Nueva York

«El grito» en el cielo

Fueron doce minutos de vértigo, tiempo suficiente para que el lienzo de Munch entrara en la historia para convertirse en la obra más cara vendida en subasta. Picasso ha perdido el trono

«El grito» en el cielo
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Había tanta expectación por la obra de Edvard Munch que al copresidente del departamento de arte Impresionista y Moderno de Sotheby's, David Norman, le costó conciliar el sueño la noche anterior. Pero, quizá, el subastador estrella de la casa, Thobias Meyer, sabía lo que iba a ocurrir porque decidió vestirse con un esmoquin para conducir la venta. Era un día especial. Y así adjudicó el miércoles por la noche la pieza de Edvard Munch por 91 millones de euros. de esta manera «El grito» del pintor noruego se convertía a los ojos de los presentes que abarrotaban la sala en la obra más cara del mundo comprada en venta pública. Meyer empezó la gran noche muy deprisa con el primer lote, una escultura de Honoré Daumier, que se vendió a un comprador que pujó a través del teléfono.

Entonces, supo que tenía que dar tiempo a los coleccionistas y corrigió sobre la marcha el ritmo de la pujas. Fueron lentas, pero aseguró poco a poco sin problemas la venta de las obras dentro de las estimaciones.

Como si fuese una pieza musical, la subasta se desarrolló de forma armoniosa. El copresidente de Sotheby's, David Norman, había colocado delante del Munch tres picassos que sabía que no le iban a fallar, dos mirós que también cumplieron y justo antes de la obra de la noche una escultura de Giacometti, que se adjudicó por 1,4 millones de dólares superando la estimación más alta en 500.000 dólares. Y entonces llegó el lote 20, el esperado de la noche, a las 7:46 pm hora de Nueva York (seis horas más en España). Doce minutos después se había logrado un nuevo récord mundial.

El precio de salida de «El grito» de Munch fue 40 millones de dólares (30,4 millones de euros). Y en sólo un minuto el lienzo del noruego se aupó hasta los 45,6 millones de euros (60 millones de dólares), después de que siete compradores se lanzaran a pujar. Sesenta segundos después el cuadro se colocó en 55,5 millones (73 millones de dólares). Las pujas se incrementaron de millón en millón en fracciones de segundo. Pero después, hubo una pausa cuando alcanzó los 71,4 millones de euros (94). En ese momento, todo dependía ya de dos compradores telefónicos.

Al teléfono
El vicepresidente del Departamento de Arte de Impresionismo y Moderno Charles Moffett, que atendía a un comprador por teléfono, subió a 72,2 (95 millones de dólares). Acto seguido su colega Stephane Cosman Connery, jefe de ventas, preguntó a Thobias Meyer si le concedía unos segundos para hablar con el cliente que tenía al teléfono, el cual se disputaba la pieza con el de Moffett. «Tengo todo el tiempo del mundo», le contestó Meyer. Pocos segundos después, prosiguió la subasta.

Cuando Meyer rebasó el umbral de los 76, millones de euros (100 millones de dólares), la sala, custodiada por varios encargados de seguridad y repleta de coleccionistas, galeristas, expertos y periodistas internacionales, rompió en aplausos. Pero, el copresidente del Departamento de Arte Impresionista y Moderno de la galería, David Norman, sonreía hacía segundos. En su mente llevaba las cuentas de la puja, y sabía que ya había superado el récord de la obra más cara del mundo, que hasta ayer ostentaba Picasso con «Nude, Green Leaves and Bust», vendido por 106,5 millones, una vez se sumase al precio a remate la comisión del 12 por ciento que se lleva la galería por la transacción.

Cuando la pieza se colocó en 105 millones, volvió a haber otra pausa. Y acto seguido, al alcanzar los 106, Meyer preguntó a Connery después de elevar la puja en nombre de su cliente: «¿Te puedo decir que te quiero?». Momentos después el comprador de Moffett subió a 107. Y Meyer adjudicó la pieza diciendo, después de que la persona que estaba al otro lado del teléfono con Connery declinase continuar, «Entonces, la vendo por la histórica suma de 107 millones de dólares.

Durante la cena en la galería tras la venta, Thobias Meyer declinó dar ninguna información sobre el comprador. «Ha sido el mejor momento de mi carrera. Nunca pensé que iba a vender una pieza por más de 100 millones de dólares», reconoció Meyer. En cambio, el hasta ahora dueño de la obra, Peter Olsen, hijo de un amigo y benefactor de Munch, sí reconoció que «espero que la publicidad de esta venta incremente el interés público del trabajo de Munch y conciencie sobre la importancia del mensaje de sus obras».

La velada, en la que se ofrecieron 76 lotes, terminó con una venta total de 251,3 millones de euros (330,5 millones de dólares). El segundo mejor cuadro de la noche fue «Femme assisse dans un fauteuil», de Picasso, vendido por 22,2 millones de euros (29,2 millones de dólares). El tercero «Printemps nécrophilique», de Salvador Dalí, por (12,3 millones de euros (16,3 millones de dólares). Después le siguió «Tete humaine» de Joan Miró, por 11,25 millones de euros (14,8 millones de dólares).

 

El «Top Ten» del arte
1.- «El grito», de Edvard Munch. Vendido por 91 millones de euros el 2 de mayo de 2012.
2.- «Desnudo, hojas verdes y busto», de Pablo Picasso. Vendido por 81 millones en mayo de 2010 (en la imagen).
3.- « L'Homme qui marche I», de A. Giacometti. Vendido por 79,35 millones en febrero de 2010.4.- «Muchacho con pipa», de Picasso. Vendido por 79,13 millones en mayo de 2004.5.- «Dora Maar au chat», de Picasso. Vendido por 72,5 millones en mayo de 2006.6.- «Retrato Adele Bloch-Bauer II», de Gustv Klimt. Vendido en 66,9 millones en 2006 (junto a estas líneas).7.- «Triptych, 1976», de Francis Bacon. Vendido por 65,5 millones en 2008.8.- «Retrato del Doctor Gachet», de Vicent Van Gogh. Vendido por 62,75 millones en mayo de 1990 (a la derecha).9.- «Au Moulin de la Galette», de Auguste Reonir. Vendido por 59,4 millones en mayo de 1990.10.- «El estanque de los nenúfares», de Claude Monet. Vendido por 51,6 millones en junio de 2008.