Cataluña

Rajoy limita el diálogo con Puigdemont a financiación e infraestructuras

El presidente no aclara si ha habido reuniones «discretas» con miembros de la Generalitat.

François Hollande y Mariano Rajoy pasan revista a las tropas durante la cumbre hispano-francesa celebrada hoy en Málaga
François Hollande y Mariano Rajoy pasan revista a las tropas durante la cumbre hispano-francesa celebrada hoy en Málagalarazon

El presidente no aclara si ha habido reuniones «discretas» con miembros de la Generalitat.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni confirmó ni desmintió ayer que se estén produciendo contactos al margen de la agenda política con la Generalitat para ofrecer soluciones que enfríen el proceso independentista en Cataluña. En el marco de la XXV Cumbre bilateral entre España y Francia celebrada en la ciudad de Málaga, el presidente español recordó la posición del Gobierno en referencia al desafío soberanista, una postura que, recordó, es «bien conocida». «Estamos dispuestos a hablar de los problemas reales que les interesa a los ciudadanos», resumió. Y citó temas como la dependencia, las infraestructuras o la financiación autonómica.

Rajoy recordó en este punto que «todo el mundo echó en falta al presidente Puigdemont en la conferencia de presidentes autonómicos», donde se habló de los temas que interesan, según el Ejecutivo, a todos los catalanes. «Las instituciones tienen que representar al conjunto de los ciudadanos no sólo a los que les han votado. No puede ser que las instituciones estén al servicio de una ideología: el independentismo», aseveró. Según Rajoy, los independentistas «no han aportado nada nuevo no nuevo a la sociedad catalana». El presidente, en su rueda de prensa conjunta con el presidente galo François Hollande, dijo, asimismo, que «no se puede dejar en manos de una fuerza radical y extremista la gobernabilidad de la Generalitat» y se mostró confiado en que «ni los extremismos de izquierda ni los de derecha» podrán «romper Europa».

Reunión con el G16

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, trasladó ayer estas misma posiciones sobre el terreno. En su octava visita a Cataluña desde que asumió la cartera de Administraciones Territoriales, Sáenz de Santamaría compartió un almuerzo en Barcelona con el denominado G16, un grupo que reúne a entidades y a empresas catalanas y que había solicitado ver a la vicepresidenta.

Este «lobby», que funciona de forma discreta y sin actividad pública, reúne a los presidentes de destacadas organizaciones empresariales, culturales y deportivas de Cataluña (Fomento del Trabajo, Círculo de Economía, Cámara de Comercio de Barcelona, Círculo del Liceo, Círculo Ecuestre, Ateneu Barcelonès, Instituto Agrícola San Isidro, Orfeó Català, Real Círculo Artístico, Centro Excursionista de Catalunya, FC Barcelona, RCD Espanyol, Real Club de Polo, RACC y Real Club de Tenis Barcelona).

Según fuentes conocedoras de los contenidos del almuerzo, la vicepresidenta reiteró los mensajes de «mano tendida» del Gobierno para abordar aspectos concretos como el déficit en inversiones, la puesta al día de las infraestructuras, la actualización de las prestaciones sociales. «No, no ha habido ninguna puerta abierta a la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña», aclaran las mismas fuentes.

Después de compartir esta comida, Sáenz de Santamaría prosiguió con su agenda pública en Barcelona. Acudió al Círculo del Liceo para presenciar la entrega de la medalla de Oro a la Reina Sofía y, posteriormente, a una gala organizada por «El Periódico de Catalunya» para otorgar los premios empresa. En esta última coincidió con el vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía, Oriol Junqueras, con quien se entrevistó precisamente hace pocas semanas.

La vicepresidenta regresa a Madrid esta mañana a primera hora, pero en breve volverá a desplazarse a Barcelona, puesto que la semana que viene comienza el Mobile World Congress, la cita de novedades del sector de la telefonía más importante de cada año. La idea de Sáenz de Santamaría es seguir atendiendo peticiones de reunión que se le hagan en Cataluña con el propósito de mejorar la interlocución del Gobierno con todo el tejido económico, social, cultural y deportivo. El político será más complicado.