Videos

Rajoy hará un discurso con guiños al PSOE: «Hay que ceder»

Reconoce que deberá renunciar a parte de su programa para llegar a acuerdos

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en Bruselas la reunión del Consejo Europeo
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en Bruselas la reunión del Consejo Europeolarazon

Reconoce que deberá renunciar a parte de su programa para llegar a acuerdos

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, lleva ya tiempo trabajando en su discurso de investidura, según confirmó ayer la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros que ella presidió, porque Rajoy estaba en Bruselas en el Consejo Europeo. Una medida «lógica», a la espera de que se resuelva el debate socialista y sin que implique, según puntualizó la vicepresidenta con cautela, anticiparse al resultado de la discusión dentro del PSOE.

Desde Bruselas, el propio Rajoy confirmó que si finalmente este domingo el Comité Federal del PSOE aprueba la abstención, su intención es incluir guiños, o hacer algún tipo de gesto al PSOE, en el discurso con el que se presentará al Congreso para solicitar la confianza de la Cámara como presidente del Gobierno. Rajoy comparó al PSOE con Ciudadanos, aunque con el primero no haya firmado ningún pacto de investidura, para explicar que se siente en la obligación de ajustar sus palabras y su programa a quienes toman posición para permitir que su Gobierno eche a andar.

El presidente en funciones incluso reconoció que entendía que en esta legislatura estaba obligado a renunciar a parte de su programa electoral porque es «plenamente consciente de los apoyos» que tiene. «Habrá planteamientos que no podrán salir adelante, pero eso pasa en todas las democracias cuando no hay mayorías absolutas», indicó en su comparecencia al término del Consejo Europeo. Para añadir a continuación que«si pretendo tener más apoyos por la vía del sí y la abstención tendré que adecuar el discurso a la nueva situación».

No quiso anticiparse, sin embargo, a la posibilidad de que no pudiera sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo ejercicio si se confirma que el PSOE presenta una enmienda de devolución del proyecto al Gobierno, limitándose a indicar que él tiene una responsabilidad a la hora de gobernar en minoría, pero también la tienen los demás grupos en el ámbito de su competencia. El presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, había confirmado horas antes en RNE que el PSOE no puede apoyar las cuentas del próximo ejercicio y que así se lo había trasladado personalmente al líder popular.

A pesar de todo, Rajoy también quiso dejar ayer un mensaje positivo, incluso del bloqueo político. «Será una legislatura que a lo mejor por difícil puede convertirse en una oportunidad para dejar resueltos algunos de los grandes retos que tiene España», sentenció. Rajoy no se pronunció sobre si acudirá a la investidura decida lo que decida el PSOE, remitiéndose a la decisión que tome el Rey Felipe VI al respecto, una vez escuchados a todos los grupos. Y en lo que sí insistió de manera recurrente fue en su mano tendida al acuerdo y a la búsqueda de consensos. «La vez anterior, el eje de mi discurso de investidura fue el acuerdo con Ciudadanos y las propuestas de mi partido», pero ahora «todos tendremos que ceder y llegar a acuerdos».

También se le preguntó si prefiere la abstención del Grupo Socialista al completo en el Congreso a la fórmula de la abstención técnica de 11 de sus diputados, pero ahí Rajoy fue de una prudencia exquisita para que sus palabras no puedan ser utilizadas en el debate que afrontará el PSOE en el Comité Federal del domingo. Por eso se limitó a recordar que él siempre ha defendido la fórmula de la gran coalición como la más razonable, como existe en otros países europeos. Y que si no, su segunda alternativa ha sido siempre la de llegar a un acuerdo sobre unos cuantos asuntos clave. Y si no, como última opción, ha pedido que le dejen gobernar porque es el partido que ha ganado por dos veces las elecciones generales, la última vez de manera aún más clara, y porque ir a unas terceras elecciones sería «un disparate». Y de ahí no se movió. «Llevo diciéndolo desde el 21 de diciembre», subrayó.