Javier Arenas

Rajoy defenderá que no tenía competencias sobre los hechos juzgados en Gürtel

Acudirá mañana a la Audiencia Nacional a declarar como testigo en el juicio del caso Gürtel

Mariano Rajoy acudirá mañana a declarar como testigo en el juicio del caso Gürtel con disposición de colaborar con la Justicia, aunque en su entorno se asegura que puede aportar poco para aclarar los hechos juzgados.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudirá mañana a declarar como testigo en el juicio del caso Gürtel con disposición de colaborar con la Justicia, aunque en su entorno se asegura que puede aportar poco para aclarar los hechos juzgados al no tener información alguna porque no estaban bajo su competencia.

Pero eso no será óbice para intentar responder a todas las preguntas que le planteen las partes, avanzan fuentes del Ejecutivo y del PP que afirman que Rajoy está tranquilo y que enmarcan su comparecencia en el terreno de la “normalidad”.

Rajoy tiene previsto ir solo a esta citación, sin ser acompañado por ningún miembro del Gobierno o de su partido, y ha estado preparando su comparecencia estudiando algunos datos y fechas aunque sin ensayar cómo serán sus respuestas.

En ellas, según las fuentes citadas, intentará evitar contestaciones como las de “no me consta” o “no recuerdo”m y si lo hace, será justificándolo y explicando, por ejemplo, cuál era su cometido en ese momento.

Subrayan que los hechos que motivan su presencia en el juicio hacen referencia a unas campañas electorales de 2003 en Majadahonda y Pozuelo sobre las que el presidente no tiene información porque no eran competencia suya.

En ese momento él era vicesecretario del partido pero sin funciones y no pasaba prácticamente nunca por la sede del partido debido a sus responsabilidades como vicepresidente del Gobierno.

Además, Rajoy podrá recordar que el presunto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha declarado públicamente en este proceso que no había química con él y que cuando él fue designado presidente del PP, se rompió la relación con él.

En atención a su rango institucional, Rajoy declarará “en estrados”, es decir, colocado al mismo nivel que el tribunal, aunque el lugar concreto donde se sentará aún está por definir.

Este no será el único privilegio del presidente del Gobierno, ya que por “cortesía institucional” a la declaración asistirá el nuevo fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, aunque él no estará a cargo del interrogatorio, que harán, “en su caso”, las fiscales de la causa, Concepción Sabadell y Concepción Nicolás.

Está previsto también que el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, acuda a recibirle a las puertas de la sede del tribunal ubicada en el polígono industrial de San Fernando de Henares (Madrid).

El interrogatorio, en el que empezará a preguntar la acusación que pidió su comparecencia, Adade, se centrará en lo que sabe de la contratación de empresas de la trama Gürtel por parte del PP cuando él era vicesecretario general del PP, cargo que ocupó entre 1990 y 2003.

El abogado de Adade Mariano Benítez de Lugo será el primero en preguntar y luego le tocará el turno a los representantes del Ministerio Público, tras lo cual, lo harán las acusaciones que quieran interrogarle (hay cinco aparte de Fiscalía y Adade: Abogacía del Estado, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid, PSOE de Valencia y los socialistas de Boadilla del Monte) y, finalmente, los abogados defensores.

Las acusaciones pretenden que, al igual que ocurrió con otros cargos del PP, las preguntas vayan más allá de la contratación de la trama Gürtel y también inquirirán a Rajoy sobre los llamados papeles de Bárcenas de la contabilidad B del PP.

En esas ocasiones, las acusaciones y también las fiscales preguntaron a Javier Arenas, Rodrigo Rato, Ángel Acebes y Jaime Mayor Oreja sobre esa presunta caja B, ante la protesta de algunos abogados y la petición de “prudencia” del presidente del tribunal, Ángel Hurtado, para que se ciñeran al procedimiento.

En el Gobierno y el PP existe el convencimiento de que Rajoy va a salir bien de su comparecencia como testigo más allá del “juicio mediático” de que pueda ser objeto, pero reconocen su temor a que su citación puede sentar un precedente ante otros juicios futuros relacionados con la trama Gürtel.