Valencia

«Me siento el alcalde de la gente modesta»

«Tengo una trayectoria política muy larga. No soy un adversario sencillo». «La única responsabilidad de Alarte en la derrota (en el Ayuntamiento) sería haber confiado en mí»

036val18fot1
036val18fot1larazon

VALENCIA- ¿Si tuviera veinte años menos estaría acampado con el grupo de «indignados»?
–No. Nunca he creído en las actitudes antisistema. Estando contra todo y no votando sólo se favorece a las posiciones más conservadoras. Pero comprendo que haya gente indignada.

-Pocos saben que su abuelo fue alcalde de Valencia ¿Qué diría si levantara la cabeza?
–Creo que me animaría a que siguiera trabajando y defendiendo mis ideas. Él fue alcalde durante el franquismo, procedía de un sector muy conservador, pero tolerante. No creo que le alarmara que me presentara.

-¿Le influyó en su talante político tener un abuelo de derechas? Es que dicen que con usted se puede hablar.
 –Siempre he sido un político moderado. No tanto por mi abuelo, sino porque he viajado. A los quince años, mis padres me enviaron a estudiar a Estados Unidos y empecé a conocer la democracia. Allí vi por primera vez a un comunista, a un anarquista, a los exiliados españoles... Siempre me he guiado por los líderes socialdemócratas que han discrepado claramente de las dictaduras comunistas del Este. Mis referentes han sido gente como Willy Brandt y Olof Palme.

-La alcaldesa Rita Barberá también le reconoce ese trato más negociador, ¿lo empleará para mejorar las relaciones entre ella y la delegada del Gobierno (Ana Botella)?
–La estrategia de confrontación y el victimismo son propios del PP, y más aquí. Recuerdo cómo lo vivió María Teresa Fernández de la Vega, que no daba crédito a las cosas que se le decían. Y las declaraciones de Francisco Camps sobre el abuelo de Zapatero... ese tono no se encuentra en ningún otro lugar de España.

- A Barberá se la conoce como «la alcaldesa de España» o «la de los mercados». Elíjame un calificativo para usted.
–El alcalde de los ciudadanos corrientes. Me siento el alcalde de la gente modesta. Barberá se hace muchas fotos en el mercado, pero yo me siento muy próximo a la gente que va a ellos.

-Sorprendió en el cara a cara con la alcaldesa, ¿fue porque se tenían pocas expectativas con usted?
 –(Sonríe ligeramente por primera vez) Tengo una trayectoria política muy larga. No soy un adversario sencillo. Estuve en el Ayuntamiento antes que ella, que no recuerda que Expojove se creó cuando yo era director de servicios de Juventud. Conozco bien la ciudad. Siempre la he tenido entre mis prioridades.

-Critica que no le sacan en Canal 9.
–Sólo pido que me traten como TVE trata al PP. Me daría por satisfecho.

-Hágame una foto de la noche del domingo, ¿qué habrá? ¿saltos de alegría o lágrimas de rabia?
 –Lágrimas de rabia en ningún caso. Yo creo que avanzaremos.

-Y si fracasa, ¿qué parte de culpa tendrá Blanqueries?
-(Se le escapa media sonrisa). Blanqueries tiene cuatro plantas.

-Ya sabe. Me refiero a Jorge Alarte.
-Pues ninguna. Cada uno asume la suya. Jorge confió en mí, su única responsabilidad, en todo caso, sería haberlo hecho.

- Si el PP repite ¿qué cree que ha querido decir el electorado?
-Como en hostelería: el cliente siempre tiene la razón. El pueblo es soberano. Y luego, pues como las Fallas, que el día siguiente ya estás pensado en las que vendrán.

-¿Cuándo fue la última vez que vio a Manuel Mata? (disputó con él las primarias).
-No hace mucho en un acto de partido. Tenemos una buena relación.

-¿Qué le pidió a Zapatero el sábado? ¿salió el Cabanyal en la conversación?
-No específicamente. Pero mire, la prolongación no es el problema principal, sino el abandono del barrio durante 20 años. El Cabanyal sólo resolverá su futuro si el Gobierno de España, la Generalitat y el Ayuntamiento se sientan y llegan a un acuerdo. O se crea ese clima de diálogo o no avanzaremos.

-La candidata del PP a la Alcaldía de Elche se compromete a renunciar a su sueldo si gana ¿qué opina?
-Me parece increíble. Sería reconocer que sólo las personas ricas se pueden dedicar a la política. En el franquismo, teóricamente, los alcaldes no cobraban. Eso sólo ocurre en los países corruptos. Los gestores públicos han de ser independientes, o al final veremos candidatos patrocinados por Mercadona o Bautista Soler.

-Habrá perdido ya la cuenta de las entrevistas que ha concedido ¿Qué pregunta no le han hecho aún?
-(piensa un rato). Que cómo iré a trabajar al Ayuntamiento.

-Pues ahí va ¿cómo irá usted a trabajar al Ayuntamiento?
-En autobús, taxi o andando.


FUTURO PERFECTO
La ciudad de Sofía

Quiere para Sofía, su hija de apenas tres meses, una Valencia con más espacio para la gente, con un futuro laboral basado en la innovación y donde la igualdad ni se debata. Se postula como alcalde con cifras bajas de popularidad, pero rechaza que se ponga en duda su vinculación con esta ciudad a la que no regresa, porque nunca la abandonó y avisa que su compromiso con ella es a largo plazo. Le quedan tres días de campaña para convencer a su electorado.