Cataluña

Roma lamenta el uso de la imagen del Papa para fines políticos

Discrepa de la campaña nacionalista para arañar votos católicos a favor de Artur Mas. Los obispos ya alertaron de la preocupación de Francisco por una «posible secesión en España»

Una secesión cogida «con pinzas». «La secesión de una nación sin un antecedente de unidad forzosa hay que tomarla con muchas pinzas y evaluar caso por caso», dijo el Papa sobre el caso catalán
Una secesión cogida «con pinzas». «La secesión de una nación sin un antecedente de unidad forzosa hay que tomarla con muchas pinzas y evaluar caso por caso», dijo el Papa sobre el caso catalánlarazon

Discrepa de la campaña de Cristianos por la Independencia, de la ANC, que pide el voto para Mas. Los soberanistas impulsan una web para que los sacerdortes se adhieran a la secesión ante el 27-S

En Roma no ha sentado nada bien que el grupo secesionista Cristianos por la Independencia utilice una imagen del Papa Francisco y una frase suya para fines políticos y propagandísticos en una revista. Según explicaron fuentes eclesiásticas de Roma a LA RAZÓN, el Vaticano estaría molesto por este uso manipulador, por lo que discrepan de la campaña nacionalista utilizada por este grupo para arañar votos católicos a favor del presidente de la Generalitat, Artur Mas. De hecho, las mismas fuentes recuerdan cómo en diversas ocasiones y por casos similares el portavoz de la Santa Sede, el Padre Federico Lombardi, se ha visto obligado a alertar de la instrumentalización que algunos hacen de la figura y palabras del Santo Padre.

El Vaticano es siempre muy cauteloso ante los tiempos electorales de un país o región e intenta no inmiscuirse en ellos. Tanto es así que uno de los procedimientos seguidos es que el Pontífice no visite un país si éste se encuentra en periodo electoral o si en los meses siguientes va a celebrar elecciones, salvo en contadas excepciones. Es, por ejemplo, una de las posibles razones para las que Francisco finalmente no pisará suelo español durante los actos del V Centenario de Santa Teresa de Ávila en vista al año electoral en España.

El panfleto, que ha comenzado a circular en algunas parroquias catalanas, anima al voto secesionista con lemas del tipo «Los cristianos, comprometidos con el futuro de Cataluña y de su gente» o «El 27-S por la Independencia, con generosidad por el futuro». Para apoyar estas ideas utilizan la siguiente frase que pronunció el Pontífice en Paraguay el pasado julio ante el presidente del país, Horacio Cartes: «Un pueblo que olvida su pasado, sus raíces, no tiene futuro. Es un pueblo estéril». Sin embargo, han obviado las demás palabras que dijo a continuación y en las que pide abandonar los sentimientos de odio y venganza para construir la convivencia: «La memoria, asentada firmemente sobre la justicia, alejada de sentimientos de venganza y de odio, transforma el pasado en fuente de inspiración para construir un futuro de convivencia y armonía, haciéndonos conscientes de la tragedia y la sinrazón de la guerra».

No fue la primera vez que el Pontífice dijo algo parecido. Es más, se trata de uno de los argumentos a los que suele recurrir para pedir la paz y el abandono de toda división. En concreto, otro ejemplo es el de su visita a Sarajevo el pasado junio, donde reivindicó la «memoria» como el camino apropiado para «hacer la paz» al subrayar que «un pueblo que olvida su memoria no tiene futuro». Por su parte, algunos obispos españoles revelaron en marzo que el Papa Francisco se encuentra preocupado «por una posible secesión en España». Después de la visita que el episcopado hizo a Roma, el arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, afirmó que entre los asuntos que «preocupan» al Papa está la «dificultad como país para estar unidos». El prelado contó que Bergoglio no hizo alusión «ni a Cataluña ni a ningún sitio», y no hizo «ninguna valoración política». A su vez, en una entrevista al periodista Henryque Cymerman publicada por «La Vanguardia» en junio de 2014, Francisco aseguró que «la secesión de una nación sin un antecedente de unidad forzosa hay que tomarla con muchas pinzas y evaluar caso por caso». Ayer, tanto la Conferencia Episcopal como los obispos catalanes eludieron pronunciarse sobre el tema.