Política

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Rajoy hará los cambios antes del 24-J

Rajoy quiere empezar a reforzar el PP a partir del 13 de junio tras constituirse los ayuntamientos
Rajoy quiere empezar a reforzar el PP a partir del 13 de junio tras constituirse los ayuntamientoslarazon

Cospedal le ha trasladado que quiere seguir y crece la sensación de que el cambio afectará a alguna vicesecretaría.

El sábado 13 de junio se constituirán todos los nuevos ayuntamientos de España. Entre esa fecha y el día de San Juan, el 24 de junio, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, concretará los cambios que considere que tiene que poner en marcha para impulsar al Gobierno y al partido en esta recta final de la legislatura. Su periodo de reflexión terminará el día 13, una vez que se aclare el escenario municipal tras los pactos, y no esperará hasta que se constituyan todos los nuevos gobiernos autonómicos, que irán conformándose a lo largo del mes.

A la espera de que Rajoy hable, entre bambalinas siguen produciéndose movimientos tácticos para tomar posiciones ante los cambios que se avecinan. En la política de comunicación, en los mensajes, pero esta vez también en el equipo. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, ha trasladado su deseo de seguir en el cargo si, finalmente, como parece, no renueva como presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha por la alianza del PSOE y Podemos. Si alguien en el partido pensó que ella daría un paso atrás, se equivocó. El malestar interno que ha colocado el foco sobre ella, pidiendo su relevo, sólo ha servido para que desde su entorno se la anime a mantenerse firme en el cargo. La decisión global será de Rajoy, y es muy posible que todavía ni siquiera está adoptada. No es propio de él que dé carta blanca o que decida algo con tanto tiempo. Y tampoco que lo comparta. Pero este deseo de Cospedal de continuar ha hecho que tanto en la cúpula popular como en medios gubernamentales se vea con cierto escepticismo la posibilidad de que al final los cambios afecten a la «número dos» del partido. Y ha hecho que coja fuerza la idea de que la renovación sí afectará al segundo nivel. Es decir, que esto ha hecho que la presión se dirija hacia las vicesecretarías, que en la actualidad ocupan Carlos Floriano, en Organización; Javier Arenas, en Política Autonómica y Local; y Esteban González Pons, en Estudios y Programa. Este último, por ejemplo, es el portavoz en el Parlamento Europeo, y este cargo hace que internamente exista debate sobre la conveniencia de que compatibilice las dos responsabilidades en un momento decisivo y en el que la campaña de las generales aumentará notablemente las obligaciones del encargado de este área y su dedicación a Génova. La renovación siempre se puede hacer por adición o por renovación, y éste es el dilema al que se enfrenta Rajoy. Una de las piezas clave en el nuevo engranaje será la nueva cara del partido, y ahí destaca el nombre de Pablo Casado, quien ya ha sido el portavoz de la campaña electoral. Un perfil nuevo y que da bien la batalla contra los nuevos líderes de los partidos emergentes. Rajoy tiene buena opinión de Casado y valora su trabajo y cómo se ha batido en defensa del partido durante esta dura campaña. Además del PP, el otro foco está puesto en el Gobierno por la salida del ministro de Educación, José Ignacio Wert, como embajador en la OCDE. La impresión que manda en estos momentos es que en el Ejecutivo no habrá ajustes de calado, y mucho menos revoluciones en el reparto del poder cuando quedan cinco meses para las generales. Sólo habrá un ajuste que le puede servir para recolocar las piezas que se muevan.

Rajoy necesita que el partido esté cuanto antes a pleno rendimiento para poner en marcha la maquinaria de las generales. En medios gubernamentales se especula con la posibilidad de que las elecciones se celebren el 22 o el 29 de noviembre, dependiendo de que el Gobierno se presente a ellas con Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo año o sin ellos. Son más los que creen que deben quedar hechos y esbozar ahí la apuesta por la continuidad y la estabilidad. Si el PP gana las elecciones y puede seguir gobernando, esos Presupuestos le servirán para que los ministerios puedan retomar su actividad inmediatamente.

A nivel territorial, Génova tiene que resolver el problema de las «baronías» salientes. No quiere congresos regionales extraordinarios antes de las elecciones generales, pero Rajoy tampoco puede hacer campaña con Esperanza Aguirre o Alberto Fabra al lado. Está la solución de la gestora para los casos más delicados o, si no, estudian buscar otra fórmula intermedia que les permita ir colocando caras nuevas.