Los Ángeles

Joaquin Phoenix: «El alcohol no controla mi vida»

Volcado en la música, habla de «Dos amantes», que podría ser su último filme

Joaquin Phoenix: «El alcohol no controla mi vida»
Joaquin Phoenix: «El alcohol no controla mi vida»larazon

Estrena «Dos amantes», la última película, dijo recientemente el propio actor, que hará en su carrera. Y podría ser: en esta entrevista reconoce que lo que menos le gusta del mundo es hablar públicamente de su trabajo.

–James Gray ya lo había dirigido antes en «La noche es nuestra» (2007). ¿Por qué decidió repetir?–Sinceramente, creo que fue por desesperación. No lo sé, quizá no había otro disponible... Me gusta James porque disfruta con sus intérpretes. Estamos en sintonía. No se queda con lo que ve en la superficie, siempre mira más allá buscando un significado profundo, y en sus películas nada es lo que parece. Para los cánones de Hollywood, resultan verdaderas rarezas.

–Le atrae dar vida a hombres torturados. ¿Una manera de probarse a sí mismo?–Exacto. De otro modo me aburriría. Los actores queremos reflejar conflictos. Y no conozco a nadie que no tenga problemas en la vida real. «Dos amantes» no transmite necesariamente experiencias mías, pero a través de ella estudié sentimientos que desconocía.

–Entonces, ¿de dónde ha salido su idea de dejar el cine?–Odio conceder entrevistas, las promociones. No merece la pena vivir algo tan intenso como rodar una película para luego tener que dar explicaciones a todo el mundo. Me he dado cuenta de que los actores mienten cuando lo hacen.

–¿Tampoco disfruta cuando gana premios? –He trabajado lo suficiente como para que el público y la crítica entiendan la forma en que me entrego a mi profesión. Lo importante es darme por completo, lo demás no me interesa.

–Últimamente ha decidido dedicarse a la música...–Se metió en mi vida cuando hice «En la cuerda floja». Desde entonces estoy enganchado a la guitarra. Pero no me gusta salir, meterme en un sitio rodeado de borrachos. Vivir la noche es ruin y miserable. Prefiero levantarme a las 5 de la mañana y acostarme a las 6 de la tarde.

–¿Qué hace con su tiempo libre?–Sinceramente, disfruto muchísimo sin hacer nada.

–Ni siquiera lee guiones...–Tengo una tele. Me encanta pasar horas viendo Discovery Channel, History, National Geographic...

–¿Por qué ha dicho que quiere dejar la interpretación?–Llegó un momento en que no me llenaba, necesité expresarme con otro arte y elegí la música. Ahora es lo que me interesa. Nunca quise ser una figura pública, que tuvieran expectativas conmigo.

–Aseguran que lo manifestó para promocionar el filme de Affleck.–Me resulta difícil no sentirme ofendido cuando la gente sugiere algo sobre un tema importante para ti, en el que has puesto el corazón. Casey me está ayudando a promocionar mi música, eso es todo.

–¿Existe demasiada presión en esta industria?–Cada uno se enfrenta a ella de manera distinta. Hay muchos que intentan evitarla con drogas o alcohol, aunque también ocurre entre profesionales de otros campos, como la medicina o la abogacía. Hay una idea falsa: que los actores y los músicos viven eternamente drogados.

–Bueno, usted estuvo en un centro de rehabilitación...–Sí, pero mi problema era por la presión que sentía por mi carrera. Quienes necesitan rehabilitarse son los adictos al crack; cuando tu problema es menor, puedes permitirte el lujo de ir a uno de estos country clubes a jugar a las cartas y pensar que te estas curando de algo. Estoy acostumbrado a salir a cenar, tomar una copa de vino y ya está. Eso es calidad de vida para mí. No necesito más para sentirme bien. La bebida no me controla.

Su última rarezaCasey Affleck, cuñado de este actor atípico, ha rodado el documental «I'm Still Here: The Lost Year of Joaquin Phoenix», sobre su idea de abandonar el cine para dedicarse a la música. Aunque dicen que es una artimaña para armar revuelo con este filme satírico sobre la Meca: «En Hollywood sólo he conocido a dos personas que admiro: Will Smith y Harrison Ford», reconoce este intérprete sin pelos en la lengua. Aunque sí en la barba que lució en una entrevista para un canal americano.