Galicia

Rajoy se refuerza para ser presidente o candidato

Génova espera que el resultado mueva a los socialistas a la abstención: «Qué más necesitan para darse cuenta de que el bloqueo es un suicidio»

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, anoche en la sede popular de la calle Génova
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, anoche en la sede popular de la calle Génovalarazon

Génova espera que el resultado mueva a los socialistas a la abstención: «Qué más necesitan para darse cuenta de que el bloqueo es un suicidio»

El PP cumplió anoche con holgura sus objetivos y confirmó su previsión de que el bloqueo en el Gobierno de España no perjudica a sus intereses electorales. Una mayoría absoluta en Galicia, que puede ser calificada de histórica en estos momentos políticos, consagró a Alberto Núñez Feijóo como valor en alza dentro del partido, con posibilidades crecientes en la política nacional, aunque éste sea un debate silente en las filas populares por intereses circunstanciales en la campaña autonómica y porque todavía no toca en Madrid. Al tiempo, esta mayoría absoluta también refuerza a Mariano Rajoy en su objetivo de perseverar en su intento por formar gobierno. El 25-S blinda aún más su candidatura para unas terceras elecciones generales pase lo que pase en el PSOE, e incluso en el supuesto de que los barones socialistas llegaran a ponerse de acuerdo en exigir su cabeza como condición para negociar una abstención.

Después de su investidura fallida a finales de agosto, quedándose a sólo seis escaños de la mayoría absoluta, desde Moncloa confirmaron que la siguiente fecha en el calendario era el 25-S, y que su candidato no descartaba volver a intentar otra investidura después de las elecciones vascas y gallegas. En la confianza de que los resultados de esos comicios pudieran servir para romper a su favor el bloqueo. El PP ha cumplido de sobra con sus expectativas, pero desde hace semanas viene asimilando que aun así, lo más probable era que anoche no fuera el principio del fin de la etapa de ingobernabilidad. Aunque sí influirá en los resultados de unas nuevas elecciones si los socialistas no rectifican su bloqueo.

La suma de los votos del PNV a los del PP y Ciudadanos, por un hipotético intercambio de apoyos, es posible en teoría, pero muy difícil. E igual de complicado se sigue observando el giro del PSOE hacia la abstención por la presión sobre Pedro Sánchez. De hecho, el recrudecimiento de la guerra interna sólo ha servido para que en el PP asuman cada vez como más difícil lo que ellos califican del «regreso a la sensatez» del principal partido de la oposición. Para que hubiera posibilidades sólidas, exigiría el respaldo de los cinco diputados del PNV, y que solo faltara un voto para Rajoy. Aunque desde Génova proclamaban anoche: «Qué más les hace falta en Ferraz para darse cuenta de que el bloqueo les está llevando al suicidio político». Por eso, en Moncloa y en la dirección del PP han ido inclinándose a favor de considerar estas elecciones como una especie de primarias de unas terceras generales, una meta volante. Sin que esto implique que vayan a dar por perdida la legislatura. Su discurso seguirá centrado en colocar toda la presión sobre el PSOE, bajo la acusación de que son los responsables de otras elecciones. Esta tarde el Comité Ejecutivo del PP confirmará esta estrategia, que mira también a la competencia preelectoral por si hay nuevo examen en las urnas. De esta Ejecutiva no saldrán nuevos movimientos inmediatos por parte del líder popular ni el anuncio de una nueva ronda de contactos. Él ya ha dejado ver que confía en que si hay otras elecciones, su partido crecerá en votos y en escaños. Y hoy está aún más convencido de ello. Su posición será esperar a ver cómo se salda el pulso interno en el PSOE.

Por cierto, los resultados avalan la decisión de Rajoy de volcarse en esta campaña. Arriesgaba, pero en Madrid contaban con que podía ganar más que perder. Ahora podrá presentar su resultado como un aval a su estrategia y como el prólogo de su victoria en unas terceras generales. Y ya no le resta el hecho de que Feijóo haya mantenido distancias con él para no contagiarse del desgaste de las siglas del PP a nivel nacional en el espectro del centro. El 25-S aporta, además, al candidato popular la visibilidad de la unidad interna de su partido frente a las divisiones crecientes en otras fuerzas. Una fortaleza más para afrontar un escenario electoral si llega el caso. Ciudadanos, su más directo rival, ya que el PP aspira a seguir recuperándoles terreno, ha salido muy mal parado del reto que tenía en el País Vasco y Galicia. Esto le suma a Rajoy, y desde el PP alimentan la expectativa de que el 25-S puede abrir en la formación naranja debates internos sobre su estrategia.

Las claves

Candidato indiscutible

El resultado electoral apuntala al líder del PP como candidato de su partido en el caso de que haya terceras elecciones.

Investidura

La mayoría absoluta de Galicia refuerza a Rajoy en su objetivo de perseverar en su intento de formar gobierno. Siglas del PP

El 25-S aporta al candidato popular la visibilidad de la unidad interna frente a divisiones en otras fuerzas.

Terceras elecciones

En Moncloa y en el PP han visto estas elecciones como unas primarias antes de que se celebren otras generales.