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Rajoy hará los cambios la próxima semana y reforzará su presencia

La remodelación, que se llevará a cabo tras el viaje del lunes a Milán, será mayor en el partido que en el Ejecutivo.

Mariano Rajoy hizo ayer de cicerone con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el de Perú, Ollanta Humala.
Mariano Rajoy hizo ayer de cicerone con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el de Perú, Ollanta Humala.larazon

La remodelación, que se llevará a cabo tras el viaje del lunes a Milán, será mayor en el partido que en el Ejecutivo. No se prevé que el ajuste afecte a Santamaría ni a Cospedal, pero el presidente asumirá más tareas de comunicación.

En el Gobierno y en el partido empiezan a hablar de cambios inminentes. El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, despejó ayer el balón a córner y desde Bruselas se limitó a indicar que las novedades se conocerán antes de que termine el presente mes. Rajoy ya sabe qué gobiernos municipales y autonómicos va a mantener, una foto que quería manejar antes de tomar ninguna decisión. Sabe en qué posición va a quedar el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, como presidente del Eurogrupo. Y también tiene ya prácticamente decididos los movimientos de piezas que piensa ejecutar para mejorar la imagen del PP y afrontar con más posibilidades de éxito las próximas elecciones generales. Es cuestión de cuadrar la agenda, la suya y la de Su Majestad el Rey Felipe VI, ya que antes de la remodelación de su Gabinete tiene que despachar con el Monarca. Este lunes tiene un viaje a Milán para visitar el Pabellón español de la Exposición Universal 2015. Sale de Madrid a primera hora de la mañana y regresará a primera hora de la tarde. Lo habitual, en una situación ordinaria, es que su despacho con el Rey sea siempre a principios de semana.

A estas alturas, y sin que Rajoy ofrezca pistas sobre sus intenciones, la impresión que trasladan en Moncloa es que los cambios en el Ejecutivo estarán listos para el Consejo de Ministros del día 19. También barajan que no serán revolucionarios, más bien un ajuste, encadenado a la salida de José Ignacio Wert de la cartera de Educación. Respecto al debate de si habrá nuevo portavoz, en el entorno de Rajoy precisan que dentro del encaje de piezas en el Gobierno y en el partido el presidente asumirá más responsabilidades, personalmente, en la tarea de comunicar y de trasladar a la ciudadanía el balance de su gestión y el sentido de sus políticas. La expectativa sobre los cambios ha ido acompañada en paralelo del debate sobre dónde está la principal responsabilidad del desgaste en las siglas del PP, si el fallo es del partido o si el fallo es del Gobierno. Y también se ha mirado hacia la figura de Rajoy. Y ante esta nueva etapa que abren, el mensaje es que el presidente «no sólo no va a dar un paso atrás, sino que lo va a dar al frente».

Entre los colaboradores más cercanos al presidente también se descarta que la remodelación vaya a afectar a la vicepresidenta y no acaban de ver que Rajoy se incline por hacer algún cambio que pueda interpretarse como un movimiento en contra de su número dos en el Ejecutivo. En cuanto a otras piezas a mover, hablan de la posibilidad de que se refuerce el área política, con incorporaciones por la vía, por ejemplo, de la división de Hacienda y Administraciones Públicas. Pero son especulaciones a la espera de que Rajoy se pronuncie. Sí es más sólida la impresión de que los cambios serán más significativos en el partido que en el Gobierno, y la razón es que Rajoy tiene que colocar al PP en fase ya puramente electoral y esto lo ven internamente como una justificación suficiente como para reforzarlo con el «fichaje» de un perfil político y que genere consenso dentro de la organización política. En las quinielas suenan nombres como el del ministro Alfonso Alonso. Pero no es el único.

Para actuar en esta dirección no sería necesario cesar a la secretaria general, ya que la renovación se puede hacer también con la incorporación de nuevos valores que asuman el protagonismo a partir de ahora y a los que se potencie como nuevos referentes del PP. Los movimientos han ido en un sentido y en el otro a la espera de que Rajoy se pronuncie, pero hoy la impresión mayoritaria en las filas del PP es que Cospedal seguirá como «número dos» del partido hasta las generales. Sí dan por hecho que habrá baile en alguna vicesecretaría –como la de Estudios y Programas que lleva Esteban González Pons, portavoz en el Parlamento Europeo–, y que Pablo Casado, el director de la campaña de las autonómicas y municipales, recibirá nuevas responsabilidades.

Por otra parte, el presidente también confirmó ayer que no adelantará las elecciones generales porque sólo tiene sentido hacerlo por cuestiones técnicas o cuando no se puede gobernar porque se carece del apoyo suficiente para ello. «Aún queda mucha Legislatura para seguir haciendo cosas y para aprovechar que las medidas adoptadas empiezan a dar frutos. Sobre esa base, y teniendo en cuenta que las Legislaturas duran lo que duran, ya se sabe más o menos cuándo van a ser», puntualizó. No aludió a fechas concretas, pero en Moncloa barajan el 22 y el 29 de noviembre, como ayer informó este periódico. El presidente precisó que la decisión final no está aún adoptada, informa Efe.

Rajoy también reconoció que ante las próximas elecciones generales desea tener la confianza del mayor número posible de españoles y que, para ello, hay cosas que «hay que rectificar y hacer mejor». Aunque hecha esta autocrítica, defendió la gestión de su Gobierno. «Nos hemos dedicado a salvar a España de la quiebra, pero hay más cosas y mucha gente que votó en su día al PP no lo ha hecho en las últimas elecciones y hay que trabajar para volver a tener su respaldo», dijo.