La calle es suya por Javier G Ferrari

Todas las calles de España son suyas menos la que hasta ahora llevaba su nombre en Sevilla. No se pierde, desde hace años, una manifestación en la que pueda criticarse al Partido Popular y reivindicar una izquierda que apesta a naftalina y a la que los ciudadanos de este país le han dado la espalda por dos veces en el transcurso de seis meses. La próxima cita para medir las constantes vitales del socialismo tendrá lugar en una Andalucía que sigue batiendo un récord tras otro en escándalos y en número de parados. En su capital, hasta ahora y desde que en septiembre del 2008 el consistorio social-comunista así lo decidiera, la prolongación de la avenida de Felipe II llevaba el nombre de esta dama de la escena callejera llamada Pilar Bardem. Si en mayo pasado hubieran repetido PSOE e IU es posible que alguna de sus plazas hubiera sido rebautizada como plaza de los ERE. Hay que reconocer que a desahogo y desparpajo es muy difícil ganarles a quienes llevan más de treinta años haciendo de Andalucía su cortijo. Allí, a pesar de estos tres años en que ha gozado de la placa con su nombre, no se le ha visto a la señora Bardem manifestándose contra los responsables de golferías variadas de las que, todavía, es muy posible que no sepamos de la misa la media. Casi dos mil quinientos vecinos del barrio donde hasta ahora estaba la calle con su nombre habían pedido al nuevo regidor que descolgara la placa y así se hará en breve, y se sustituirá por otra en la que podrá leerse Nuestra Señora de las Mercedes. Si no fuera porque existe el precedente histórico de un gran cartel en el que se denominaba al barrio con tal nombre hasta la reforma urbanística de 1992, pensaría que la elección de la Virgen que sustituirá a la actriz iba con segundas, por aquello de las no pocas mercedes que los «coleguis» de doña Pilar han recibido cada vez que la izquierda ha tenido la llave del cajón del pan.