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Las tropas españolas evitan un ataque con una bomba-moto

Las tropas españolas evitan un ataque con una bomba-moto
Las tropas españolas evitan un ataque con una bomba-motolarazon

MADRID- Los talibanes no tienen ninguna intención de bajar el pistón de su «yihad» pese al calendario de retirada de las tropas internacionales. Al contrario, reiteran cada pocas semanas su intención de realizar una dura campaña de primavera. Las tropas españolas vivieron ayer un episodio más que evidente de la agresividad y crueldad de los ataques talibanes. Aunque ayer se saldara sin daños que lamentar, la trampa que los insurgentes prepararon a las tropas españolas pudo acabar en tragedia.

Qala- i- Now, la pequeña localidad del oeste afgano que acoge al grueso del contingente español, tiene un único puente de obra que une las afueras de la ciudad (donde se ubican la base y el aeropuerto) con el centro, sobre el río que rodea la localidad. Por ese puente pasan obligatoriamente todos los vehículos y personas que entren o salgan de la ciudad. En uno de sus lados, los talibanes colocaron ayer una bomba-moto, es decir, una motocicleta cargada de explosivos, preparada para estallar al paso de los vehículos españoles o del Ejército afgano. Pero los servicios de inteligencia locales alertaron al contingente español y un equipo de Tedax de la Legión se apresuró a desalojar y acordonar la zona para estudiar el artefacto.

Una vez desalojado, el IED (siglas en inglés de artefacto explosivo improvisado) fue explosionado de forma controlada. De otro modo, lo más probable es que se hubieran producido víctimas mortales. Los talibanes utilizan frecuentemente este tipo de artefactos en caminos y zonas de patrulla de las tropas internacionales. De fabricación rudimentaria, con restos de explosivos, ollas y detonadores fabricados a mano, han sido una de las principales causas de bajas entre los aliados. Desde la presencia de inhibidores en los vehículos, los insurgentes suelen utilizar detonadores de presión (de doble plato mayoritariamente) para que estallen al ser pisados por un blindado. Medios como los aviones no tripulados y los equipos de detección han minimizado la incidencia de estas bombas. Su colocación en motocicletas e incluso en burros o carromatos es menos habitual pero no extraña, especialmente en zonas urbanas, donde además de provocar bajas entre las tropas causan muertes entre los civiles.