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Rajoy asegura que presentará su candidatura para ser investido de nuevo

El Rey maneja como primera opción que el líder del Partido Popular se someta a la investidura

Mariano Rajoy durante la ceremonia de imposición de las condecoraciones de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio, hoy en el Museo del Prado en Madrid.
Mariano Rajoy durante la ceremonia de imposición de las condecoraciones de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio, hoy en el Museo del Prado en Madrid.larazon

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, trasladará al Rey su «firme voluntad» de que le dé la confianza para intentar formar gobierno y «convencer» con sus propuestas a PSOE y Ciudadanos, tal y como adelanta hoy LA RAZÓN.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que tiene "todas las fuerzas"para presentar su candidatura a ser investido de nuevo jefe del Ejecutivo y ha argumentado que lo bueno para España sería que este asunto estuviera resuelto en el plazo de 15 días.

Rajoy ha hecho estas consideraciones en declaraciones a los periodistas antes de presidir un acto en el Museo del Prado, en las que ha invitado al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a "relajarse", en vez de criticarle, al tiempo que le ha pedido que tenga altura de miras.

Aunque ha señalado que lo que mañana transmitirá al Rey en la reunión que mantendrá con él en el Palacio de la Zarzuela es razonable que lo sepa primero el Monarca y que no se entere por los medios de comunicación.

"Evidentemente, mi candidatura la voy a presentar. Nos han votado más de siete millones de españoles y sinceramente creo que en la situación en la que estamos, un poco de sensatez y de cordura viene bien", ha añadido.

Para él, el único planteamiento serio sería que en quince días pudiera estar resuelta la investidura, ya que todo lo demás, como una coalición de ocho o nueve partidos, generaría incertidumbre y sería "un disparate".

Ante las palabras de Sánchez en las que hoy le ha recomendado que si no iba a un debate para lograr su investidura debería irse a casa, ha insistido en que es bueno "relajarse de cuando en cuando".

Al plantearle si hay razones para que en el PP puedan estar preocupados por una supuesta inacción suya para lograr un acuerdo, ha explicado que ha hablado con todas las personas con las que lo debía hacer y que este no es un momento para "dar espectáculos", sino para ser serios.

Ha recordado que con el único que no ha hablado es con Sánchez porque él no desea hablar con el PP. "Se está produciendo un espectáculo poco edificante"y lo que va a hacer el PP es "dar la talla" mientras que otros (en alusión a Sánchez) tiene sus dudas de que la estén dando.

Ha añadido que los españoles han dicho a los partidos que se entiendan y cree que hay una magnífica oportunidad para lograr algo sensato como lo que él propone, un acuerdo "que puede admitir muchas formas"entre PP, PSOE y Ciudadanos.

Rajoy ha insistido en que, con ese pacto, se pueden hacer reformas para muchos años y se daría un buen mensaje tanto para fuera de España como para los propios ciudadanos españoles.

Carambolas y cambalaches

Ya lo había adelantado esta mañana el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que informaba de que Rajoy le trasladará a Felipe VI en la reunión que celebrarán mañana, viernes, en el Palacio de la Zarzuela que iba a presentar su candidatura.

"Tenemos que hacer de la necesidad virtud y buscar la posibilidad de entendernos entre todos", ha confiado Hernando ante la dificultad que tiene Rajoy de recabar apoyos suficientes para ser reelegido.

El portavoz del PP ha censurado al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que esté intentado ser presidente "a través de la carambola, el cambalache o mediante la intriga de la concesión de favores".

"No sería razonable que alguien intentara encontrar en los despachos, en las intrigas o en los cambalaches lo que no ha conseguido en las urnas", ha asegurado.

Según Hernando "hay gente que intenta permanentemente subvertir la realidad", pero que la responsabilidad del PP es que Rajoy se someta a la investidura.


Discurso

Asimismo, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, ha asegurado que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, está dedicado estos días a preparar su discurso de investidura ante el Congreso y en "convencer"con él a PSOE y Ciudadanos de que deben formar juntos una "gran"coalición, y no ha querido elucubrar sobre si Felipe VI llamará antes o no al líder de los socialistas, Pedro Sánchez, para que lo intente. "Es una prerrogativa del Rey".

En declaraciones en Fitur, el dirigente 'popular' ha negado que Rajoy esté desaparecido o que no esté intentando tender puentes con otros partidos. Y ha precisado que contactos entre PP y PSOE, "se producen todos los días, aunque infantilmente Pedro Sánchez los niegue", como la cena este miércoles entre los respectivos portavoces en el Congreso, Rafael y Antonio Hernando.

Martínez Maíllo ha acusado al secretario general de los socialistas de pretender llegar al gobierno a toda costa, pactando con fuerzas de extrema izquierda e independentistas. "¿Por qué le darían su apoyo? Porque un Gobierno socialista es mucho más débil en la defensa de la unidad de España que un verdadero gobierno entre PP, PSOE y Ciudadanos", ha agregado.

