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Díaz afirma que habrá «seguro» un Comité Federal tras el 25-S

Defiende la honestidad de Chaves y Griñán, mientras Ferraz mantiene silencio.

La presidenta andaluza, Susana Díaz, atiende a los medios hoy en Sevilla
La presidenta andaluza, Susana Díaz, atiende a los medios hoy en Sevillalarazon

Defiende la honestidad de Chaves y Griñán, mientras Ferraz mantiene silencio.

La presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, aseguró ayer que a partir de ahora, «lo que tenga que decir» en relación a las discrepancias surgidas en el seno de su partido lo dirá en los órganos del PSOE. En este sentido, se mostró convencida de que habrá un Comité Federal que se celebrará previsiblemente tras las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia. Díaz afirmó que está «segura» de que esa cita se producirá y será allí donde el PSOE deba aclarar su posición con respecto a la investidura de Mariano Rajoy, la configuración de una mayoría alternativa o la hipotética convocatoria de terceras elecciones. A su juico, ese comité se celebrará «seguro». La presidenta de la Junta insistió igualmente en que, si Rajoy quisiera «hacer un gran servicio» al país, lo que debería hacer es «coger y marcharse», abriendo así la puerta a la abstención del PSOE si el PP contara con otro candidato.

Por otra parte, Díaz mostró su apoyo a los ex presidentes andaluces después de que la Fiscalía Anticorrupción en su escrito de acusación en la pieza política del fraude de los ERE pidiera seis años de cárcel y 30 de inhabilitación para el primero y diez de años de inhabilitación especial para el segundo. La presidenta andaluza defendió la «honradez y honestidad» de ambos tras visitar un parque empresarial en la provincia de Sevilla y admitió que ha trasladado su apoyo a ambos dirigentes personalmente: «Siempre he hablado con ellos y en las últimas horas, también», dijo.

Las palabras de Díaz han sido acompañadas por un cierre de filas total en la Junta de Andalucía y el PSOE andaluz en torno a la figura de Chaves y Griñán. Hasta tal punto, que distintos dirigentes han cuestionado la independencia de la justicia y han mostrado sus dudas sobre su imparcialidad. El propio Partido Socialista criticó el jueves en un comunicado la fecha elegida por el Ministerio Público para dar a conocer su escrito. La tesis de la jefa del Ejecutivo andaluz es que tanto Chaves como Griñán ya asumieron sus responsabilidades políticas hace ya mucho tiempo «al dejar su escaño y abandonar el partido» y que «a ninguno de los dos se les ha acusado de beneficiarse personalmente».

Su postura contrasta con la actitud de Ferraz. Los dirigentes nacionales no han respaldado públicamente a Chaves y Griñán, pese a que han sido presidentes del PSOE Federal durante 14 años. Entre 2000 y 2012 el primero, y hasta 2014 el segundo.

Hay que recordar que el pasado jueves, la Fiscalía Anticorrupción hizo público su escrito de acusación en la denominada «pieza política» de los ERE. En él solicita para el ex presidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán seis años de cárcel y 30 de inhabilitación por delitos continuados de malversación de caudales públicos y prevaricación, mientras que para su antecesor en el cargo, Manuel Chaves, solicita diez años de inhabilitación especial por un único presunto delito de prevaricación continuada.

Para Griñán, a quien la Fiscalía achaca presuntos delitos continuados de prevaricación y de malversación de caudales públicos, el Ministerio Público pide en concreto diez años de inhabilitación especial para empleo y cargo público por el primero de los citados delitos y seis años de cárcel y otros 20 años de inhabilitación absoluta por el segundo.

Por otra parte, otros barones del PSOE, como el presidente de la Generalitat Valenciana y secretario general del PSPV, Ximo Puig, también han intervenido en las últimas horas sobre la situación que vive su partido y aseguró que no observa tensiones en el PSOE, a la vez que advirtió sobre la situación interna de los socialistas: «Yo creo que los partidos están al servicio de la sociedad y el ombliguismo no es el camino».