Ciudadanos

Santamaría, al PSOE: «Otras elecciones dañarían al sistema»

Rajoy centrará su discurso en los riesgos económicos de la interinidad

Soraya Sáenz de Santamaría durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros
Soraya Sáenz de Santamaría durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministroslarazon

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, sigue decidido a intentar la negociación con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aunque desde las filas socialistas sigan insistiendo también en que si esa llamada se produce, su líder se limitará a reiterarle la decisión del partido de mantener el «no» en la investidura del candidato popular. Así lo confirmó ayer la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, al tiempo que ligó esa conversación al acuerdo del PP con Ciudadanos.

El mensaje que traslada Moncloa en estas últimas horas antes de la investidura de Rajoy es que éste intentará hasta en el último momento mover al PSOE a la abstención, a sabiendas de que eso sólo va a servir para trasladar una posición a la opinión pública que descarga sobre el PSOE toda la responsabilidad del bloqueo político. Sáenz de Santamaría precisó que Rajoy está dispuesto a intentar convencer a Sánchez incluso entre la primera y la segunda votación. El argumento de Rajoy en esa última conversación no sería el de plantear nuevas ofertas al líder socialista, sino apelar a sus 170 apoyos (con sus escaños, los de C’s y el de Coalición Canaria) y a las medidas que su partido ha pactado con la formación naranja.

La vicepresidenta advirtió tajantemente, que unas terceras elecciones «dañarían el sistema», por lo que desde el Gobierno ni siquiera entraron a valorar la propuesta del PSOE de acortar en una semana la campaña electoral. En Moncloa interpretan que se trata de una maniobra de Ferraz para distraer la atención de «su responsabilidad principal en el bloqueo político».

«La mejor manera de solucionar la fecha de terceras elecciones es que no las tengamos. Unas terceras elecciones en un año serían inexplicables y harían daño al sistema. Los partidos no podemos pasarles la papeleta otra vez a los ciudadanos», sentenció la número dos del Ejecutivo en funciones.

Por tanto, Moncloa no se deja llevar al debate sobre la reforma electoral necesaria para acortar la duración de una nueva campaña, como ha planteado el PSOE. Y centra su mensaje en que son los partidos y no los ciudadanos en las urnas los que deben buscar una solución. Rajoy incidirá en su discurso de investidura en los riesgos económicos, que llegan directamente al ciudadano de a pie, y en el daño a la imagen de España de la situación de interinidad.