Rescate a Grecia

Grecia exige reparaciones de guerra a Alemania en plena visita de la troika

Un hombre camina junto a una pintada en el centro de Atenas
Un hombre camina junto a una pintada en el centro de Atenaslarazon

Tsipras asegura que los griegos deben ser homenajeados por ser víctimas de la ocupación nazi.

La troika, o los «miembros de las instituciones», como prefiere llamarlos el gobierno griego, regresó ayer a Atenas. Y lo hizo en uno de los momentos más inoportunos: Justo cuando Grecia está a punto de perder todo el apoyo de sus socios de la Unión Europea (UE) y cuando, en un nuevo intento de alcanzar el control de su deuda, se ha atrevido a lanzar nuevas amenazas dirigidas principalmente contra el Gobierno germano.

En lo que ha sido interpretado por la Prensa alemana como un «nuevo acto de chantaje», el Parlamento griego aprobó ayer por unanimidad la creación de una comisión en la que están representados todos los partidos para reclamar a Alemania reparaciones de guerra y la devolución tanto de obras de arte expoliadas como del préstamo forzoso durante la ocupación nazi.

Aunque el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, reconoció que es un tema muy «sensible», en su defensa ante los parlamentarios helenos reiteró que los griegos víctimas de la ocupación nazi deben ser homenajeados porque sus recuerdos «están vivos y debemos mantenerlos vivos, no para avivar la falta de confianza entre pueblos, sino para recordar lo que pasa cuando, en vez de la solidaridad, se imponen los sentimientos de superioridad nacional». Un recuerdo que en cifras se traduce en los 476 millones de marcos alemanes que se embolsó el Tercer Reich en concepto de préstamo obligatorio y que nunca devolvió a Grecia, cuyo valor actual ascendería a entre 7.000 y 11.000 millones de euros.

A ello se añadirían reclamaciones por la devastación de las infraestructuras que, según algunas estimaciones, alcanzarían los 162.000 millones de euros, la mitad de la deuda helena. El ministro de Justicia griego, Nikos Paraskevopoulos, fue incluso más lejos al amenazar con la confiscación de propiedades alemanas si no acceden a sus peticiones. La Prensa alemana no salía de su asombro por mucho que poco después el Gobierno germano se apresuraba a descartar tal posibilidad.

«Alemania es muy consciente de su responsabilidad histórica con las víctimas del nazismo, pero el capítulo de las reparaciones está jurídica y políticamente cerrado», respondió el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert. El enfado del Ejecutivo alemán es más que evidente, lo que sin duda se dejará notar en los ánimos de la troika –compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional– que llegó a Grecia decidida a no perder más tiempo en el caso heleno; y más después de que se aprobase una extensión de cuatro meses del rescate a Atenas.

La expedición llega tras los contactos que arrancaron ayer entre Grecia y sus acreedores en Bruselas para analizar la situación financiera griega y asimismo coincide con una nueva ronda de contactos por parte de Tsipras que le llevó ayer hasta París y que continuará mañana en Bruselas.