Pontevedra

Un oro no previsto fruto de la fe y el trabajo de tres debutantes

 La medalla de oro conseguida hoy por Támara Echegoyen, Sofía Toro y Ángela Pumariega en la clase Match Race Elliott 6 de los Juegos de Londres 2012, tras imponerse en la final a Australia por tres mangas a dos, ha llegado fruto de la fe, el trabajo y la constancia de tres debutantes.

Cuando el equipo español de vela afrontó estos Juegos, los cálculos de sus dirigentes y técnicos eran, como siempre, que este deporte aportara alguna que otra medalla y varios diplomas olímpicos al deporte nacional, pero entre los favoritos nunca estaba este trío de regatistas con un novedoso barco -el Elliott 6 metros- y un sistema de competición -Match Race (barco contra barco)- también novedoso en los Juegos pues sólo se utilizó parcialmente en la clase Soling de Barcelona'92.

La falta de presión hizo que la patrona Echegoyen, orensana de nacimiento y criada en Pontevedra, y sus dos tripulantes, la coruñesa Toro y la gijonesa Pumariega, iniciaran la competición sólo con la intención de navegar cada día para superar al rival de turno.

En este sistema de liguilla de doce embarcaciones que se enfrentan una a una entre ellas y de las que las ocho primeras pasaban las los cuartos de final, empezó muy bien para las españolas, que de sus once enfrentamientos previos ganaron ocho y perdieron tres, precisamente ante los rivales que posteriormente también entraron en las semifinales, Australia, Rusia y Finlandia.

El trío español, conocido en las redes sociales como 'xiquitasteam', se clasificó como tercera, no sin antes repetir la regata ante Dinamarca por una reclamación del equipo nórdico, y entonces ya llegaron los cambios de planteamientos y el empezar a hacer cuentas para las medallas.

En cuartos España superó con total autoridad a Francia con un 3-0 y fue el único barco que sólo necesitó tres mangas para pasar a semifinales.

La potente tripulación rusa se cruzó en suerte en el último asalto a la final y el día estuvo lleno incertidumbre por la falta de viento y por que las rivales se impusieron en la primera manga.

Las españolas empataron la eliminatoria y después hubo aplazamiento, espera y decisión de que la tercera prueba sería la definitiva.

El escaso viento, condiciones en la que se mueve muy bien el barco español, ayudó, junto con la gran estrategia, a que cayera también Rusia y con ello asegurar una medalla de plata impensable dos semanas antes cuando empezó esta competición la más larga del programa olímpico de vela.

Las regatistas se encontraron al final al Australia, que había hecho un espectacular pleno de victorias en la primera fase y que buscaba el cuarto oro en Weymouth para su equipo olímpico.

Echegoyen, Toro y Pumariega, que sólo navegan juntas desde 2009 al formarse el equipo con el objetivo de estar en Londres 2012, embarcaron por primera vez en un Elliott 6 hace algo más de dos años para afrontar una experiencia olímpica que no podrán repetir en Río 2016 porque la clase, debutante en Londres 2012 en lugar de la Yngling, desaparece tras una edición para incluir la skiff, de dos tripulantes.

Ello motivará que estas regatistas ya no puedan competir juntas y luchen por otras vías por acudir a la cita de Brasil dentro de cuatro años, porque las tres tienen claro que seguirán en la vela y se reciclarán en otras clases después de tener ya en su currículum una medalla de oro en unos Juegos.