Teatro

Danza

Y la danza se hizo nómada

Los fotógrafos Mosquera de la Vega, Juan Carlos Arévalo y Elías Aguirre unen fuerzas para una exposición que invita a bailarPARA NO PERDERSEDónde: Under-Wood Café. Calle Infantas, 32. Madrid.Cuándo: hasta el 27 de julio.

Y la danza se hizo nómada
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El pasado jueves, Under-Wood inauguró la exposición colectiva Nomadans, apasionada muestra que reúne en torno a la danza a los fotógrafos Mosquera de la Vega, Juan Carlos Arévalo y Elías Aguirre, cuyo objetivo es potenciar y estimular la conexión entre la danza y el espacio no convencional. Poesía visual al encuentro de la belleza a través de la fotografía y vídeo-danza como cigoto de un proyecto más ambicioso en búsqueda de otros canales y formatos donde la danza en vivo, la música, la fotografía y el vídeo-arte auguran cautivarnos. La belleza del espacio estalla al ser combinado con el baile reteniendo en sus imágenes la magia del momento, porque la danza es maravillosa pero caduca, pasa dejando en el interior un sentimiento cósmico que Nomadans retiene en el ambiente atrapando al espectador mediante la ágil difusión de esta exposición.

Mosquera de la Vega, apasionado y romántico, ha trabajado toda su vida en acercar la gran desconocida al público, en sus propias palabras: «La danza me sacó de la calle y yo la devuelvo a la calle». Bailarín desde niño, ha sentido siempre la vehemente necesidad de difundir las creaciones y coreografías a las que normalmente el ciudadano no tiene acceso por desconocimiento. La danza en la calle tiene el factor sorpresa para el viandante que se deja atrapar ante su belleza, pero no son sólo paisajes urbanos donde se derrama el movimiento, establos, plazas de toros, campo, playa, museos… espacios poco frecuentes y relacionarlos con nómadas humanos, porque el sitio de la danza está en las casas, en las calles, en definitiva, en la vida.

Juan Carlos Arévalo es realizador, director, videoartista y fotógrafo, colabora con su pareja, la coreógrafa y bailarina Camille Hanson, en creaciones videoartísticas y escénicas. Su última obra contempla la relación que tenemos con el cuerpo como una forma de transmitir nuevos paisajes que estimulan la reflexión en tiempos de cambio medioambiental. La propia danza baila con la luz transmitiendo una sensación poética de pintura. Elías Aguirre es un humanista de este siglo, coreógrafo, bailarín y artista plástico dirige su propia compañía. La obra de Elías se inspira en «la naturaleza invisible», concretamente en los insectos, en esta muestra el protagonista es él mismo, un proyecto que nació para su tesis doctoral.

Si los grandes bailarines son geniales por su pasión, pasión por la danza es lo que une a estos tres fotógrafos, que hacen la música visible, una exposición auténtica porque el movimiento, no miente.