Historia

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Ethel la otra cara de Bob Kennedy

El documental sobre la esposa de Bobby Kennedy rescata su figura de un modo amable y retrata los convulsos años 60 en Estados Unidos 

Ethel, la otra cara de Bob Kennedy
Ethel, la otra cara de Bob Kennedylarazon

La relación de los norteamericanos con el clan Kennedy es, como mínimo, peculiar. Las series cada vez más realistas y descarnadas sobre la familia de origen irlandés –«Los Kennedy ha sido el último y magnífico ejemplo»– se alternan con auténticas hagiografías que pretenden restaurar el marchito glamour de la tribu.

El último ejemplo es «Ethel», un documental sobre la esposa de Bobby Kennedy. Audaz, extraordinariamente fecunda –siete criaturas tenía ya cuando saltó a la fama y alcanzaría la cifra de once – y rival de su cuñada Jackie, Ethel Skakel Kennedy ha aceptado ser la protagonista de un documental realizado por Rory, su hija pequeña nacida seis meses después del asesinato de Bob.

Rory Kennedy es una profesional competente que ya recibió un Emmy en 2007 por su «Fantasmas de Abu Ghraib» y que en 2011 fue nominada al Oscar por un documental sobre terrorismo. En este caso, ha llevado a cabo una obra ciertamente conmovedora, pero de solidez histórica un tanto dudosa. Aunque centrada en la figura de Ethel, no cabe duda de que es una reivindicación de Bob que, en 1968, se suponía que llevaría de nuevo a los Kennedy hasta la Casa Blanca.

El relato de cómo Ethel estaba a unos pasos de su marido cuando dispararon sobre él; de cómo, embarazada de tres meses, se abrió camino entre la multitud pidiendo a gritos un médico y de cómo regresó a su lado para, de rodillas, ayudarlo es verdaderamente sobrecogedor. No es menos interesante saber que los Kennedy –a diferencia de la familia de Ethel – eran un poder dentro del partido demócrata de Massachusetts que ansiaba actuar de la manera más populista y que hacían gala de un orden patológico que les obligaba a cenar a las 7: 15 y jamás a las 7: 16.

Obsesionada con los deportes, amiga de una de las hermanas de Bob, católica e irlandesa, Ethel, a pesar de proceder de una familia republicana, encajó a la perfección en el clan. De hecho, formó parte del equipo que dirigió las campañas de JFK para el congreso (1946), el senado (1952) y la presidencia (1960) y después de su marido. También –según cuenta– compartió el temor de que uno de los matones de Jimmy Hoffa, el presidente del sindicato de camioneros, investigado por Bob, hiciera daño a sus hijos.

Ethel también se refiere a la alegría de la elección de JFK, la crisis de los misiles y los «seis meses de negrura» que padeció su marido tras el asesinato del presidente. Igualmente, el documental reivindica la figura de Bob, que intentó «cerrar las brechas que ahora existen entre negros y blancos, entre ricos y pobres, entre jóvenes y viejos» y señala cómo Ethel siguió después la senda de su esposo colaborando con el dirigente campesino César Chávez –cuyo monumento inauguró Obama hace unas semanas– o fundando el Centro para la Justicia y los Derechos Humanos Robert F. Kennedy.

Como dirían en EE UU, «so good, so long» porque el documental, por otro lado, mantiene un silencio total sobre temas espinosos. Por ejemplo, no hay referencia alguna a los tratos del clan Kennedy con la mafia, que fueron esenciales para la llegada a la Casa Blanca de JFK y, posiblemente, también para su asesinato.

Tampoco hay la menor mención a la vida privada –ciertamente nada ejemplar– de los varones de la familia desde el viejo Joe a JFK pasando por Ted e incluso Bob que tuvo –¡también!– un «affair» con Marilyn Monroe.
Incluso, cuando Rory pregunta a la madre por su propia vida personal, Ethel decide no entrar en el tema.