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Rajoy: «No menoscaben la fortaleza del Estado»

En una comparecencia de Estado garantiza que el referéndum no se va a celebrar y que no renunciará a nada para defender la legalidad y la propia autonomía catalana.

Comparecencia de Mariano Rajoy tras el Consejo de Ministros extraordinario celebrado hoy.
Comparecencia de Mariano Rajoy tras el Consejo de Ministros extraordinario celebrado hoy.larazon

En una comparecencia de Estado garantiza que el referéndum no se va a celebrar y que no renunciará a nada para defender la legalidad y la propia autonomía catalana.

Mariano Rajoy compareció ayer por primera vez tras el golpe independentista ejecutado en el Parlamento de Cataluña para garantizar que no habrá referéndum y solemnizar que la ley se impondrá y protegerá a todos los catalanes frente a cualquier arbitrariedad. Lo hizo en una comparecencia que revistió de la solemnidad propia de un mensaje de Estado. El presidente advirtió a los responsables de la Generalitat que avanzan hacia el «precipicio institucional» y les instó a que «no menosprecien la fuerza de la democracia española, asuman el fracaso de su proyecto político y abandonen este proceso cada vez más excluyente». «La imagen de lo que ha ocurrido en el Parlament ante los ojos de toda Europa y del mundo es uno de los mayores golpes que han recibido las instituciones catalanas en toda su historia».

Rajoy formalizó ayer la decisión de su Consejo de Ministros de impugnar ante el Tribunal Constitucional las normas aprobadas por el Parlamento catalán y la Generalitat para convocar el referéndum secesionista del 1 de octubre. Reclamó al Alto Tribunal, a su vez, que notifique a todos los altos cargos de la Generalitat relacionados con la organización de la consulta y a los 947 alcaldes de Cataluña que tienen «el deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa tendente a la organización del referéndum».

La Abogacía del Estado presentó, por un lado, recurso de inconstitucionalidad contra la ley del referéndum aprobada el miércoles por el Parlamento catalán. Y por otro, también impugnó los decretos firmados después por el Gobierno de la Generalitat: el de convocatoria del referéndum y el que recoge las normas complementarias para su realización. El Gobierno también impugna la resolución 807/11 del Parlamento por la que se designan cinco miembros de la Sindicatura Electoral. El Gobierno pide la nulidad de todos estos actos y también solicita que se decrete su suspensión a la espera de la sentencia.

Además, pidió que se notifique personalmente esta suspensión al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a los miembros de su Gobierno, a los «principales altos cargos de la Generalitat que de una forma o de otra estén relacionados con la organización del referéndum» y también a los 947 alcaldes de la comunidad autónoma. El Gobierno solicita al TC que en esas notificaciones personalizadas se advierta a todos ellos de su deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa tendente a la organización del referéndum.

Como ayer informó este periódico, Moncloa tiene lista toda la artillería judicial del Estado de Derecho, e incautará las urnas y todos los demás instrumentos necesarios para celebrar el referéndum. Cerco legal a los responsables del órdago independentista y asfixia a la logística necesaria para celebrar la consulta. Con este escenario de operaciones listo para ser desplegado Rajoy quiso trasladar un mensaje de serenidad a todos los españoles y en particular a los catalanes. «Todos tenemos motivos para la inquietud porque jamás en nuestra historia reciente hemos asistido a un ataque de esta naturaleza a nuestro pacto de convivencia». Pero Rajoy llamó a la calma y a tener confianza en las instituciones y en la democracia. «Nadie va a vacilar a la hora de cumplir con su deber. La democracia responderá, no tengan la menor duda. Lo hará con firmeza, con aplomo, con serenidad y con dignidad». Aunque pueda parecer que el Estado de Derecho actúa con lentitud, «a veces tímido frente a la osadía de quienes lo desafían, a veces desconcertado por su propia pluralidad frente al monolitismo impuesto por otros esas experiencias no deben llevarnos al engaño». «Soy muy consciente de mis obligaciones y de la gravedad del momento. Soy muy consciente de lo que está en juego. Sé lo que se espera de mí y sé cuáles son mis obligaciones, y no he dedicado tantos años a mi país y al interés general como para permitir ahora que se pueda liquidar de un plumazo nuestro modelo de convivencia. Haré todo lo necesario, sin renunciar a nada, para evitarlo», defendió, tras poner en valor el consenso y la unidad de los partidos constitucionalistas.

Directamente se dirigió a los líderes independentistas. «Les pido que abandonen ya esa escalada de ilegalidad, de crispación y de autoritarismo porque el Estado de Derecho no se va a plegar a sus bravatas ni a sus ilegalidades». Les instó también a que no sigan dividiendo a la sociedad, dejen de acosar a los discrepantes y respeten los derechos de la gente. A su juicio, en Cataluña hay un problema de libertades individuales y derechos fundamentales que afecta a los valores que rigen en una sociedad democrática. Y además de reiterar una vez más las razones por las que el referéndum no se va a celebrar, acusó al independentismo de atacar el autogobierno de Cataluña y su Estatuto de autonomía al colocarse fuera de la Constitución. El presidente pidió a los catalanes que se impliquen en responder al órdago porque «afecta a sus derechos y a su convivencia».