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Díaz, aclamada en el Comité Federal del PSOE: «Es el ‘‘Susana’s Day’’»

Evita apoyar a Sánchez como candidato y se funde en un efusivo abrazo con Madina

La presidenta en funciones de la Junta presumió de liderazgo y victoria electoral ante sus compañeros en el Comité Federal del PSOE
La presidenta en funciones de la Junta presumió de liderazgo y victoria electoral ante sus compañeros en el Comité Federal del PSOElarazon

Seis días después de su contundente victoria en Andalucía, Susana Díaz reapareció ayer en Ferraz más arrolladora que nunca. Los aires del sur han dado un nuevo impulso a la nave socialista, pero su influjo no será suficiente para superar la «marea azul» y llegar a buen puerto el 24-M. Por ello, la lideresa compartió con sus compañeros la receta del éxito en Andalucía: «alejarse de los líos de partido» para remar todos en la misma dirección. Todo un mensaje a navegantes.

La expectación a su llegada era máxima, tanto que algunos periodistas dejaron a otros dirigentes socialistas con la palabra en la boca a fin de estar prevenidos ante la inminente entrada de la presidenta andaluza. A las puertas de Ferraz y asediada por multitud de medios, la lideresa volvió a marcar distancias con el secretario general y se comprometió a mantenerse «neutral» en las primarias abiertas que celebrará el partido el próximo 26 de julio para elegir a su candidato a La Moncloa, y en las que Sánchez ya ha confirmado su presencia. «Yo no voy a intervenir en ese proceso, porque quiero mantenerme neutral para que los militantes y simpatizantes, por primera vez en un partido, ejerzan con libertad su voluntad», destacó.

El caluroso recibimiento de los periodistas fue sólo un preludio de lo que le aguardaba en el interior, donde fue la verdadera protagonista de la jornada y recibió numerosas ovaciones de los asistentes. «Es el ‘‘Susana’s Day’’», decía eufórico un dirigente territorial que se mostraba orgulloso de la andaluza. Si su mera presencia ya reaviva el ánimo de los presentes, éste suma enteros cuando Díaz toma la palabra. El sabor de boca tras su intervención era inmejorable. «Ha estado enorme», decía un diputado afín a la lideresa. «Ha sido la más aplaudida», señalaba otro dirigente que ponía en valor el «discurso en clave nacional» pronunciado por Díaz.

La presidenta en funciones de la Junta reivindicó en su turno de palabra –a puerta cerrada– que para ganar se necesita «unidad de partido, un proyecto claro y un liderazgo sólido», unos atributos que ha puesto en cuestión, en los últimos meses, en lo que a Sánchez se refiere. La frialdad entre ambos se mantuvo en los grados (centígrados) habituales. Díaz no nombró expresamente al secretario general en su alocución y no cruzó ni una palabra con él durante la jornada, pues abandonó la sede federal al filo de las 12 de la mañana aduciendo un resfriado mal curado en la campaña como excusa ante los periodistas.

Sin embargo, esta frialdad no es el estado natural de la lideresa que no ahorró en cariño cuando se encontró con el diputado díscolo del PSOE. Díaz coincidió en el hall de Ferraz con Eduardo Madina, crítico con Sánchez y su principal rival en las primarias a la secretaría general de 2014, con el que se fundió en un efusivo abrazo y al que reiteró su intención de mantenerse en contacto.

La acogida del sur incluso sorprendió a Madina que a su llegada al cónclave fue recibido por una calurosa delegación andaluza que lo saludaba y abrazada mientras el diputado –superado por las circunstancias– sólo acertaba a decir: «Esto lo habéis preparado, ¿verdad?».

Las relaciones aparentemente rotas entre Madina y Díaz, después de que esta propiciase la victoria de Sánchez al convertirse en su principal valedora en las primarias, se recondujeron a raíz de la escisión entre San Telmo y Ferraz. La presidenta de la Junta incluso reconocía entonces, en privado, la valía y el liderazgo del diputado vasco.

Las diferencias entre Sánchez y Díaz se hicieron inapelables durante la campaña a los comicios andaluces. En ella, la entonces candidata evitó considerar a Pedro Sánchez un alternativa de Gobierno a Mariano Rajoy, e incluso dejó caer que sería el actual jefe del Ejecutivo quien la tendría enfrente durante los cuatro próximos años. Su posición no ha variado un ápice y ayer volvió a evitar respaldar expresamente a Sánchez como candidato del PSOE a la presidencia. «Pedro es el secretario general y tiene el apoyo de todos los socialistas y en las próximas primarias de julio los militantes y simpatizantes hablarán con libertad», destacó.

La presidenta de la Junta sí se mostró, sin embargo, convencida de que su victoria «abre la puerta a la de otros compañeros» de su partido para las municipales y autonómicas del 24 de mayo y auguró un «buen resultado» para su partido en esos comicios. Díaz también destacó que los andaluces enviaron al presidente Rajoy el pasado domingo el mensaje de que «no quieren sus medidas de sufrimiento» y advirtió que «si muchos querían medirse con el PSOE en estas elecciones se han dado cuenta de los ciudadanos siguen confiando mayoritariamente» en el partido.

Por ello, la presidenta electa reivindicó que se ha abierto un «nuevo camino para los socialistas» y se felicitó de que «todos» ellos «hayan hecho suya» la victoria en Andalucía. En clara alusión a las declaraciones realizadas desde Ferraz tanto en la noche electoral como en la valoración posterior de los resultados electorales, y que creó cierta polémica entre los afines a Díaz.

«Los socialistas andaluces también vamos a hacer nuestras las razones, la victoria y el trabajo de los socialistas en el resto de España», prometió la dirigente andaluza, tras asegurar que ella también ha sentido el «aliento» del resto de socialistas, incluido el del secretario general, a pesar de su independencia impuesta.

Pedro Sánchez: «Aspiramos a todo, podemos ganar y gobernar»

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reivindicó ayer el «orgullo» y la «alegría» de todo el socialismo por la victoria «clara» y el «gobierno fuerte» cosechado en la federación más numerosa de los socialistas. «El PSOE andaluz es un partidazo», con su victoria «ganó Andalucía y empezó a ganar toda España», destacó el líder del PSOE. El secretario general sabe que tras el impulso de las andaluzas el partido sale fortalecido. «Aspiramos a todo, podemos ganar y gobernar».

Los socialistas consideran que tras el 22-M el PP «sabe que perderá las próximas citas electorales» y que sólo el PSOE es la alternativa, «por eso nos temen», puntualizó Sánchez. En este sentido, el líder del partido señaló que los españoles «quieren pasar página del Partido Popular» porque el país no puede renovarse con una derecha «incapaz de renovarse a sí misma» y con problemas de liderazgo, corrupción y con cuentas pendientes con los españoles. «El problema del PP es la oportunidad del PSOE», destacó. Además de reivindicarse como alternativa a la derecha, Sánchez también ha defendido su espacio en la izquierda. «Somos la única izquierda que puede gobernar», señaló en alusión a la formación emergente Podemos a la que aludió de forma indirecta en varios momentos del discurso. El mensaje del PSOE a los votantes es claro: «Quien no tenga un proyecto claro de sostenibilidad del Estado del Bienestar no es de izquierdas».