El desafío independentista

¿Trasladar el Parlament a Bruselas?

JxCAT presiona a Torrent para que se reúna con Puigdemont en la capital belga y registra una solicitud para que la Mesa decida si admite que los diputados fugados deleguen su voto

El presidente del Parlament, Roger Torrent, ayer durante su primera reunión con Xavi Domènech
El presidente del Parlament, Roger Torrent, ayer durante su primera reunión con Xavi Domènechlarazon

JxCAT presiona a Torrent para que se reúna con Puigdemont en la capital belga y registra una solicitud para que la Mesa decida si admite que los diputados fugados deleguen su voto.

Roger Torrent se estrenó formalmente ayer en la presidencia del Parlament con la investidura de Carles Puigdemont como primer quebradero de cabeza. Aunque no abordó esta cuestión en la primera reunión de la Mesa, en la que algunos miembros reconocieron un cambio diametral en el ambiente con respecto a su antecesora, Carme Forcadell, sí lo tuvo que hacer inevitablemente en la ronda de contactos que mantuvo con distintos líderes de grupos parlamentarios para proponer un candidato a presidir la Generalitat. Tanto PSC, comunes y PP rechazaron una elección telemática, mientras la CUP expresó su aprobación, aunque quiso subrayar que su prioridad es la materialización de la república y no el candidato.

Sin embargo, las mayores presiones que tuvo que soportar Torrent provinieron del entorno de Puigdemont, que exigió un encuentro en Bruselas, algo a lo que mostró sus reticencias. Fuentes de la candidatura explicaron a este diario que ese encuentro ha sido planteado a iniciativa propia y como una entrevista de «institución a institución»: «Entre el Govern legítimo y el Parlament». Si bien, mientras la mano derecha del ex president, Elsa Artadi, aseguró que esa reunión se producirá, el presidente del Parlament, en línea con el discurso que ha venido manteniendo de distender la actividad parlamentaria y evitar las extravagancias en esta legislatura, desmintió esa afirmación al dejar ese viaje como una simple posibilidad.

Por el momento, en sustitución de Puigdemont acudirán hoy Artadi y Eduard Pujol a la ronda de encuentros que está manteniendo Torrent para proponer un candidato a la Generalitat. En caso de que el ex president «suscite mayorías», será cuando el presidente del Parlament deberá «hablar» con él y barajará un viaje a la capital belga. Por si acaso, el portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, advirtió de que incurriría en un «hecho muy grave» si usase dinero público para visitar a un «prófugo».

También JxCAT redobló la presión sobre Torrent con el registro en el Parlament de la solicitud para delegar el voto de los tres diputados electos que siguen fugados en Bruselas: Puigdemont, Clara Ponsatí y Lluís Puig. Por el momento, esa petición deberá superar el trámite de la Mesa de la Cámara catalana, algo a lo que ayer se remitió Torrent. «No me planteo situaciones hipotéticas, como la investidura telemática o la delegación del voto. Lo decidirá la Mesa cuando sea oportuno», afirmó en una entrevista en Rac1. No obstante, sobre esa investidura a distancia volvió a echar balones fuera y aseguró que será «algo complejo», y desde Esquerra se volvió a insistir en que JxCAT explique cómo piensa producirse esta elección. Por el momento, los republicanos ya cuentan con el informe de los letrados, que rechaza cualquier elección de un presidente sin que esté presente, y en paralelo, Oriol Junqueras, sigue dando la batalla. Ayer, su abogado presentó un escrito al Tribunal Supremo solicitando su asistencia al pleno de investidura.

A falta de que hoy se reúna con Marta Rovira (ERC) e Inés Arrimadas (Cs), Torrent se vio también ayer con el líder del PP, Xavier García Albiol, quien reclamó que no se intente investir a Puigdemont porque sólo «generará más tensión» y consideró que ni los presos ni los fugados están «habilitados» para delegar el voto. Por su parte, el líder del PSC, Miquel Iceta, también se mostró en la misma línea y advirtió en su vis a vis con Torrent de que permitir la delegación del voto o la elección de Puigdemont es un «gravísimo error»: «Se haría de forma antirreglamentaria e impediría avanzar hacia la estabilidad». Finalmente, el líder de los comunes, Xavier Domènech, se limitó a trasladar que no apoyarán la investidura de Puigdemont ni de ningún otro diputado de JxCAT.