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Felipe VI: «La sociedad demanda de los juristas la defensa de la Constitución»

El Rey durante su intervención en la inauguración hoy en Vitoria del XI Congreso Nacional de la Abogacía
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Su Majestad El Rey Felipe VI reclamó ayer, recogiendo el sentir de la sociedad española, una mayor "sensibilidad"de los juristas españoles ante las "situaciones a las que se enfrentan los ciudadanos", así como un "compromiso con nuestro modelo de convivencia".

Su Majestad El Rey Felipe VI reclamó ayer, recogiendo el sentir de la sociedad española, una mayor "sensibilidad"de los juristas españoles ante las "situaciones a las que se enfrentan los ciudadanos", así como un "compromiso con nuestro modelo de convivencia"Es decir, añadió, "con el respeto y defensa de la Constitución, de los estatutos de autonomía y del ordenamiento jurídicos, considerados como la mayor expresión del interés público y general". Estas palabras las pronunció el Monarca en la inauguración del XI Congreso de la Abogacía Española que se celebra en Vitoria, ciudad que visita por primera vez durante su primer año de reinado.

Felipe VI, que fue recibido a la entrada del Palacio de Congresos Europa por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, el lehendakari, Íñigo Urkullu, el presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, y otras autoridades locales y autonómicas, inició su discurso de salutación en euskera, para elogiar a continuación la labor que realizan los abogados en en la defensa de nuestro Estado de Derecho, "de los derechos de los ciudadanos", lo que contribuye a la seguridad jurídica, "un pilar fundamental del Estado dd Derecho, cuya solidez y fortalecimiento es una garantía para el desarrollo de nuestra sociedad en paz, libertad y justicia". En ese momento fue cuando aludió a que"la sociedad demanda algo más"a los juristas: sensibilidad ante situaciones a las que se enfrentan los ciudadanos y fortalecer el modelo de convivencia, y todo ello con el respeto a la Constitución, estatutos de autonomía y al ordenamiento jurídico vigente.

También aludió a la necesidad de incorporar las nuevas tecnologías en el mundo jurídico y de la Administración de Justicia, que busca "evolucionar hacia un modelo abierto e innovador capaz de cumplir las expectativas de una sociedad digital que, progresivamente, abandonar el soporte papel y lo sustituye por el formato electrónico". De esta forma, y en concordancia con el tema central del congreso -el reto de las nuevas tecnologías en la abogacía-, apoyó la necesidad de que este colectivo avance hacia un modelo "marcado por la cercanía, la agilidad, la eficiencia y la inmediatez que exigen los nuevos tiempos".Y todo ello, añadió, puesto "siempre al servicio de los ciudadanos y de los intereses generales, siempre al servicio del mejor funcionamiento de nuestro país".

Pacto de Estado e inmigración

Por su parte, Carlos Canicer, presidente del Consejo General de la Abogacía Española, consideró del todo indispensable alcanzar un nuevo Pacto de Estado por la Justicia -hasta ahora, el único que se suscribió entre los grandes partidos fue "roto"por el PSOE en 2003-, para así "separar un tiempo a la Justicia del debate político partidista y dar entrada a los profesionales", ya que, añadió, "hay que reconstruir la Justicia en España", para que funcione de forma ágil, previsible y neutral.

Junto a ello, se refirió al drama de la inmigración y de cuantos mueren en el intento de llegar a Europa a través de pateras o de embarcaciones que no reúnen las condiciones mínimas. Una situación a la que, afirmó, los abogados no pueden ser indiferentes no pueden "mirar hacia otro lado"y dejar que las "mafias inhumanas"que controlan la inmigración ilegal conviertan el Mediterráneo "en un sarcófago". Relacionado con ello, Carnicer reclamó que que la Abogacía "sea oída siempre"en todo proyecto que tenga que ver con los derechos y libertades de los ciudadanos.

Urkullu: Política y Justicia

Por otro lado, el lendakari del Gobierno Vasco, Íñigo Urkullu -quien saludó a todos los asistentes en euskera- hizo especial mención en su discurso en la necesidad de no judicializar aspectos que, en su opinión, sólo deben resolverse en el ámbito de la política. SIn citar ningún caso concreto, sí fue lo suficientemente explícito para que todo el mundo captara su mensaje: "Creo en la accción política para el debate y el acuerdo, para la integración de las diferencias...no creo en el traslado de la acción política a los palacios de Justicia, en la mayoría de los casos con fines partidistas de muy corto alcance". Hay que recordar sobre esta cuestión que, actualmente, el Tribunal Constitucional tiene suspendida todos los actos relacionados con la consulta soberanista que pretendía llevar a cabo el pasado 9 de noviembre y el TSJ de Cataluña ha admitido a trámite una querella contra Artur Mas y otros dos consejeros por desobediencia, en relación con los actos celebrados ese día.

En esa línea, Urkullu abogó por una Justicia "no contenciosa y restaurativa", a la vez que expresó su compromiso con con la "búsqueda de soluciones dentro del propio espacio de la política, a través de una cultura del diálogo y la negociación, con el objetivo del acuerdo y la integración".