Crisis en el PSOE

Sánchez deja «colgados» a sus partidarios y sólo muestra «gratitud»

Reconoce en un tuit el apoyo de la cumbre del martes, pero no desvela si se presentará.

El ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez
El ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchezlarazon

Reconoce en un tuit el apoyo de la cumbre del martes, pero no desvela si se presentará.

El secretario general del PSOE de Valencia, José Luís Ábalos, era entrevistado a primera hora de la mañana de ayer por Sandra Golpe en Espejo Público, de Antena 3TV. En la entrevista expresaba su deseo de que Pedro Sánchez diera respuesta al anhelo expresado el martes por 68 cargos medios del PSOE, acompañados por varios diputados, y anunciara su candidatura a la Secretaría General en el próximo congreso de los socialistas.

Casi al mediodía, Ábalos obtuvo por respuesta un jarro de agua fría. Pedro Sánchez, desde un lugar desconocido y a través de su método de expresión habitual desde hace dos meses –Twitter– expresó su «gratitud inmensa por la confianza» de los reunidos en Madrid, pero no dijo nada de su candidatura. Sólo un críptico añadido del ex secretario general puede dar un halo de esperanza a sus cada vez menos partidarios cuando afirmó «entre todos/as haremos posible la recuperación del PSOE y de nuestra identidad como socialistas».

Las fuerzas de Sánchez pierden ímpetu desde su dimisión el pasado uno de octubre. Buena parte de los que dieron la cara por sus posiciones, antes y después de la crisis que desembocó en el nombramiento de la gestora presidida por Javier Fernández, han abandonado el «sanchismo». Para coger ímpetu, Ábalos y otros dirigentes convocaron la reunión del pasado martes. Con dos objetivos, aunar fuerzas y lograr que Sánchez diera un paso al frente. No ha sido así. A pesar de que el ex líder socialista dijo que antes del 31 de diciembre haría pública su postura, ayer dejó pasar una buena oportunidad para hacerlo.

Gratitud inmensa por la confianza. Entre todos/as haremos posible la recuperación del PSOE y de nuestra identidad como socialistas.

Una buena parte de críticos consideran que no es un buen candidato. Mantienen sus posiciones contra la gestora y no ven con buenos ojos el ascenso de Susana Díaz, pero tampoco confían en un Pedro Sánchez que tiene muchas dudas para presentar su candidatura. Las ausencias de Francina Armengol, la presidenta balear, César Luena y Oscar López, su guardia pretoriana, Luis Tudanca –Castilla y León–, Miquel Iceta –Cataluña– e Idoia Mendia –Euskadi–, entre otros, fueron un mazazo a las aspiraciones de Sánchez. Este grupo piensa en Patxi López como candidato de esta corriente –aunque el ex lendakari no moverá pieza hasta que esté convocado el congreso–, no tanto para confrontarse con Susana Díaz –que tampoco dará el paso hasta que la gestora mueva pieza–, sino para consensuar la nueva dirección con los que parecen ser la mayoría en el PSOE. Y piensan en López porque dan por «amortizado» a Sánchez, lo que le restaría los apoyos necesarios en unas primarias para lograr un resultado digno.

En las últimas semanas en el PSOE surgen voces que claman por una candidatura de unidad que evite una confrontación cainita. Esta candidatura no tiene una cabeza visible, aunque líderes socialistas que trabajan en esta línea afirman sin descartar esta posibilidad que «todavía es pronto para lanzar un candidato. El tema todavía está verde». Al tiempo, estos dirigentes creen que la candidatura sólo tiene viabilidad si cuenta «con el apoyo de Díaz», escenario que se rechaza desde el entorno de la secretaria general del PSOE andaluz y desde barones socialistas que no ven una figura que pueda encarnar las virtudes de liderazgo, consenso y transversalidad.

La única sonrisa que se dibujó en la cara de los partidarios de Pedro Sánchez vino de la mano de Odón Elorza en un tuit en el que se veía al ex dirigente del PSOE corriendo por la playa de la Concha de San Sebastián. La aparición de Sánchez fue un simple montaje de Elorza, una inocentada. No fue tan inocente el desplante de Sánchez a sus partidarios, que los dejó compuestos y sin dirigente, una vez más, al no anunciar su candidatura a la Secretaría General del PSOE.