El desafío independentista

Rajoy reanima el frente constitucionalista ante el independentismo

El presidente del Gobierno y Pedro Sánchez abren un canal «permanente» para que no entre en vigor la ley de la ruptura

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (d), en una imagen de archivo
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (d), en una imagen de archivolarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@731b78c5

El presidente del Gobierno y Pedro Sánchez abren un canal «permanente» para que no entre en vigor la ley de la ruptura.

Casi al mismo tiempo que Juntos por el Sí (JxS) y la CUP anunciaban por fin la presentación de la ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República catalana Moncloa se ratificaba en que esa norma no será nunca aprobada porque antes será suspendida por el Tribunal Constitucional (TC). De hecho, el Gobierno prevé elevarla al Alto Tribunal en cuanto sea validada por la Mesa del Parlamento.

El Gobierno contestó ayer al movimiento soberanista con la advertencia ya conocida de que la ley para activar el proceso independentista nunca se pondrá en marcha y que la consulta no se celebrará. Para reforzar esta posición el presidente del Gobierno y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, confirmaron en una conversación telefónica su disposición a trabajar juntos para hacer frente al desafío. Así lo anticipó el PSOE a través de su portavoz, Óscar Puente. Una posición que puede parecer contradictoria después de que los socialistas hayan anunciado su intención de desarrollar una alternativa propia, incluso con iniciativas parlamentarias, para resolver el problema de Cataluña. Su puesta en marcha estaba anunciada para esta semana, pero ayer confirmaron su decisión de retrasar su agenda.

Rajoy ha eludido la confrontación con el PSOE en todo momento, incluso cuando después de su última reunión con Sánchez en su entorno se sorprendieron con la distancia que oficialmente marcó Ferraz en la gestión del proceso independentista. Al margen de estas polémicas políticas, el presidente ha aprovechado las últimas horas para reanimar el frente constitucionalista a la espera de que la Generalitat activase inmediatamente el proceso después de la manifestación por los atentados de Barcelona del pasado sábado.

Gobierno, PSOE y Ciudadanos (Cs) irán de la mano en la respuesta judicial y política al frente soberanista, sostienen desde el Gobierno. «No hay alternativa. No podemos dejar ningún espacio vacío en la defensa del Estado de Derecho. No se entendería», aseguran. Por eso, más allá de diferencias políticas, y de la batalla de partido, Rajoy no baraja ningún escenario que no suponga contar con el PSOE y con CS en las decisiones que tendrá que adoptar su Ejecutivo para responder a la Generalitat.

Por otro lado, la manifestación del sábado, y la imagen del Rey Felipe VI rodeado de esteladas y bajo la presión independentista, ha ratificado al Gobierno en su decisión no sólo de que no habrá referéndum, sino de que tomará todas las decisiones necesarias para evitar que haya urnas, aunque desde el independentismo presuman de que ya las tienen.

«La Ley de Transitoriedad puede ser anunciada tantas veces como quieran, pero nunca entrará en vigor. La Generalitat está rindiéndose a los planteamientos de un partido minoritario, radical y antisistema como la CUP. No habrá referéndum ni tampoco entrará en vigor la base legal para sostener el proceso rupturista», argumentan en el Gobierno.

A partir de ahora, el Gobierno informará al PSOE y a Cs de sus decisiones antes de ponerlas en marcha. La estrategia la irá adaptando a los movimientos de la Generalitat, sin anticiparse, pero antes de actuar, dialogará con las demás fuerzas constitucionalistas. Y aunque de momento no está previsto crear ningún gabinete de crisis de partidos, Rajoy cuidará el consenso frente al órdago independentista. La conversación de ayer se produjo después de que Sánchez enviara un mensaje a Rajoy a primera hora de la mañana tras tener conocimiento de la presentación pública de la Ley de Transitoriedad. Rajoy telefoneó de manera inmediata al líder del PSOE y la decisión fue mantener un diálogo permanente sobre el desafío independentista para intentar que el PSOE y el PP vayan siempre de la mano.

En el Gobierno consideran que no queda «ni un mínimo resto de sensatez» en la Generalitat de Cataluña. Fuentes del Ejecutivo
han querido dejar claro que su obligación es «cumplir y hacer cumplir las leyes» y defender a todos los ciudadanos de Cataluña, piensen como piensen, «de un grupo de radicales que están intentando someter y silenciar a la mayoría de catalanes». Por ello y tras recordar que el Estado de Derecho ha dado respuesta a todos los intentos de los independentistas de vulnerar nuestro orden constitucional, han recalcado que «lo seguirá haciendo».

En el Ejecutivo consideran que ayer se producía una «paradoja» y es que mientras en París se reunían cuatro de las principales democracias de Europa para «trabajar juntos contra el terrorismo y a favor de la libertad», los independentistas «han aprovechado para presentar una iniciativa ilegal para tratar de desconectar a los catalanes de España y de Europa».