Audiencia Nacional

Un edil arrepentido ratifica que Correa pagó la campaña de Sepúlveda en 2003

Un empresario admite que abonó mordidas al ex acalde del PP en Pozuelo a cambio de contratos

El ex concejal de Hacienda de Pozuelo Roberto Fernández, ayer, en un momento de su declaración en el juicio del «caso Gürtel»
El ex concejal de Hacienda de Pozuelo Roberto Fernández, ayer, en un momento de su declaración en el juicio del «caso Gürtel»larazon

Un empresario admite que abonó mordidas al ex acalde del PP en Pozuelo a cambio de contratos

Los tres «arrepentidos» de la «trama Gürtel» abrieron ayer, una vez despejado el juicio de pretensiones de nulidad, el turno de las declaraciones de los 37 acusados. Las defensas habían intentado evitar a toda costa que el constructor Alfonso García Pozuelo, el empresario Jacobo Gordon y el ex concejal de Pozuelo de Alarcón Roberto Fernández (detenido el pasado lunes sorpresivamente por otra causa) fueran los primeros procesados en tomar la palabra, pero al final se impuso el criterio de la Fiscalía Anticorrupción, avalado por el tribunal. Sus testimonios jalonados de sobres, dinero negro, adjudicaciones a dedo y acusaciones de financiación ilegal dejaron mal parados a dos ex alcaldes del PP –Guillermo Ortega y, sobre todo, Jesús Sepúlveda–, al líder de la red corrupta, Francisco Correa, al ex diputado Jesús Merino y al ex tesorero Luis Bárcenas.

Quien más se explayó fue el ex concejal de Hacienda de Pozuelo, que dejó al borde del abismo a Sepúlveda, ex alcalde del PP en el municipio madrileño, al asegurar que le pagó «al menos 100.000 euros» (111.864,32 según la Fiscalía) para financiar su campaña electoral de 2003 (que le aupó finalmente al sillón consistorial), cantidad que Fernández tachó de «bastante insólita para un municipio de 80.000 habitantes». El ex edil también acusó a Sepúlveda de adjudicar a dedo los contratos municipales a las empresas del grupo Correa y contó que, cuando supo que estaba siendo investigado, reunió a sus concejales, les prohibió contratar con empresas de la trama y dio orden de «encriptar» los móviles.

El ex marido de Ana Mato estuvo igualmente en boca del ex presidente de Constructora Hispánica. García Pozuelo también ha cerrado un acuerdo con Anticorrupción y, como los otros dos «arrepentidos», confesó los hechos de los que está acusado y, entre ellos, los pagos a Sepúlveda a cambio de la remodelación del camino de las Huertas de Pozuelo y de la adjudicación en 2004 de la «operación asfalto» en el municipio (formando en este último caso parte de una unión de empresas). Anticorrupción sostiene que García Pozuelo pagó a Correa 49.591 y 15.900 euros, respectivamente, por esas dos adjudicaciones y que Sepúlveda percibió entre los años 1999 y 2005 al menos 668.391 euros de la «trama Gürtel», 449.017 de ellos en efectivo.

El empresario también reconoció los pagos que efectuó en Castilla y León a la red corrupta: 1,5 millones en 2002 y 2003 a Bárcenas (el ex tesorero percibió 570.000 euros), Correa (el dinero que le dio, especificó, era «para organismos centrales») y al ex diputado popular Jesús Merino.

Otro empresario, Jacobo Gordon, ex socio de Alejandro Agag, involucró a otro ex alcalde del PP, Guillermo Ortega (Majadahonda), en un negocio inmobiliario con Correa en 2004 en el municipio del que era regidor, en el que habría colaborado aportando 150.000 euros en negro.

Mientras sigue sobrevolando el juicio un posible pacto de la Fiscalía con el principal acusado, Francisco Correa –al que mañana le llegará el turno de declarar ante el tribunal–, ayer llamaron la atención los continuos cuchicheos entre el supuesto líder de la trama corrupta y su «número dos», el ex secretario de Organización del PP gallego Pablo Crespo. Aprovechando el tedio de la audición de las declaraciones de una acusada ya fallecida y de otro apartado de la causa por «demencia sobrevenida», Correa intercambió confidencias con Crespo durante la sesión, quizá intentando tranquilizarle sobre el alcance de su inminente declaración.