tienen como objetivo desalojar al PP». Los populares recuerdan que tienen la mayoría absoluta en 2.768 ayuntamientos y mayoría relativa en otros 656. Esta estrategia de negociación está focalizada, principalmente, en Ciudadanos y en partidos minoritarios locales.

La línea roja es garantizar la continuidad de la política económica defendida hasta ahora por el Gobierno de Rajoy. Es decir, que los candidatos no tienen autorización para incluir esta cuestión dentro de la negociación postelectoral. El PP apela también a la estabilidad y a la necesidad de que estos acuerdos se sostengan en el principio de la transparencia. Ayer Génova advirtió de que los pactos postelectorales que se sellarán a partir de los resultados del 24-M serán muy importantes de cara a las próximas elecciones generales, «donde los ciudadanos valorarán la coherencia de las decisiones que hayan adoptado los distintos partidos políticos». Detrás de esta declaración está el convencimiento por parte de la cúpula popular de que la imagen del acuerdo del PSOE con Podemos perjudicará al principal partido de la oposición. Y que los partidos nuevos también se desgastarán al tener que empezar a tomar decisiones y a «retratarse». «Mostramos nuestra preocupación por que las fuerzas políticas no respeten la voluntad de los ciudadanos. Violentar esa voluntad mayoritaria expresada en las urnas puede conducir a configurar gobiernos que en vez de defender el interés general tengan como único objetivo desalojar al PP de las instituciones», denunció la dirección popular.

En su defensa, el PP también advirtió de que el último cordón sanitario contra ellos acabó con España al borde de la quiebra de la mano de múltiples gobiernos tripartitos, cuatripartitos y quintapartitos. Al terminar la reunión con sus dirigentes territoriales, el PP llamó a los demás partidos inmersos en la negociación de los pactos postelectorales a «respetar la voluntad soberana y mayoritaria de los ciudadanos».

El PP está preocupado por el coste en poder territorial que le puede suponer el frente de izquierdas que lidera el PSOE y también porque estas elecciones autonómicas y municipales han demostrado que la suma con C’s no es suficiente para mantener algunos importantes feudos. El PP da por hecho que el frente de izquierdas se extenderá a las generales. Y sociólogos de cabecera como Narciso Michavila ya les están advirtiendo de que extrapolando estos resultados electorales, pueden ser la fuerza más votada, pero el PSOE es el que puede tener más posibilidades de gobernar.