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Más camillas que motos

«Pole» para Pedrosa en una accidentada jornada. Stoner se dañó el tobillo derecho y es duda para hoy

Casey Stoner no pudo salir por su propio pie del trazado
Casey Stoner no pudo salir por su propio pie del trazadolarazon

Llegó un momento en la sesión de clasificación en que lo más importante no era hacer el mejor tiempo, sino evitar el paso por la clínica móvil. Después de la caída de Héctor Barberá el viernes, ayer se llevaron un fuerte golpe Casey Stoner, Spies y Hayden cuando buscaban la «pole». En el circuito de Indianápolis sólo corren motos una vez al año y el asfalto tiene de todo menos adherencia. Finalmente, el más rápido de los que acabaron en pie fue Pedrosa, que confirmó el dominio que ha mostrado en el cronómetro durante todo el fin de semana y dio solidez a su candidatura al título.
Al que se le complica el objetivo es a Stoner, que se llevó un susto bastante grande. Su Honda le «escupió» por encima del manillar a unos 160 kilómetros por hora y aterrizó con contundencia en el suelo. Intentó ponerse de pie, pero su pierna derecha no respondía. Se pensó que se había fracturado el tobillo, aunque finalmente sólo presentaba un fuerte golpe en la articulación con esguince de ligamentos incluido. Por si acaso, se marchó al hospital y habrá que ver si puede correr hoy y, si lo hace, en qué condiciones. Peor le fue el día a Hayden, que se dio un golpe tan fuerte en la cabeza que no recordaba nada de lo sucedido. Por eso, los médicos decidieron que hoy no tendrá autorización para competir. Spies supo a última hora que no tiene nada roto y probará en el «warm up»
El Methodist Hospital de Indianápolis tuvo mucho trabajo tras dar el alta a Héctor Barberá, que viajó a Indianápolis dispuesto a subirse a la moto con la fractura de tibia y peroné todavía fresca. Sólo 27 días después quería competir, su aventura duró poco más de la mitad de la primera sesión y hoy llegará a casa incluso antes de que se dispute la prueba de MotoGP. La mala suerte y una pista deslizante le llevaron de nuevo al suelo y a golpearse sus ya machacadas vértebras. En un principio se pensó en que se había fisurado tres, aunque finalmente sólo es una la que está «tocada». Ésa era la buena noticia dentro de lo malo: que ayer pudo abandonar el hospital, que tomó una avión por la noche y que el tiempo de recuperación no se extenderá más allá de un mes: «Espero estar en Misano (16 de septiembre)», decía Héctor, antes de contar cómo pasó la noche: «Rabiando de dolor. Estoy acostumbrado».
Hoy, verá por la tele la lucha entre Pedrosa y Lorenzo, que subió al segundo lugar al final. Lo importante era no caerse.