Bruselas

El BCE alerta de que la crisis de la zona euro se agravará este año

Cree que la reforma laboral, aplicada hace años, habría evitado la sangría del paro. Prevé una caída de sueldos

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo
Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeolarazon

MADRID- Nuevas previsiones para tumbar, por optimistas, las de hace apenas dos meses. La historia se repite en la zona euro desde que hace cinco años estallara la crisis de las hipotecas «subprime» en Estados Unidos. En medio de una asfixiante ola de calor, Europa se despertó ayer con el nuevo boletín mensual del BCE y un informe de la OCDE llamados a provocar nuevos sofocos en los mercados y las capitales europeas. Los expertos consultados por la entidad que preside Mario Draghi pronostican una contracción mayor de la esperada: una caída de la zona euro para 2012 de un 0,3%. También rebajan el optimismo para el próximo año, en el que la economía de la moneda única apenas crecerá un 0,6%. Ya en 2014, aunque quedan dos años para rectificar, vaticinan una recuperación del «PIB euro» en 1,4%.

Las razones, muchas y repetidas desde hace meses: «Las tensiones existentes en los mercados financieros y una elevada incertidumbre» que «lastran la confianza». También porque «se han registrado primas de riesgo excepcionalmente altas en los precios de la deuda pública de algunos países y la fragmentación financiera, que obstaculizan el funcionamiento efectivo de la política monetaria» y la «caída de la demanda externa» por la desaceleración de la economía mundial.

Y la culpa, según el BCE, es de los demás, «los responsables de las políticas de la zona del euro», que «han de avanzar con determinación en el saneamiento de las cuentas públicas, las reformas estructurales y la construcción de las instituciones europeas».

Con este análisis de la situación, que repiten una y otra vez desde Fráncfort, el informe incluye como novedad una invitación en toda regla –aunque sin citarlos– a España e Italia para que pidan la ayuda de Bruselas para comenzar a rectificar el rumbo. «Los gobiernos deben estar dispuestos a activar la FEEF y el MEDE (los fondos de rescate temporal y permanente) en el mercado de deuda en caso de que existan circunstancias excepcionales en los mercados financieros y riesgos para la estabilidad». Eso sí, esa ayuda llegaría «con un condicionamiento estricto y efectivo acorde con las directrices establecidas». Es decir, está dispuesto a comprar deuda soberana de los países en apuros, pero no cederá y exigirá más ajustes a los Estados que se decidan a dar el paso.

La entidad presidida hace hincapié en el análisis del mercado laboral, y el Gobierno de Rajoy merece un aplauso por su valentía para afrontar el problema del paro. Cree que la reforma laboral en España es de tal «trascendencia y envergadura que podría haber sido muy útil para evitar la destrucción de empleo si se hubiese aprobado hace unos años». Y al analizar a los países que han recibido algún tipo de ayuda, subraya que la moderación salarial ha sido muy limitada en España, que, junto al resto de socios, deberá «emprender reformas adicionales de gran calado» para recuperar la competitividad y reducir el desempleo. Para conseguirlo, pronostica «una acusada caída de la remuneración por asalariado» como consecuencia de los recortes en el sector público y la reforma laboral.

El BCE, por otro lado, se muestra dispuesto a la reactivación con una próxima bajada de tipos (ahora están al 0,75%), dado que se mantienen las previsiones de inflación para los próximos años (2,3% este año y 1,7% en el próximo).

A este sombrío panorama se unió la OCDE, que en sus indicadores correspondientes al mes de junio constata una ralentización de las mayores economías del mundo, no sólo de la europea. Además de las alertas sobre Alemania y Francia, la organización advierte señales preocupantes de debilitamiento en Estados Unidos, Japón, China, Canadá y Rusia.

 

Italia se plantea acudir al fondo de rescate
El Gobierno italiano mantuvo «prolongadas» conversaciones respecto a la posibilidad de pedir al fondo de rescate que compre bonos soberanos de Italia, según ha desvelado uno de los miembros del gabinete liderado por Mario Monti, quien expresó su confianza en que no se impondrían condiciones adicionales al país transalpino. «Todavía tenemos algún tiempo para discutirlo. Veremos cuáles serán las condiciones», apuntó el ministro de Educación, Francesco Profumo, en declaraciones a Bloomberg recogidas por Ep. El primer ministro italiano había defendido con anterioridad que no existía la necesidad de realizar tal petición.