Elecciones Generales 2016

Sánchez se enfrentará a Díaz en primarias aunque quede tercero

Apunta que su proyecto político va «más allá del 26-J» y reitera que se presentará a la reelección

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ayer en un mitin en Jerez
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ayer en un mitin en Jerezlarazon

Apunta que su proyecto político va «más allá del 26-J» y reitera que se presentará a la reelección

Pedro Sánchez reconoció ayer en una entrevista con Carlos Alsina que hay un cierto desánimo en el electorado socialista. Las encuestas de este fin de semana, incluida la de ayer en LA RAZÓN, apuntan al peor escenario del PSOE: la derrota en escaños y en votos frente a Podemos. El secretario general del PSOE, fiel a su talante perseverante, hace caso omiso de estas encuestas y pide al electorado socialista que «sea consciente de cambiar la historia». «Socialistas, España os necesita», clamó a modo de arenga para movilizar a los suyos en un mitin en Huelva.

De momento, los socialistas mantienen su frente electoral. Sánchez se recorrerá España de punta a punta, exhibirá unidad –sobre todo con Susana Díaz– y seguirá haciendo «la campaña que se merecen los españoles», en palabras del líder del PSOE, que defiende en esta campaña algo parecido al «programa, programa, programa» que popularizó el líder comunista Julio Anguita. Y todo esto, de momento, porque las encuestas y el mazazo que supuso el auto de procesamiento –todavía no cerrado por el juez, pero plausible– de Manuel Chaves y José Antonio Griñán abre otro frente, no deseado, al PSOE. Con este escenario, Sánchez afronta la campaña electoral más difícil de un candidato socialista y con las peores expectativas. La irrupción de Podemos ha hecho trizas sus graneros electorales tradicionales y la obsesiva presión de algunos barones sobre él desde que hace dos años accedió a la dirección del partido han deteriorado la imagen del PSOE y, también, su relato.

Sin embargo, Sánchez no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Los que esperan su derrota para cambiar el cartel del PSOE pueden esperar sentados. Los que elucubraban con su dimisión la misma noche electoral pueden empezar a hacer otras cuentas. En la entrevista en «Más de Uno» de Onda Cero, Sánchez dejó muy claro que «su proyecto político va más allá del 26-J». Todo un aviso a navegantes. El líder socialista no se separa un ápice de lo previsto. Al margen del resultado electoral, Sánchez convocará el Congreso del PSOE y, por ende, también abrirá el proceso de primarias por el que son los militantes, y no los delegados, los que eligen al nuevo líder del partido. Y Sánchez se va a presentar.

El líder del PSOE está arropado por su guardia pretoriana, Antonio Hernando, Óscar López, Meritxell Batet, y cuenta con el respaldo de algunas federaciones como Baleares, Cataluña, La Rioja o mayoritariamente la de Madrid. En Galicia, por ejemplo, su candidato ha ganado las primarias en contra de la voluntad de líderes del PSOE gallego –no alineados con sus posiciones– como el otrora todopoderoso Pepe Blanco, el ex ministro Fran Caamaño o el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

Sánchez se presentará porque no tiene nada –más– que perder. Al contrario que Susana Díaz, la secretaria general del PSOE andaluz, que debería afrontar un proceso, siempre complejo y sin garantías de resultado, de primarias en las que no lograría la unanimidad a la que aspira. Un revolcón en los resultados, aún con su victoria, la dejaría débil al frente del Gobierno andaluz. Además, algunos dirigentes socialistas –y también desde Ferraz– apuntan que el PSOE no puede tener desde el inicio de legislatura a un secretario general fuera del Congreso de los Diputados. Los que ponen encima de la mesa este asunto concluyen que «sería letal para el PSOE quedarse fuera de los grandes debates», como los presupuestos, las reformas y las leyes, además de la habitual sesión de control.

Además, hay que tener en cuenta que los diferentes barones tomarán posición tras el 26-J, también en función de los resultados en sus ámbitos territoriales. La primera, la propia Díaz, que ganó el 20-D a los populares por un diputado. Un resultado adverso también dejaría tocada su hipotética candidatura, que debería contar con el apoyo unánime del socialismo andaluz, cosa que hasta la fecha también es una teoría porque las diferentes familias de esta comunidad pactaron su liderazgo en el PSOE andaluz y en la Junta. Dar el paso a Madrid pondría sobre la mesa la «compatibilidad del liderazgo» con la Junta y abriría el melón de la sucesión en el PSOE-A.

Una campaña de «puerta a puerta» de Madrid a Sevilla

El PSOE se ha propuesto paliar la desmovilización de su electorado con una campaña cercana. Tanto es así que el propio candidato, Pedro Sánchez, podría llamar a su puerta el próximo viernes, cuando en la primera acción de cara al 26-J visite a unos cuantos vecinos para pedirles personalmente su voto. Ésta será la principal innovación de una caravana que recalará mucho en Madrid y en la que se visitarán plazas tradicionalmente importantes para exhibir músculo. El plato fuerte de la campaña será el cierre de Sánchez junto a Susana Díaz en Sevilla. Los ex presidentes Zapatero y González también tendrán su espacio.