Ana Pastor

Ellas llevan los pantalones: ¿Quién ha ganado el debate de estilo?

Los colores corporativos esta vez sí fueron los protagonistas de un debate donde las mujeres optaron por prendas "masculinas": la americana y el pantalón que contrastaron con los altos tacones.

Foto: Jesús G. Feria
Foto: Jesús G. Ferialarazon

Los colores corporativos esta vez sí fueron los protagonistas de un debate donde las mujeres optaron por prendas "masculinas": la americana y el pantalón que contrastaron con los altos tacones.

Estaba claro que iba a ser complicado aclararse ayer en el debate. En el plató, en total, había dos Monteros (María Jesús e Irene) y dos Ana Pastor. Así que hubo que recurrir a los colores para poder diferenciar a todas las participantes que, además, coincidieron en llevar la misma prenda para presentarse delante de la audiencia: la americana. La encontramos de todos los colores y formas, como la cruzada en tweed naranja de Inés Arrimadas, la estilo levita en verde de Rocío Monasterio y la de corte más masculino en reojo de María Jesús Montero. Irene, la otra Montero, lució la más original y Ana Pastor, por su parte, fue la única que se decidió por un traje monocolor: en azul (por cierto, mismo tono que le mono que lució la otra Ana Pastor de la noche, la presentadora).

Y es que las mujeres de la política no aprovecharon al máximo todas las oportunidades que les podía brindar el armario femenino (aunque lo cierto es que superaron en estilo al sus compañeros del lunes). En nuestro foro interno teníamos claro que los pantalones triunfaría, pero hubiera estado bien que alguna se decantara por alguna falda o vestido. En cambio, lo único que llamó la atención fue el pantalón de cuero de la representante de Vox, que además, junto con la política popular, lució el look más depurado de la noche. En el caso de Monasterio, además, le dio su punto personal remangándose las mangas de la chaqueta.

Las joyas pasaron a un segundo plano menos para María Jesús Montero, que lucía una llamativa pulsera. Esto lo hizo quizás para desviar la atención de sus zapatos, que suele ser su punto fuerte, pero que ayer decidió cambiar por un modelo más clásico y menos convencional de los que suele llevar. El resto de sus compañeras, menos la Montero de Podemos que fue de plano, acudieron con unos altos stilettos que definían muy bien su silueta.

La sensación general, eso sí, destacó por lo depurados y sencillos que resultaban los looks, dando una imagen mucho más fresca y elegante que la del debate masculino. Deberán de tomar nota los hombres.

Ana Pastor: clásica y elegante

La número dos por Madrid lleva casi toda la vida en política y estamos muy acostumbrados a su impecable estilo. En este debate no ha faltado a un clásico en su armario, la americana, que, por otra parte, ha sido la estrella del vestuario de las mujeres.

En esta ocasión, Ana Pastor ha optado por un estilo muy corporativo, en blanco y azul en el que resaltaba el escote en V de la blusa que llevaba la política del Partido Popular. Melena perfecta y pendientes de perlas, completaban el impecable traje del que bien podían tomar nota muchos de sus compañeros de profesión por el corte y por lo bien que le sentaba. Ha sido sin duda la más elegante de todas sus compañeras.

Pastor ha optado por ser fiel a su estilo y no sorprender. La americana es la perfecta compañera de la política gallega, que suele llevarla tanto con vaqueros como con pantalones, y ya sea en ocasiones más desenfadas como en reuniones destacadas. El dato: la paleta cromática siempre se suele mover en colores amables que le ayudan a suavizar sus rasgos. Así, le hemos visto modelos en rosa, azul, blanco... y siempre en colores lisos, pues la fiel escudera de Mariano Rajoy no suele emplear muchos estampados en su día a día. Los suele reservar más para pañuelos u otros accesorios.

Los vestidos le gustan también sencillos, al igual que las joyas, que definen muy bien la persona que tenemos delante: una mujer de carácter decidido, con las ideas claras, pero que suele gustar más estar en un segundo plano. Y práctica, porque al igual que su líder Pablo Casado, ella también suele lucir en su muñeca un Apple Watch (que se tuvo que quitar minutos antes del debate, dejándoselo a Isabel García Tejerina).

María Jesús Montero: las uñas pintadas y una llamativa pulsera

La Ministra de Hacienda es famosa por su gusto por la moda y sus particulares looks, pero esta vez Montero ha optado por repetir un estilismo que ya le habíamos visto el día anterior en su visita a Huelva: solo cambió la camisa estampada por una blanca (la menos escotada de la noche).

Se presentó ante el público de La Sexta con una americana de formas generosas, al contrario que todas sus compañeras, que iban mucho más ceñidas. Lo mismo le sucedía a sus pantalones: ella fue la única que se decantó por un modelo recto, mientras el resto llevaba cortes más slim o skinny. Sin pretenderlo, su vestuario daba una sensación de cansancio en el aspecto de la Ministra, al que tampoco contribuía mucho el ser (o parecer) la más maquillada de la noche. Otro de sus errores fue optar por unas gafas de pasta roja cuyas lentes daban demasiados brillos al a cámara. Los únicos puntos positivos fueron la opción de llevar las uñas pintadas y la llamativa pulsera que llevaba.

