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Estreno

Cuántos conseguirán sobrevivir

Al final del penúltimo capítulo de «El internado», que se emitió el lunes, Iván se introduce en la máquina que puede salvar a los enfermos. Parece que se curará. ¿O no? Con esta serie nunca se sabe. Gnomos, nazis, muertos hibernando, fantasmas...

Cuántos conseguirán sobrevivir
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La imaginación de los guionistas se ha extendido tanto como el virus mortal que ha invadido el colegio. «Estábamos abiertos a cualquier tipo de idea que fuera llamativa e interesante y que entrara dentro de la lógica de la serie, pero además teníamos que conseguir no salirnos de nuestra trama principal», asegura Mariano Baselga, productor ejecutivo de la ficción. De cada guión se hacía una media de cinco versiones, «aunque cuando había una crisis podía llegar a nueve», pero hace más de un año que se tenía claro el desenlace. Baselga también deja claro que «no hay vuelta atrás, no habrá secuelas, es un final cerrado y lo más complicado de todo ha sido concluir todas las tramas con el mismo nivel de calidad que en la primera temporada». Otra de las cuestiones que los guionistas tenían prevista desde el principio era que Roque o Cayetano iban a morir en la primera temporada y que el otro iba a convertirse en el traidor del grupo. La segunda traidora, Amaia, ha supuesto una de las grandes sorpresas del penúltimo episodio de la serie.

Claustrofobia

Pese a que la ficción de Globomedia apenas ha tenido escenas fuera de las instalaciones de la Laguna Negra, la última etapa ha sido la más claustrofóbica de todas. «La cuarentena era muy arriesgada porque tenía que durar poco y nos obligaba a llevar la acción desde dentro del colegio», confiesa Baselga. Esa sensación de encierro se ha acrecentado a medida que han ido falleciendo los personajes. Las muertes que se suceden en los tres últimos capítulos han sido las más dolorosas de escribir para los guionistas, además de la del gnomo, «porque era un personaje de cuento que aportaba un universo onírico a la serie y que se convirtió en alguien muy especial», señala Baselga. Era uno de los personajes a los que más tardaba en caracterizar pero según cuenta Carlos Apolinaro, director de producción de la serie, «se tardaba casi cuatro horas en preparar la cara quemada de Camilo. Al final se optó por construir un molde de látex, pero no fue suficiente, ya que también había que maquillarlo y salpicarlo de sagre». Otra de las curiosidades de la serie ha sido la trayectoria de muchos de los protagonistas. Raúl Fernández (Fermín), Carlos Leal (Noiret) y Blanca Suárez (Julia) fueron concebidos como personajes secundarios pero su cuidada interpretación les aseguró mayor protagonismo en las tramas. Tanto que en un principio no estaba previsto que Julia e Iván tuvieran una relación, pero en una escena que compartían se creó mucha complicidad y dieron rienda suelta a los guionistas.

El misterio en la red

Más de cien actores han ayudado a crear el universo de misterio que ha envuelto a la serie, un género poco explotado en la ficción española. Los 71 capítulos de las siete temporadas han tenido una media de tres millones de espectadores y han creado un fenómeno en internet, donde, sólo en Facebook, han superado los 250.000 fans. Además, ha sido una de las primeras series en España en posibilitar el acceso a gratuito a los capítulos íntegros, a los pocos minutos de su emisión en televisión, a través de la web de la cadena.


Morir de la forma más cruel
Casi 40 han sido los personajes con entidad que han muerto en «El internado». Aunque los actores no sabían con anterioridad el recorrido de su personaje en las tramas, «sí les avisábamos cuándo iban a morir, para que se prepararan para la escena y, más que nada, porque se les acababa el contrato», asegura entre risas Manuel Baselga. Y entonces empezaban las peticiones, porque «a la mayoría les hacía ilusión morir de la forma más cruel posible». Parace que la que más debió de insistir fue Ana de Armas porque Carolina, su personaje, primero fue arrojada por una ventana y, como sobrevivió, la enterraron viva. Al final, murió en brazos de Marcos.


Un toque de ingenuidad entre tanto drama
Las tramas protagonizadas por Evelyn (Denise Peña) y Paula (Carlota García) han aligerado los dramas de la serie y le han dado un aire de ingenuidad. Sus inocentes reacciones ante las desgracias que han ocurrido en el colegio «le daban un aire de cuento a la historia porque si no no habría nadie que aguantara tantos disgustos», bromea Baselga. Carlota García ha interpretado a tres personajes, Eva Wulf, Irene Espí de niña y Paula Pazos y para cada uno de ellos se han creado tres peinados diferentes. Las dos niñas se llevaban los libros del cole al rodaje y su camerino contaba con una enorme mesa de estudio en la que repasaban con una tutora.