China

Nuclear la permanente discusión por José Mª Baldasano

Catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña

La Razón
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Apesar de las fuertes controversias que despiertan, hay 436 reactores nucleares en funcionamiento en el mundo, y se están construyendo 61 nuevos reactores, 27 de ellos en China y 11 en Rusia. En España hay 8 en funcionamiento en 6 emplazamientos diferentes; la electricidad proveniente de los mismos se ha mantenido bastante constante en los últimos años, y es del orden del 20 por ciento del mix eléctrico.

El accidente de la central de Fukushima Daiichi el pasado 11 de marzo de 2011, causado por un terremoto y el tsunami asociado extremos –todavía tiene los reactores en estado de enfriamiento y este mismo mes se ha confirmado una filtración al mar de agua contaminada con estroncio radiactivo–, ha provocado un importante replanteamiento internacional sobre el uso de la energía nuclear: en Alemania se ha procedido al abandono de la nuclear para 2022; Inglaterra de momento sigue con su política nuclear; en Japón hay una fuerte discusión por un cierre inmediato o en los próximos 20 años; en Italia se ha abandonado su reciente programa de implantación de energía nuclear, y la empresa Siemens ha abandonado la tecnología nuclear...

La nuclear tiene beneficios al reducir la dependencia de los combustibles fósiles y no emitir contaminantes atmosféricos ni CO2. Si dicha energía se tuviera que generar por medio del petróleo y equivalentes, las emisiones se incrementarían significativamente. La sustitución de los reactores por centrales de ciclo combinado usando gas natural, hasta que las renovables tengan mayor peso, implica costes ambientales importantes debido especialmente a las emisiones atmosféricas.

Sin embargo, la energía nuclear plantea muchos interrogantes debido al peligro y riesgos que representa. Su crítica se basa en los riesgos de un accidente nuclear y en la disposición de residuos radiactivos, para muchas generaciones futuras. En España hay una discusión continua hacia el cierre o no de las centrales nucleares al final de su vida útil, con posiciones políticas ambiguas y confrontadas al respecto. El debate continúa sobre la mesa.

En las actuales elecciones presidenciales francesas, la cuestión nuclear también está sobre el tapete. El candidato socialista ha indicado claramente que sólo cerrará la central nuclear de Fessenheim –aunque con informaciones contradictorias–, poniendo el tema de las otras centrales en un horizonte más lejano; al principio de la campaña electoral se habló de la clausura de todas las centrales nucleares francesas en los próximos 30-40 años. Su cierre pondría en fuerte tensión el sistema de generación de energía eléctrica europeo, especialmente para Alemania, por la rápida decisión del cierre de sus centrales, e Italia. La afectación a España sería bastante limitada, ya que, contrariamente a la «leyenda urbana» existente, el intercambio eléctrico entre España y Francia es muy puntual y limitado, y desde hace bastantes años en dirección hacia el norte de los Pirineos. Sin contar, con el exceso de tamaño del actual parque de generación de energía eléctrica español.