Es curioso este despiste general en el estilismo de Montero, una de las ministras más apasionadas por la moda del gabinete de Pedro Sánchez. El estilo de la responsable de Hacienda, desde que llegó a Madrid, ha hecho correr ríos de tinta y es que, para bien o para mal, siempre da que hablar. Le gusta mucho el color rojo, su color fetiche, y los zapatos, que suelen ser un punto fuerte de sus looks, ayer pasaron más desapercibidos: quizás porque no pensaba que nos fuéramos a fijar, optó por una versión más discreta de los modelos que suele llevar. Nos tiene acostumbrados a llamativos modelos de cordones y ayer le vimos con un modelo más sencillo de tacón ancho.

Inés Arrimadas: el tacón más alto de la noche

La represente de Ciudadanos acudió con el look más sofisticado de la noche, al optar por una americana de tweed naranja cruzada que combinaba con una pantalón de silueta estrecha. Completaba el look con unos zapatos de tacón (los más finos de la noche) de color nude. La silueta que marcaba Arrimadas resultaba elegante, actual y fresca, muy similar a lo que intentó lograr Albert Rivera con su imagen en el debate del pasado lunes.

El look coincidía en parte con el de María Jesús Montero y, al igual que la Ministra de Hacienda, la liberal repetía chaqueta: ese mismo modelo lo lució hace unas semanas en la visita al Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid. Eso sí, en su caso, no como la Ministra, sí se abrochó la chaqueta.

Arrimadas es una de las políticas a las que más les gusta jugar con la moda. Además de americanas, como sus compañeras, la de Ciudadanos suele usar también bastantes vestidos midi, en los que nos enseñan un sinfín de estampados, muchos de ellos con juegos de bloques de color, pero también deja espacio a la fantasía, como los lunares, de carácter muy andaluz (un gusto en el que coincide con la líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís). Eso sí, en general suele ser bastante conservadora: debería intentar “soltarse más la melena”.

Irene Montero: la única sin tacones

Si alguna se diferenció del resto, pese a que todas coincidieron mayoritariamente en el mismo look, esa fue Irene Montero. La líder de Podemos optó por un estilismo de corte más masculino e informal que el resto de sus compañeras. En él destacaban tres cosas: fue la única que prefirió una camiseta de color gris, la única que no llevó tacones (su mayor fallo) y su americana destacaba por tener las solapas invertidas.

Y como los polos opuestos se atraen, tanto ella como Rocío Monasterio, la representante de Vox, fueron las que optaron tanto por los colores más oscuros y llevar el pelo recogido en una coleta.

Montero es una de las políticas con un look menos definido. Hay veces que parece asumir su papel de líder de Podemos al 100% y opta por estilismos marcados por la informalidad, con prendas poco ajustadas, chaquetas de lana o algodón y colores apagados. Pero otras veces se decanta por un estilo mucho más depurado, con americanas más ceñidas, zapatos masculinos de cordones y, a veces, opta incluso por modelos de pantalón de pata ancha y cintura alta, un toque de estilo con el que nos sorprende para bien y que le sienta a las mil maravillas a la pareja de Pablo Iglesias. Es este el camino que debería seguir si aspira a convertirse en la primera Presidenta del Gobierno.

Rocío Monasterio: la it-girl

Es una pena que Rocío Monasterio esté vinculada al Ayuntamiento de Madrid, porque su presencia en el Congreso de los Diputados subiría enteros el interés (al menos en moda) de la Cámara Baja. La representante de Vox acudió con el color corporativo de su grupo, el verde, en su chaqueta. Lo combinaba con una pantalón skinny en piel que le daba un toque muy cool a su look que completaba con unos stilettos muy parecidos a los de Arrimadas solo que, en este caso, eran de color negro. Aunque el detalle más destacado, por diferente y sorprendente, fue que acudió con las uñas pintadas, la única, junto con la Ministra de Hacienda, que optó por este detalle.

Si Santiago Abascal tiene una mujer, Lidia Bedman, influencer, Rocío Monasterio podría serlo también por ella misma. Es una de las políticas que más arriesga en sus looks, saliéndose de lo habitual entre sus compañeras. Así, es habitual verla con vestidos fluidos, largos y estampados, pero también es de las mujeres que más corta ha llegado a llevar la falda (casi una minifalda). Es también de las que más disfruta con los complementos, así que no es raro verla con sombreros o pulseras importantes.

La de Vox no tiene problemas en pasear por las calles con unos pantalones palazzo o con una llamativa gabardina combinada con un sombrero y un paraguas con la bandera de España. Tampoco se corta a la hora de llevar estampados, así, además de los de flores que pueblan sus vestidos, también le gustan los geométricos, quizás porque le recuerde a su carretera de arquitecta. Eso sí, como el resto de sus compañeras, suele prescindir de joyas destacadas más allá de las pulseras que suele llevar.