Gerona

Gabriel Barbeta: «Utilizo tierra cruda como recurso bioconstructivo»

Con energía solar, biomasa y un aerogenerador, «Can Nasi» es una unión sostenible de tecnología y técnicas ancestrales, como la vuelta al empleo de materiales con prestaciones superiores a los productos modernos o el reciclado de aguas con bambú 

Gabriel Barbeta: «Utilizo tierra cruda como recurso bioconstructivo»
Gabriel Barbeta: «Utilizo tierra cruda como recurso bioconstructivo»larazon

En el municipio de les Planes d'Hostoles, en Gerona, Gabriel Barbeta i Solà, fundador y director general de la Red Ecoarquitectura, ha hecho de su vivienda un espejo de su pensamiento como doctor arquitecto que cree que muchas de las técnicas ancestrales usadas a lo largo de la historia de la arquitectura pueden contribuir a la construcción bioclimática. Lo más destacado de «Can Nasi» es el uso de la tierra cruda. «Es una de las técnicas más ancestrales usadas en la construcción. Su mejora e investigación la han recuperado como material bioconstructivo, bioclimático y ecológico», afirma. A su juicio, «tiene unas prestaciones superiores a muchos materiales modernos: inercia térmica, aislamiento térmico y acústico, regulación higrotérmica –o control del vapor permeable–, transpirabilidad o absorción de tóxicos».

La casa, rehabilitada, está diseñada con formas orgánicas. De hecho, su forma de espiral fue incorporada para lograr armonización energética. En su opinión, las formas orgánicas son la «base para la optimización material y energética, y están regularizadas con formas y medidas geométricas armonizantes, como el número de oro».

Las nuevas tecnologías también tienen cabida en «Can Nasi»: solar, eólica y biomasa, con la voluntad de ser autosuficiente energéticamente. Tiene una batería de placas fotovoltaicas en la cubierta y un aerogenerador de 400 watios en la torre. Ambos dotan de electricidad directa a la casa. Además, cinco colectores solares y una caldera de biomasa calientan el hogar por suelo radiante y el agua de uso sanitario. Y es ahí, en el agua, donde la voluntad de ser una casa autosuficiente también queda reflejada. Barbeta recoge el agua de lluvia en una cisterna de 50.000 litros. La usan para la piscina y para el riego. Pero, es más, las aguas grises –de duchas y lavabos– se reciclan también para riego, al pasar por un estanque con bambú, juncos, iris y lentejas de agua.

Por supuesto, se ha tenido en cuenta la orientación de las fachadas y vidrieras para generar las mayores ganancias. En la zona sur hay un estanque para que, con el calor, genere vapor de agua y permita climatizar de manera natural en verano esta zona donde azota más el sol.