Gobierno de España

Las 100 medidas que unen a C’s y PSOE marcan el camino

Reforzará el perfil social de su Gobierno y en el PP creen que Hernando dejará la portavocía del Congreso.

Rajoy, el pasado sábado saluda desde su escaño en el Congreso de los Diputados tras la votación de investidura
Rajoy, el pasado sábado saluda desde su escaño en el Congreso de los Diputados tras la votación de investiduralarazon

Reforzará el perfil social de su Gobierno y en el PP creen que Hernando dejará la portavocía del Congreso

En el nuevo Gobierno de Rajoy, que se conocerá el jueves, puede que haya más sorpresas que las que desde círculos muy próximos al jefe del Ejecutivo se ha hecho creer. Pero en la agenda política no va a haber novedades. Será la que acordó en agosto para el pacto que firmó con Ciudadanos para presentarse a una investidura que sabía fallida de antemano. La intención es poner sobre todo el foco en el desarrollo de aquellas propuestas, un centenar, que están en ese acuerdo y, a su vez, formaban parte del pacto que, previamente, había firmado la formación naranja con el PSOE con motivo del intento de investidura de Pedro Sánchez.

Rajoy se enfrenta a un Parlamento que va a estar condicionado por la evolución de un PSOE roto y por una izquierda y una presencia independentista que comparten el cuestionamiento de raíz del sistema. Y ante esto el líder del PP sabe que el único camino que tiene para intentar sortear su posición de minoría parlamentaria pasa por reducir la actividad legislativa y ajustarla a una hoja de ruta apoyada por socialistas y por Ciudadanos. Si no sale adelante, tendrá entonces vía libre para responsabilizar a estos partidos de que el bloqueo lleve a unas elecciones anticipadas. El nuevo Gobierno buscará apoyos variables, y ahí entra el PNV, pero igual que ha ocurrido con la investidura, el presidente del Gobierno sigue convencido de que «para que esto ande» seguirá haciendo falta la colaboración de las dos fuerzas constitucionalistas.

Tiene interlocución abierta con la gestora del PSOE, y también hay diálogo con el principal partido de la oposición a nivel parlamentario. Y en el caso de Ciudadanos, este partido ha trasladado ya al PP su apuesta por mantener viva la comisión de negociación que crearon en agosto, con alguna incorporación. En la dirección popular creen que sería bueno mantener esa interlocución con la formación naranja, «funcionó bien, y hay confianza y en general buena relación». Aunque la estructura del nuevo Ejecutivo puede obligar, previsiblemente, a hacer algún ajuste o incorporación en función de cómo quede el reparto ministerial. En cualquier caso, la base de trabajo, y de acuerdo con los tiempos previstos en lo firmado, serán las 150 medidas del pacto con Ciudadanos, de las que 100 estaban en el acuerdo que los de Albert Rivera firmaron con el PSOE. La gestión dependerá de Rivera y también de por dónde se mueva el PSOE dentro de su debate para resolver su fractura y su crisis de liderazgo. Rajoy está ahora centrado en el diseño del nuevo Gobierno, y dicen que también estudia la sustitución de su portavoz parlamentario, Rafael Hernando. En medios populares creen que el presidente tirará de los «conocidos más dialogantes», en una estrategia en la que su principal objetivo es apoyar el Gobierno y su presencia en el Parlamento en un equipo con mano para gestionar la negociación de cada día con la oposición. Ahí se señala a Soraya Sáenz de Santamaría o a la ex ministra Fátima Báñez, por ejemplo.

Una vez superada la investidura, el Gobierno y el partido son un hervidero de «quinielas». Corren las conjeturas y las especulaciones, muchas de ellas intencionadas para beneficio propio o perjuicio de otra parte, ya que todos los que están quieren seguir y hay otros que sin estar creen que pueden formar parte de los «fichajes» de Rajoy para la nueva etapa. Ahora bien, todos saben que Rajoy actuará como ha hecho siempre, guardará hasta el final el secreto y sorprenderá, dentro de su previsibilidad. El perfil de su Gobierno será de gestión, y si hay quien dice «que sus fieles ya están pagados y les dará una buena salida», también hay quienes opinan que el presidente no renunciará a los servicios de aquellos en los que confía, que cree que pueden seguir haciendo un servicio en las tareas de gobierno aunque la oposición les dé por «quemados». En lo que hay más unanimidad es en que María Dolores de Cospedal compatibilizará un ministerio con la Secretaría General del PP hasta el Congreso Nacional del partido, previsto para principios de año. Y en que dentro de los cambios, Rajoy no arriesgará ni renunciará a primar el criterio de la confianza y del perfil moderado. Además de un Gabinete de gestión y dialogante, en las formas y en el fondo el presidente del Gobierno quiere resaltar, a su vez, su carácter social. En un gesto para sus socios, pero también de contestación a los mantras de la izquierda más radical. En la cúpula popular asumen que ésta será una legislatura difícil y bronca, y en el diseño de su equipo Rajoy pondrá todos los recursos que tenga a su alcance para contrarrestar algunas de las «pancartas» de la oposición.

Por cierto, en cuanto forme Gobierno lanzará toda su maquinaria política y económica a sacar adelante la negociación presupuestaria. Ya ha habido «tanteos», sostienen en la dirección popular.