Tras París será Madrid

- ¿Se ha elevado el riesgo de un ataque yihadista en España?

–Evidentemente, y así lo estimó el Gobierno al subir el nivel de alerta. España forma parte de la coalición internacional que lucha contra el Estado Islámico (Daesh) en Siria e Irak. Se encarga de la formación de los soldados iraquíes en técnicas de defensa, guerrilla y antiterroristas.

- ¿Ofrece España un interés especial para el Daesh?

–La situación de nuestro país como puerta de Europa, la importante presencia militar de Estados Unidos, con bases operativas, y la decidida voluntad del Gobierno, a través del Ministerio del Interior, de luchar contra el terrorismo islamista hacen de España un objetivo prioritario, como ha quedado demostrado en los últimos documentos y publicaciones conocidas del Daesh.

- ¿Cuáles pueden ser los objetivos más sensibles?

–Cualquiera. Las intervenciones del portavoz del Daesh, Abu Mohammed al Adnani, abren el abanico de tal manera que todo aquel que sea considerado «infiel» puede ser pasado por las armas, que van desde un explosivo hasta un cuchillo de cocina o una simple piedra. En su última intervención, anunció que antes de atacar Al- Andalus (España) iban a destruir la Casa Blanca en Washington, el Big Ben de Londres y la Torre Eiffel de París.

- Pero, ¿no es un contrasentido amenazar por amenazar, cuando se sabe que es imposible que puedan atacar a todo el mundo?

–Forma parte de la estrategia de «terror informativo» que practica el Estado Islámico y que desarrollaba la célula recientemente desarticulada por la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional. Habían colgado en la red una fotografía «entrando» en la Comunidad de Madrid; tenían un escrito con amenazas a Su Majestad el Rey y su familia; y aleccionaban a los niños en el odio a los «cruzados» (cristianos). El día que logran cometer un atentado parece que han cubierto todos los objetivos, pero no es así. Sin embargo, el terror se apodera de la población.

- ¿Tanto miedo puede generar un atentado de este tipo de terrorismo?

–Sí, y mucho más intenso que el que hemos sufrido a nivel nacional. El Estado Islámico se ocupa de transmitir que cualquier persona puede ser objetivo de sus acciones criminales y logran que nadie se sienta seguro. La barbarie y el fanatismo tienen un efecto demoledor entre los ciudadanos, que se sienten indefensos ante unos ataques tan injustos como inexplicables.