Videos

Rajoy descarta un adelanto electoral

La relación con Sánchez es «imposible», pero cree que éste necesita tiempo. Afianzará el eje de centro-derecha y sólo irá a las urnas si le tumban sus leyes económicas

Mariano Rajoy durante su intervención en la sede del PP
Mariano Rajoy durante su intervención en la sede del PPlarazon

La relación con Sánchez es «imposible», pero cree que éste necesita tiempo. Afianzará el eje de centro-derecha y sólo irá a las urnas si le tumban sus leyes económicas

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ratificó ayer su apuesta por la estabilidad política en la reunión de su Comité Ejecutivo. Rajoy vuelve a recurrir al mismo mantra para gestionar el regreso al punto de partida tras las elecciones generales de diciembre de 2015, el «no es no» del principal partido de la oposición. Su relación con el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es «imposible», como admiten en la cúpula popular. Más allá de las lógicas diferencias políticas «no se caen bien» y no hay posibilidad de que este desencuentro cambie a partir de ahora, sino que «se radicalizará» con el giro a la izquierda del líder socialista.

De hecho, Rajoy insistió ayer formalmente en la necesidad del acuerdo y ratificó su voluntad de seguir buscándolo con todos, también con el PSOE. Pero nadie en el PP ve margen para que haya ningún tipo de entendimiento, con la salvedad, confían, de las estrictas cuestiones de Estado como el desafío independentista o la política exterior o de Defensa. E incluso en relación a Cataluña abren matices al apoyo del «nuevo PSOE», aunque Rajoy sostuvo oficialmente que no se le pasa por la cabeza que el PSOE pueda hacer una cosa distinta a la de apoyar la unidad de España y la soberanía nacional.

El jefe del Ejecutivo no incluye, sin embargo, en su agenda a medio plazo la hipótesis de las elecciones. Él va a seguir presentándose como el garante de la estabilidad, ya lo hizo ayer ante su Ejecutiva y lo ratificó en rueda de prensa, y cree que la necesidad de Pedro Sánchez de ganar tiempo, su pulso con Pablo Iglesias y la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 son los términos que conforman la ecuación que garantiza que la Legislatura pueda seguir aguantando al menos hasta 2018, contando, en el peor de los casos, con la prórroga de los Presupuestos que se aprobarán en las próximas semanas de no haber acuerdo para los del próximo ejercicio.

Por tanto, la dirección popular entiende que la salida a esta situación consiste en trabajar por afianzar «la mayoría alternativa de centro derecha» que le permite sacar adelante los Presupuestos o el decreto de la estiba, y que incluye a Ciudadanos (Cs), PNV y otras minorías, incluso la antigua Convergéncia, como ha ocurrido «puntualmente» con la reforma del sector de la estiba.

Una mayoría «cogida con alfileres», pero con la que Rajoy confía en poder seguir aguantando, salvo que le toquen las líneas rojas, es decir, sus pilares económicos como puede ser la reforma laboral o la ley de estabilidad. Si los «empujones de la oposición» no llegan hasta ahí, la dirección popular prevé poder seguir «surfeando las olas», incluso aunque como es más que previsible a partir de ahora aumente aún más la tensión parlamentaria y la presión política contra ellos por la corrupción. «Para el Partido Popular todo sigue igual. Hablaremos con el PSOE si quieren y nos entenderemos si quieren», sentenció el jefe del Ejecutivo ante su Comité Ejecutivo, antes de que en una comparecencia, a la una y media de la tarde, confesase que todavía no había telefoneado a Sánchez para felicitarle por su resultado «por no molestarle» y por problemas de agenda. Aunque confirmó que lo haría.

Rajoy insistió en la importancia de mantener la estabilidad política y en el lema de que no va a haber elecciones anticipadas porque Sánchez haya ganado las primarias. «Conmigo que no cuenten para generar inestabilidad después de lo que hemos vivido y de lo que supuso el disparate de 2016. Yo apuesto por la estabilidad, la solidez, la sensatez y el sentido común», añadió, antes de poner una vez más en valor los datos económicos de esta Legislatura, las cifras de crecimiento y de empleo.

«Con el PSOE no cambia nada. Voy a intentar llegar al entendimiento si se puede y si no, no llegaremos a ese entendimiento», insistió. Estos meses «no han sido fáciles», pero aun así han salido adelante «cuestiones importantes» a pesar de tener en contra al PSOE. Rajoy responderá al giro a la izquierda de Sánchez con la misma estrategia que ya utilizó en las elecciones generales para sobrevivir al «combate» entre el PSOE y Podemos por el liderazgo de la izquierda, y que obligó a repetir los comicios. La dirección popular colocará todos sus recursos en dar realce a la imagen de Rajoy como «el único garante del marco de estabilidad necesario para sostener la recuperación económica». Su objetivo es aprovechar la situación para recuperar terreno en el espacio del centro, aunque ahí tengan que «pelear» con Ciudadanos y con el discurso de la regeneración de Albert Rivera, que puede seguir haciéndoles daño. «Nosotros tenemos que seguir buscando apoyos en el Congreso como lo hemos hecho durante estos meses que no han sido nada fáciles», explicó Rajoy a su Ejecutiva.