Las dudas sobre la propuesta del Rey

Y es que, la pregunta que empieza a marcar la agenda política es si Su Majestad Felipe VI debe proponer ante el Congreso de los Diputados como candidato a presidente del Gobierno a quien ha ganado las elecciones generales sabiendo que no va alcanzar los apoyos necesarios para conseguir la confianza de la Cámara porque se está conformando otra alternativa de gobierno.

Hay presiones en una dirección y en la otra, mientras que en paralelo desde el entorno de la dirección socialista y del partido de Pablo Iglesias se alimenta más que nunca hasta ahora la expectativa de un futuro entendimiento. Justo en vísperas, no es casual, de que Pedro Sánchez se presente ante el Rey.

El debate es complejo, y puede quedar determinado por lo que ocurra mañana en las audiencias que el Rey mantendrá en el Palacio de la Zarzuela con Mariano Rajoy, y, sobre todo, con Pedro Sánchez. Va a depender de lo que el secretario general del Partido Socialista le cuente a Felipe VI sobre sus planes y sobre sus apoyos para conformar una mayoría alternativa de gobierno. De con qué llega Sánchez a La Zarzuela y qué le va a pedir al Rey.

No obstante, en el Partido Popular han empezado a sopesar los riesgos de una investidura fallida. De hasta dónde la izquierda y los independentistas pueden elevar el ataque a Rajoy y del desgaste para Rajoy y para el partido de someterse al proceso. Más allá de las sorpresas y movimientos que el presidente del Gobierno en funciones pueda ejecutar ante el Pleno para defender su oferta de una gran coalición, las dos jornadas parlamentarias serán, sin duda, un combate a cara de perro contra el candidato del PP. Y en el partido hay quienes sostienen que en esta coyuntura es muy difícil que consigan sacar algo positivo del examen parlamentario porque el PSOE «no irá a escuchar, sino a destruir para justificar su decisión de dejar el Gobierno de España en manos de la izquierda radical y del independentismo».


Pese a estas reflexiones de última hora que han empezado a surgir en algunos sectores del PP, Rajoy defenderá ante el Rey su condición de partido ganador de las elecciones y, por tanto, según precisan fuentes de la dirección popular, su derecho a intentar conseguir la confianza del Congreso. Ahora bien, desde la dirección popular también insisten en que «quien decide quién se presenta a la investidura es el Rey en virtud de sus conversaciones».


Como viene ocurriendo desde la noche electoral, el PSOE tiene mucho margen para condicionar el resultado de la ronda de conversaciones que se ha celebrado durante toda esta semana en Zarzuela. Hasta ahora tanto en público como en privado han sostenido que primero quieren que por el Congreso pase Rajoy, para luego intentarlo ellos. Pero también es verdad que en las últimas horas se están activando resortes y han aumentado las presiones bajo la bandera de un hipotético acuerdo del PSOE con Podemos.


En Génova dan además ya por hecho el apoyo del PNV por los acuerdos de gobierno que socialistas y peneuvistas mantienen en esa comunidad autónoma y que están funcionando. Y este clima es el que está haciendo que cunda el desánimo entre dirigentes y cargos territoriales, que temen que la sesión de investidura sea «un todos contra el PP» que sirva de caja de resonancia del «cordón sanitario» que lidera Sánchez.

En la dirección popular, sin embargo, creen que no hay que anticipar acontecimientos y que antes de dar nada por perdido hay que ver cómo el líder socialista transforma en hechos sus intenciones. Sostienen que la sesión de investidura es una oportunidad para que Rajoy, con su programa, deje en evidencia «la alianza radical» en la que Sánchez quiere apuntalar su llegada a La Moncloa y para que «presente al país un programa de gobierno moderado, social, dialogante y al servicio del trabajo conjunto para impulsar el crecimiento y el empleo». «Rajoy se guarda sus bazas y las jugará donde tiene que hacerlo, ante el Congreso, para que cada uno se retrate ante todos los españoles», sostienen desde el entorno del presidente en funciones.

Desde la dirección popular también advierten de que dado que no hay que descartar todavía ningún escenario, ni siquiera el de nuevas elecciones, el debate de investidura será una ocasión para que Rajoy, en coherencia con el programa con el que se presentó a las elecciones del 20 de diciembre, marque los ejes de su estrategia si hay que entrar de nuevo en campaña.Y para que evidencie que ha entendido el mensaje de las urnas, «que es tiempo de consensos y de que todos cedamos».


La primera sesión de investidura se celebrará previsiblemente la primera semana de febrero y si no hay candidato con apoyos suficientes, a partir de ahí se pondrá en marcha el cronómetro en Zarzuela para que la situación de interinidad se resuelva lo antes posible con el objetivo de que perjudique lo menos posible.