Madrid

Rajoy quiere una cita con Puigdemont «útil» y que no sirva al referéndum

Moncloa dice que se celebrará «cuando toque» y alega que la quieren usar para «el portazo»

Rajoy, ayer, en la sesión de control al Gobierno en el Senado
Rajoy, ayer, en la sesión de control al Gobierno en el Senadolarazon

Moncloa dice que se celebrará «cuando toque» y alega que la quieren usar para «el portazo»

La entrevista del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no parece estar de momento en el guión de la agenda con la que trabajan en Moncloa. La respuesta de los «fontaneros» de Palacio a la pregunta de cuándo estiman que se celebrará el encuentro que urgen desde la Generalitat es que «todavía no», con la advertencia de que no es una cuestión prioritaria si no es «útil». Este esquema de trabajo hay que cogerlo con mucha cautela porque no sería la primera vez que Rajoy revisa su posición y mueve ficha sin avisar con anticipación a sus más estrechos colaboradores. Pero la realidad es que en estos momentos esa reunión no está en la agenda inmediata del presidente del Gobierno. «Se celebrará cuando toque», sentencian sin más. Moncloa no quiere que la reunión de Rajoy con Puigdemont acabe como la última entrevista que el jefe del Ejecutivo mantuvo con el ex presidente de la Generalitat Artur Mas, es decir, que la utilicen como excusa para alimentar el victimismo independentista y como «portazo» para precipitarlo todo. Si hubiera margen para pactar que en la agenda entran otras cuestiones que afectan a la relación con Cataluña, a eso que Rajoy llama «los problemas de la gente», Moncloa habría dado luz verde hace tiempo a esta entrevista «porque tendría más contenido que certificar el desencuentro en lo que afecta a la convocatoria del referéndum ilegal». Pero en el Gobierno se malician que la intención de Puigdemont es servirse de la reunión para poder volver a Cataluña bajo la bandera de que en Madrid le han cerrado la puerta a la negociación y que no hay nada que hablar con ellos. Otro argumento para recrudecer el conflicto y justificar que como no será posible celebrar el referéndum, no hay otra alternativa que la de convocar de nuevo elecciones. «Si quisieran hablar de la gestión de Cataluña, de su financiación, de las infraestructuras o de sus servicios sociales la entrevista ya se habría celebrado. Pero si sólo quieren venir a Madrid para exigir el referéndum, entonces no tiene sentido porque no hay nada de qué hablar». Esto no quiere decir que no haya vías abiertas de diálogo con el presidente de la Generalitat, apuntan en Madrid. Ni que Rajoy no pueda mover ficha «en cualquier momento».

El Govern urge hora

El Govern, por su parte, continúa con su estrategia de urgir una reunión entre Rajoy y Puigdemont para «hablar de todo», es decir, del referéndum de autodeterminación y de cuestiones que afectan al día a día como las inversiones y las políticas sociales. La portavoz de la Generalitat, Neus Munté, negó que hayan existido reuniones secretas del máximo nivel entre miembros de ambas administraciones –a pesar de que el líder del PSC, Miquel Iceta las dio ayer por seguras– y pidió concretar cuanto antes una entrevista entre los presidentes. «Estamos hablando de forma muy clara. No han existido estos encuentros. Punto y seguido. Queremos que se produzcan. Queremos estos encuentros, que pongan fecha y hora», enfatizó Munté, que, una vez más, reclamó una relación bilateral.

ERC: «Ha creado un GALl» anti independencia

Nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y ERC. Durante el Pleno de ayer en el Senado, la senadora de Esquerra, Mirella Corts, preguntó a Mariano Rajoy por las maniobras por parte del «aparato del Estado» para «desacreditar» a los independentistas: «¿Niega usted que lo que se ha organizado es un nuevo GAL, sin violencia física pero que ha mantenido las malas artes y los dosieres falsos? ¿Niega ser el señor X que dirige la operación?», interpeló al presidente.

En su respuesta, Rajoy recomendó a ERC que deje de «inventarse operaciones». «Aplique su imaginación y dedique su tiempo a fines más nobles y provechosos, que se lo agradecerá el común de los mortales», sentenció.